Los incendios desatan críticas a la política agrícola de Evo Morales

Los incendios desatan críticas a la política agrícola de Evo Morales

El presidente de Bolivia apostó por convertir al país en un proveedor mundial de alimentos.

“EVONOMICS”. Morales promueve un capitalismo con intervención estatal.  reuters “EVONOMICS”. Morales promueve un capitalismo con intervención estatal. reuters
10 Septiembre 2019

Mónica Machicao y Daniel Ramos
Agencia Reuters

A fines del mes pasado, en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, un poderoso centro agrícola al pie de la selva amazónica, el presidente de Bolivia, Evo Morales se reunió con ganaderos para celebrar el primer envío de carne a China.

Se organizó una ceremonia imponente para marcar el logro de la entrada al mercado masivo de China, justo cuando Pekín busca alternativas a agricultores estadounidenses, clave en el plan de Morales de transformar a su país en un proveedor mundial de alimentos.

“Es una política que permite que Bolivia siga creciendo económicamente”, dijo Morales, el primer presidente indígena de Bolivia, el 28 de agosto en Santa Cruz. El país enviaría 8.000 toneladas de carne de res a China en 2020.

Sin embargo, en las afueras de la ciudad, el costo de la promoción de la agricultura es visible, con incendios, probablemente provocados por un aumento en el desmonte y quema de tierras para la cría de ganado o la producción de soja.

Los fuegos en territorio boliviano, que ocurren al mismo tiempo que en Brasil, amenazan la apuesta de Morales por conseguir su cuarto mandato y otros cinco años de “Evonomics”, su marca de capitalismo con intervención estatal.

Los detractores de Morales vinculan los incendios con las leyes que aprobó para alentar asentamientos de agricultores y ganaderos en áreas forestales. Esto incluye la autorización para un mayor uso del “chaqueo” -la quema de vegetación para preparar cultivos y pastizales-, a pesar de la sequía.

Los incendios amenazan un baluarte natural contra el cambio climático. En las últimas semanas, se quemaron 2,1 millones de hectáreas, incluidas más de 700.000 hectáreas en reservas protegidas, según un informe de la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN).

Los incendios han llamado la atención sobre el apoyo que Morales ha brindado a una industria que estuvo en desacuerdo con su gobierno, poniéndole a la defensiva para las elecciones del 20 de octubre. “Si antes le iba a costar encontrar apoyo de los indecisos, ahora va a ser más difícil”, dijo el analista político Marcelo Arequipa.

A diferencia del presidente de extrema derecha Jair Bolsonaro en Brasil, que describe al cambio climático como un mito, Morales es conocido como un estridente ambientalista, que a menudo expresa la necesidad de proteger a la Pachamama, o Madre Tierra, en foros internacionales.

Morales también busca impulsar el desarrollo y el crecimiento económico de Bolivia, que solía ser uno de los países más pobres de América del Sur. Ahora, se ha vuelto un promotor de las materias primas agrícolas, llamándolos el “nuevo oro” que ayudará a diversificar la economía que depende de la exportación de gas natural.

Después de una lenta respuesta inicia, Morales contrató el mes pasado un Boeing SuperTanker para ayudar a los bomberos a extinguir el fuego. Sus chances de triunfar en la elección depende de si la indignación por los incendios puede ser aprovechada por su principal rival, Carlos Mesa, que lo acusa de “políticas irresponsables”.

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