Vicente Mora: “en el interior se vive más el folclore”

Vicente Mora: “en el interior se vive más el folclore”

El violinista de San Andrés ganó la competencia nacional Vamos las Bandas con un tema dedicado a Jorge Rojas. Grabación en el estudio de Lito Vitale.

PREMIOS. Vicente Mora y su grupo actuarán este sábado en Quilmes y luego grabarán la chacarera ganadora. PREMIOS. Vicente Mora y su grupo actuarán este sábado en Quilmes y luego grabarán la chacarera ganadora.

Con su “Chacarera pa’ los Rojas”, Vicente Mora quiso describir la experiencia que vivió hace cinco años, cuando partió desde San Andrés (en el Gran San Miguel de Tucumán) y se introdujo en el monte cerrado del chaco salteño. Su objetivo era participar de un concurso de violín organizado por Jorge Rojas en su Fiesta de la Cultura Nativa.

“Con la familia emprendimos el viaje hacia Pozo El Bravo; recorrimos alrededor de 15 horas, y seis fueron por camino de tierra. Llegamos, a la noche competí y gané una beca de estudio para menores de hasta 18 años. Allí conocí a Jorge, una persona sencilla y humilde que me apoyó para que siga adelante con la música, porque veía que tenía condiciones. Y se forjó una amistad con él, que quise plasmar en esta canción de agradecimiento”, describe a LA GACETA.

Al año siguiente, y junto a su amigo guitarrista Francis Melián, compuso este tema que le dio una especial satisfacción recientemente: Mora ganó el premio federal nacional Vamos las Bandas, organizado por la Secretaría de Cultura de la Nación y que elegía a un representante por provincia para grabar un disco y actuar en Buenos Aires. La convocatoria oficial apunta a “apoyar la circulación de la música local emergente, a la vez que alentar la producción y la formación profesional”, según su anuncio formal.

Por ello, cuando festejó ayer sus 19 años, la torta tuvo un sabor especial. Ya está armando las valijas para viajar porque el sábado se presentará en Quilmes y luego entrará al estudio de Lito Vitale (miembro del jurado junto a Miss Bolivia y a Emmanuel Horvilleur) para registrar la chacarera ganadora en un ecléctivo CD colectivo con los vencedores del resto de las instancias provinciales, que tendrá distintos estilos. En total, serán 10 días lejos de casa, que servirán para reforzar una carrera dedicada a la música, pese a su corta edad.

El joven violinista no sabe a cuántos grupos tucumanos enfrentó, pero destaca que la convocatoria era muy exigente: “había que ser compositor, tener un tema propio y ser menor de 30 años de edad. Es un honor que el jurado me haya elegido en representación de la provincia”.

- ¿Qué significa este logro?

- Es un gran paso y una gran oportunidad para que muchas puertas más se abran y poder seguir soñando con la música. Hay que hacer bien las cosas y demostrar al público un poco de la música que me gusta, el folclore.

- ¿En qué línea estética te enrolás?

- Me encanta todo tipo de estilo de folclore, desde lo tradicional con guitarra, bombo y violín, hasta las fusiones con el rock, el jazz y tantas otras. Trato de ser creativo, de interpretar chacareras, gatos, zambas, tangos y valses con un sentido y un sonido más abierto, con las ganas de darles un estilo que no se haya escuchado antes. Por eso me gusta escuchar todo lo que pueda de música, para poder implementar las cosas interesantes que oigo en lo que hago con mi grupo. Con esto quiero agradecerle especialmente a mis músicos, que tienen mi misma onda y con quienes nos entendemos muy bien.

- ¿Por qué el género es tan fuerte en tu generación?

- Cuando uno viene del interior de la provincia, como es mi caso que vivo en San Andrés, se da cuenta de que se vive más el folclore que en otros lados. Y no es una cuestión de edad. No falta el asado en familia cada domingo, donde se pone la radio para escuchar a los Manseros Santiagueños, los Tres del Río, el Chaqueño Palavecino y muchos más que nos acompañan sin darse cuenta, y que al mismo tiempo ya están formando parte de nuestra música.

- ¿Qué te permite expresar el folclore?

- Desde muy chiquito lo empecé a vivir y a sentir en mi corazón, en especial porque mi madre, María de los Ángeles Mora, fue ganadora del primer premio del Festival de Cosquín en 1998. Así que nací rodeado de sus sonidos, no aprendí a transmitirla con la danza pero más adelante pude hacerlo con el violín. Cada vez que subo a un escenario espero comunicarme con el público, no en el sentido de hablar y dialogar, sino en expresar cada nota, cada letra y cada melodía que tocamos; si es triste, si es alegre, si tiene intriga, si tiene pasión...

- ¿Qué te gusta cantar?

- Especialmente chacareras de amor, carnavalitos alegres y cumbia en forma de saya. Mi música está pasando por un proceso de creación, de experimentación, de probar cosas nuevas, más estilizadas, y darle un vuelo más juvenil al folclore.

- ¿Por qué elegiste el violín?

- Es un instrumento muy sensible, muy expresivo, con sus notas agudas, sus posibilidades de vibrato, sus melodías dulces y también tristes. Me da un rango muy alto para poder expresarme con libertad cada tema que interpreto.

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