15 Septiembre 2019
DOBLE VIDA. En Israel era Eli Cohen; en Siria, Kamel Amin Tsa’abet. Sacha Baron Cohen realizó una gran interpretación.
Mini serie / por NETFLIX
Buena
Dos operaciones ejecutadas por el Mossad a principios de los años 60 cimentaron su leyenda en el espionaje internacional. Una fue la captura de Adolf Eichmann en nuestro país; otra, la infiltración de un agente en el círculo del poder de Siria, histórico enemigo de Israel. La historia de ese agente, Eli Cohen, es la que recoge esta miniserie de seis capítulos cuyo creador es un especialista en el tema: Gideon Raff, uno de los cerebros detrás de la extraordinaria “Homeland”.
La misión de Cohen, de altísimo riesgo, comenzó con la transformación en un hombre de negocios llamado Kamel Amin Tsa’abet. Su base de operaciones estaba en Suiza y la primera parada fue Buenos Aires, donde se instaló con el objetivo de ganarse la confianza de la comunidad de inmigrantes sirios y buscar una manera de ingresar a ese país sin despertar sospechas. Una vez ubicado en Damasco, Cohen/ Kamel desarrolló un negocio exportador mientras se relacionaba con la élite política y militar. Fue una escalada social que le llevó años. Por las fiestas que organizaba en su departamento desfilaba la crema del poder, con los dirigente del partido Baaz a la cabeza.
Para meterse en la piel del espía, Raff apeló a Sacha Baron Cohen (sin relación con el personaje real), elección que llamó la atención. ¿Un comediante para semejante papel dramático? Cohen derrumbó el prejuicio con una actuación magnífica y sobre ese registro reposa lo mejor de la miniserie. Partido al medio en una dualidad capaz de doblegar su cuerpo y su espíritu, Cohen/Kamel sostuvo esa doble vida con una entereza admirable. El actor lo encarna a la perfección.
La historia va de Israel, donde la esposa de Cohen (Hadar Ratzon-Rotem) y el jefe en el Mossad (Noah Emmerich) desarrollan una particular relación, a los entresijos del poder en Siria. En el medio queda el ida y vuelta de Cohen/Kamel, padre de familia por un lado y espía por el otro.
Raff se basó en un libro de Uri Dan y Yeshayahu Ben Porat (“El espía que vino de Israel”) para contar la historia de Eli Cohen; su hazaña y su drama. Retrató al hombre y también las tensiones de la época, que no son tan distintas de las de hoy en Medio Oriente.
A “El espía” le baja la calificación el trazo grueso formal en varios de sus pasajes. Se notan los problemas de locaciones y cierta endeblez en el rigor histórico. Por caso, el porteño cementerio de la Recoleta asoma con tumbas al ras del suelo. Sólo era cuestión de googlear.
Nuestros favoritos: Alexander Skarsgård, como Randall flagg
La dinastía sueca alumbrada por el patriarca Stellan Skarsgard pisa fuerte en Hollywood. Y es curioso cómo la familia va tejiendo su destino de la mano de la obra de Stephen King. El menor de los hermanos, Bill, protagonizó “Castle Rock” para Hulu y hoy aterroriza al mundo como Pennywise, el payaso de “It”. Pero aquí nos ocupa el mayor de los hijos de Stellan, Alexander, un hombre de hielo capaz de paralizar con la mirada. Es una tentación ofrecerle papeles fuertes, como los que desempeñó desde “True blood” a “Big little liars”. Alexander, que fue Tarzán (con flojo resultado) encarnará a uno de los grandes villanos del stephenkingverse: Randall Flagg, la fuerza destructora de “Apocalipsis”. CBS produce la serie, una de las más esperadas. Apostamos por él.
Streaming: Apple TV será mucho más barato que Netflix
El 1 de noviembre verá la luz Apple TV, la plataforma de streaming con la que el gigante creado por Steve Jobs intentará hacer pie en un mercado convulsionado. La novedad es que costará en Estados Unidos 4,99 dólares, mucho menos que los 13 dólares que pagan allí los suscriptores de Netflix. Apple TV debutará con cuatro series de alto perfil: “See” (con Jason Momoa), “The Morning Show” (con Jennifer Aniston, Reese Whiterspoon y Steve Carell), “Dickinson” (con Hailee Steinfeld) y el thriller de ciencia ficción “For all mankind”.
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