Cartas de lectores
09 Octubre 2019

Emilio Nadra

Tanta fue su actividad en los últimos 50 años, que la vida de mi amigo Emilio Nadra fue como la de un río caudaloso que jamás abandona el cauce ni disminuye sus aguas. De una capacidad emprendedora que asombra. Poseedor de un fuerte sentido de la intuición y de la iniciativa, toda su actividad empresarial fue exitosa. Ligada estrechamente a la industria azucarera, continuación de los emprendimientos de su padre Nallib, inmigrante sirio de principios del siglo XX, la actividad de Emilio estuvo signada por una serie de injusticias y agravios. Cierre de fábricas azucareras (Onganía y la destrucción de una provincia, como bien  titula el libro del historiador Roberto Pucci), persecuciones, atropellos y expropiación de sus ingenios (los de la Compañía Azucarera Tucumana-CAT) sin que a lo largo de tantos años no se abonara lo que constitucionalmente corresponde: la indemnización. Acción que fue resuelta en su tiempo por la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Toda su lucha de los últimos 50 años se relata en el libro “Azúcar y política”, editado en Buenos Aires, de la historiadora Marisa Gallego, que será presentado a fines de octubre en la Facultad de Derecho de la UNT. Emilio Nadra hubiera cumplido 98 años el 5 de octubre pasado. Admiro su capacidad intelectual, su prodigiosa memoria y su resuelta manera de ir contra los molinos de viento reales de la injusticia y de la avasalladora potencia de gestión de los asuntos de Estado por los militares golpistas encaramados en el poder. Lo admiro porque ha mantenido el fuego juvenil de sus años de dirigente estudiantil de la ahora centenaria Reforma Universitaria, en estos últimos 50 años de una lucha que hará historia. Mi íntimo homenaje de quien aprendo que nada debe impedir el esfuerzo, cuando los objetivos son claros, justos y necesarios. ¡Gracias querido amigo por tu ejemplo de vida!

Carlos Duguech
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Emergencia alimentaria

Le digo al gobernador, Juan Manzur: ¿emergencia alimentaria? Fueron $ 20 millones para recepción de políticos; $ 30 millones para la Fiesta del Caballo; uso del avión provincial para traslado de políticos y cuánto otro gasto. Lo invito a recorrer  en automóvil la ruta provincial N° 334, tramo Los Pizarro - La Cocha. Un verdadero desastre. Calzada destruida, baches grandes y chicos, grietas, remiendos que ya no existen, riesgo para todos: vecinos, alumnos, profesores, maestros, colectivos, autos rurales, vehículos que transportan producción agrícola, etcétera, lo que constituye un peligro permanente. Además, no existe señalización vial, ni mucho menos banquina para muchísima gente que, todos los días, para hacer deporte, caminando o en bicicleta, sortean cuanto obstáculo existe. Esto se llama inseguridad vial y general. Desinterés. Décadas de decadencia e indiferencia por las cosas importantes. Sepan que tienen la obligación, por ley, de mantener en buen estado las vías de comunicación. La sociedad, toda, espera un gesto importante de las autoridades en salvaguarda de bienes y vidas humanas. Catamarca es un buen ejemplo en el mantenimiento de sus vías terrestres.

Miguel Alberto Corbalán
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Motochorros

Es completamente imposible terminar con estos arrebatos constantes en la vía pública, con estos accionares delictivos, especialmente en nuestra provincia. En muchos de los casos las víctimas son asesinadas a sangre fría, otras terminan con serios daños físicos. Hay una salida fehaciente y muy efectiva que terminaría de cuajo con estos violentos procederes:   se lo aplicó en Colombia, y por decreto presidencial. Se prohíbe la circulación de más de una persona en una motocicleta; con esto, sí o sí, se evitarían los robos, se salvarían vidas inocentes, por aquellos conductores desaprensivos que llevan hasta seis o siete personas en una moto. Se terminarían las irresponsables maniobras de “wheelie” (parar la motocicleta en la rueda trasera) que causan mucho peligro entre los ciudadanos. Les aclaro que no estoy en contra de quienes venden los rodados, y menos en la situación personal de cada familia por el tema traslado. Pero si usamos la conciencia evitaríamos la pérdida de vidas humanas. Es todo un tema. Pero martes 2, en avenida Roca al 400, asaltaron a un ciudadano brasileño robándole sus documentos de suma importancia para poder regresar a su país. Esto es el colmo. A los motochorros no les importa nada. Ojalá esta idea ayude a los funcionarios del gobierno e instrumenten medidas para bajar el índice delictivo.

