Spencer Holst, fabulador subterráneo

Spencer Holst, fabulador subterráneo

Reedición de un libro de culto.

DIFÍCIL DE CLASIFICAR. Spencer Holst ha sido llamado “el Kafka de los suburbios” por su contemporáneo Allen Ginsberg. DIFÍCIL DE CLASIFICAR. Spencer Holst ha sido llamado “el Kafka de los suburbios” por su contemporáneo Allen Ginsberg.
15 Septiembre 2019

COMPILACIÓN

EL IDIOMA DE LOS GATOS  

SPENCER HOLST

(La Tercera - Buenos Aires)

La Tercera Editorial ha publicado recientemente una reedición del libro más emblemático de Spencer Holst, El idioma de los gatos, una colección de relatos/poemas que, debido a su primera edición por De la Flor en 1972, adquirió un estatus de “libro de culto”, una obra innovadora y fresca que circuló por décadas sin el reconocimiento del gran público pero que gozó de un altísimo prestigio entre escritores y críticos. Aquí vale citar lo que había escrito Rodrigo Fresán respecto del libro: “cada persona que [lo] leía... se convertía en una persona más feliz, más creyente en los poderes mágicos y terapéuticos de la literatura.” Uno no puede más que asentir.

Holst ha sido calificado como “el Kafka de los suburbios” por su contemporáneo Allen Ginsberg. Si bien los datos disponibles sobre Holst son relativamente pocos, se suele comentar acerca de su relación con la bohemia neoyorkina. A propósito de ello, Sebastian Holst, hijo informático, escribió sobre la aventura de haber crecido en un edificio del Greenwich Village que para él representaba “un parque de diversiones gigante”. Las diversiones incluían prófugos violentos, vecinos de la talla de Diane Arbus y luego Dolph Lundgren y un ambiente artístico/utópico de libertad.

No patear gatos

La traducción que circulaba hasta ahora es de Ernesto Schoo, quien fuera asiduo colaborador de LA GACETA Literaria. Con esa vara alta, Santiago Featherston hace un gran trabajo y añade apostillas sobre la vida y obra de Holst a modo de introducción.

Pero hablemos de algunos de los cuentos, que son el plato fuerte del menú. En “El murciélago rubio” -en su momento adaptada como historieta por Alejandro Farías y Enrique Alcatena-, Holst se despacha con una historia de amor fantástica entre un barman y una deslumbrante muchacha, en un entorno carnavalesco. El giro amargo del final contradice los finales felices de algunas fábulas conocidas. “El asesino de Papá Noel” narra, en tono hiperbólico, el final de Papá Noel y su reemplazo por una figura femenina, lo que implica el fin de todas las guerras. El cuento que da nombre al libro trata sobre un científico que descubre la manera de comunicarse con su gato, que le entrega una serie de demandas: “NO PATEAR GATOS. NO A LAS GUERRAS ATÓMICAS. NO A LAS TRAMPAS PARA RATONES. MUERTE A LOS PERROS”. Quien tenga a cargo el cuidado de un felino sabrá que estas exigencias no son del todo descabelladas.

El lugar que ocupa Holst en la literatura norteamericana es un tanto complejo: ¿es un poeta Beat? ¿Un surrealista del underground? ¿Un fabulista posmoderno? Ubicarlo en alguno de los movimientos o períodos de la literatura estadounidense de la posguerra resultaría infructuoso; de ahí su originalidad y su potencia. Bienvenida sea esta reedición, porque pone a disposición de los lectores un libro maravilloso que hasta ahora resultaba difícil de conseguir.

(c) LA GACETA

MATÍAS CARNEVALE

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