Los 11 tulipanes de Jeff Koons desatan polémica

Los 11 tulipanes de Jeff Koons desatan polémica

El monumento es un homenaje a víctimas de los atentados. Los cuestionamientos.

GIGANTISMO. La escultura pesa 33 toneladas y tiene 13 metros de altura. GIGANTISMO. La escultura pesa 33 toneladas y tiene 13 metros de altura.
08 Octubre 2019

Un ramo monumental de 11 tulipanes de más de 33 toneladas, desató la polémica que rodeó la instalación de esta obra que el autor, Jeff Koons, presenta como un homenaje a las víctimas de los atentados de París.

La gigantesca y controvertida escultura “Ramo de tulipanes”, que el artista estadounidense regaló a París, fue inaugurada en los Campos Elíseos.

Con una altura de 13 metros, la búsqueda de un lugar apropiado tuvo que considerar aspectos técnicos, derivados de sus dimensiones, además del rechazo que suscitó la propuesta de instalarla entre el Museo de Arte Moderno de París y el modernísimo Palais de Tokyo. Se ha reprochado a Koons el gigantismo y la banalidad de sus tulipanes, el hecho de que no sea una obra completamente nueva, su elección inicial para instalarla o incluso la financiación de la misma.

No son pocos los que advierten que esa obra extravagante no tiene nada que ver con la tragedia.

Relaciones

La escultura de Koons conecta con la Estatua de la Libertad de Nueva York tanto desde el punto de vista estético como simbólico y económico: ambos son actos diplomáticos que simbolizan la amistad franco estadounidense, la similitud entre la mano alzada de la libertad que sostiene la antorcha y la que tiende un ramo de tulipanes en la obra de Koons y los problemas financieros que rodearon a ambas.

Los tulipanes a modo de globos creados de una aleación de bronce, acero y aluminio en diferentes colores “son una representación de la pérdida, el resurgimiento y la vitalidad del espíritu humano. Para simbolizar la pérdida de las víctimas y sus familias, el ramo está compuesto de 11 flores solamente, la duodécima simboliza la pérdida nacida de los atentados”, explicó el artista.

Koons explicó: “desde París ofrecieron diferentes localizaciones. Yo vine y elegí inicialmente el Palais de Tokyo, y fue cuando surgió la controversia. Nunca hice ese pedido, se me ofreció como una opción y pensé que era una buena localización”.

Respaldado por la embajada de Estados Unidos que afirmó que el arte era un instrumento diplomático, Koons financió la construcción de la obra con fondos de inversión privados y mecenas millonarios, por un total de 3,5 millones de euros.

“No recibí ningún pago por el tiempo dedicado a la obra ni mi equipo tampoco”, tuvo que aclarar el artista quien insistió en que la obra tuvo un sobrecosto superior al previsto que él mismo costeó, según publican las agencias DPA, Reuters y AFP. “También he dado el copyright de la obra: el 80 % de los ingresos está destinado a las familias de las víctimas y el 20 % a la ciudad”, precisó Koons.

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