Daniel Francisco Leccese
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Mejores seres humanos

¡A río revuelto ganancia de pescadores! Este gobierno de Tucumán que está de paso, ha movido tanto el tablero, del sur al norte, del este al oeste que, a mi edad, casi octogenario, veo que se les cayó la máscara a los tres poderes. Así es como veo que en el frente del monumental edificio de la Legislatura leo la palabra “Honorable”. ¡Qué desamor tan fuerte a esa palabra”. En la sociedad hay un desequilibrio total. Todos queremos vivir bien, que sería algo lógico, pero la misma sociedad tiene que conseguir el consenso. Ya en la Santa Biblia, nuestro señor Jesucristo menciona que siempre va a haber pobres. Pero debemos tratar de que sean los menos, para achicar la famosa “grieta”. Pero también tratemos de ser mejores seres humanos.

Osvaldo Arrieta
Calle 7 n° 4.219, Barrio Oeste I
San Miguel de Tucumán

Suba de tensión

El 15/9, una suba de tensión dañó el 90% de los artefactos en mi domicilio. El 16/9, me presenté en EDET para realizar el procedimiento correspondiente. Formularios eternos que incluyen hasta número de serie de cada artículo. Posteriormente, ingresaron los técnicos de la firma a verificar el daño y, a continuación, otra mañana estuve ocupada para notificarme de la resolución que hacía lugar al reclamo. ¡Al fin! Pensé, final del calvario. Pero el día 24/9, se presentó un señor enviado por el service que repararía los daños. Otra mañana más, acompañando al buen señor a retirar y cargar todos los artefactos. Sin televisores, sin lavarropas, sin alarma, sin cargadores, etcétera. El 4/10 me apersono nuevamente en la firma, para presentar una nota solicitando la restitución de mis pertenencias. Antes de recepcionar mi nota, me hacen ingresar a una oficina en donde una empleada me responde que ha pasado poco tiempo y que la firma cuenta con 25 días para darme respuesta. Evidentemente, para esa empleada (que accede a su salario con el aporte de los usuarios), el tiempo le parece poco, pues los días no transcurren en su casa sino en la mía. Entonces, me pregunto: ¿quién defiende a los usuarios? La empresa encargada de prestar un servicio por el que cobra, me ocasiona semejante daño, me resta días de trabajo ocupados en trámites, recepción de personas en mi casa, traslados de ropa al lavadero -pues me encuentro sin lavarropas-, y muchos otros daños colaterales. Como si el maltrato no fuese suficiente, permite que una empleada, lejos de contenerme, reitere el maltrato desde detrás de un escritorio, y simplemente cuando le resulte posible, y en el mejor de los casos, me devolverá mis pertenencias diciéndome: “¿los daños accesorios, que Dios me los pague?” Así funcionan los acuerdos que otros firman en nuestro nombre. Así nos someten a todo tipo de atropellos. Pero eso sí: si me atraso en el pago del servicio, no sólo lo suspenden sino que también me suman la pena correspondiente. ¿Quién determina la pena para el prestador? ¿Por qué debo recibir artefactos reparados?

Norma Nelegatti
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Inseguridad diluida

En un ensayo reciente que acabo de difundir me refiero a “los chicos de la calle”. Son el otro elemento de esta llamada “inseguridad”. Cuántos estudiosos de las estadísticas los señalan en constante crecimiento. Es sólo un resultado de las estadísticas personales de cualquiera que tome un diario en sus manos y observe las notas sobre los políticos. Es la falta de una actitud conciliadora entre las fuerzas políticas que gobiernan el país. Y que aún, cuando cambian sus principales actores, continúan en la misma posición antagónica. ¿El resultado? Que la autoridad, para mermar la indigencia y a su vez la inseguridad de los habitantes del país, está diluida, y es inevitable que cualquier posición sea criticada, sin discutirla y sin usar el diálogo creador, y por eso, los chicos de la calle han seguido un camino casi idéntico a los denominados “villeros”, en lo que respecta a su degradación hasta llegar a la abulia.

Carmelo J. Felice
[email protected]

Cronograma de pago docente

Estoy de acuerdo, plenamente, lo publicado el sábado 5 de octubre, en esta sección, a cargo del señor Pedro Pablo Verasaluse. A ese comentario le agregaría, como descontento, invitar a la inmediata desafiliación del gremio a la toda la docencia. Porque, hasta ahora, se mantuvieron ausentes de todo el frente gremial.

Hugo Antonio Selis
Av. Alem 595
San Miguel de Tucumán

Olor en local cerrado

Solicito a las autoridades correspondientes que tomen las medidas necesarias, para solucionar el olor nauseabundo que sale del local que ocupaba un ex supermercado ubicado en la esquina Corrientes y Muñecas.

María José Lobo
[email protected]

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