Archivos familiares en “Estamos grabando”

Archivos familiares en “Estamos grabando”

Lupe Valenzuela recupera y pone en escena viejos audios registrados por su padre entre 1979 y 1985.

EN ESCENA. Andrea Zamora Díaz, María José Medina y Lupe Valenzuela. credito EN ESCENA. Andrea Zamora Díaz, María José Medina y Lupe Valenzuela. credito
15 Septiembre 2019

Los archivos familiares se han transformado frecuentemente en germen de proyectos artísticos, desde la idea de relatos íntimos que abarcan un entorno de situaciones colectivas. La idea de que esos documentos personales, en realidad, describen a la sociedad en su conjunto con la crudeza de lo privado motivó varias creaciones.

En su obra teatral “Estamos grabando”, Lupe Valenzuela recupera viejas grabaciones en cintas de audio que hizo su padre, el músico y sonidista Rafael Pichuco Valenzuela Aráoz, entre 1979 y 1985, a las que suma otros materiales de su familia y los expone para un diálogo abierto. “Busqué explorar las estrategias poéticas y afectivas con las que reconstruir un fragmento de la historia del país desdetres actrices en escena que transitan entre fragmentos de la vida privada y del tiempo histórico percibido desde vivencias familiares, contadas desde la sencillez de lo cotidiano. A través de los audios, los relatos y las imágenes, la escena crea un tiempo otro, que es en sí mismo ficcional aunque los datos y los archivos sean reales. Hay descripciones sobre lo cotidiano, como que sube el precio del pan, por ejemplo”, le dice a LA GACETA.

Junto a la autora y directora actúan en la puesta María José Medina y Andrea Zamora Díaz. El estreno será esta noche, en La Sodería Casa de Teatro.

La idea comenzó a gestarse hace 10 años, y se transformó en un proyecto formal de teatro documental y autoficción cuando la autora y actriz recibió la beca de apoyo a la Creación en Residencia del Programa Iberescena en 2016, lo que le permitió viajar a México durante dos meses y trabajar la supervisión de Luisa Pardo, directora del colectivo “Lagartijas tiradas al sol”. Previamente, la teatrista tucumana ya había abordado su formación en diversos campos, tras recibirse en la Facultad de Artes de la UNT.

“La escritura se desarrolló a partir del trabajo con materiales concretos ciertos, desde los que la obra se pregunta sobre las fronteras existentes entre los hechos, sus interpretaciones y sus reconstrucciones en términos de reescenificación. Por eso es una autoficción, una mezcla de autobiográfica y ficticia, lo que aparece desde el momento en que una misma se cuenta las cosas que vivió. Concibo a la memoria y al olvido como una escena, como un espacio de representación que tiene su teatralidad propia”, explica.

Haber escrito su texto en el año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia la movilizó, admite: “me atravesó especialmente en tanto momento histórico de la Argentina, así como las memorias de mi infancia”.

ESTRENO

• A las 20 en La Sodería (Juan Posse y pasaje 1° de Mayo).

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios