Atlético: al final se desata la euforia

Atlético: al final se desata la euforia

El equipo hizo el primer gol “sobre la hora” de la temporada, algo a lo que está acostumbrado.

MONTAÑA DE ALEGRÍA. Ortiz, Castellani, Bravo, Cuello y varios más se abalanzan sobre Bianchi, autor del agónico gol. la gaceta / foto de hector peralta MONTAÑA DE ALEGRÍA. Ortiz, Castellani, Bravo, Cuello y varios más se abalanzan sobre Bianchi, autor del agónico gol. la gaceta / foto de hector peralta
21 Agosto 2019

El gol de Bruno Bianchi inauguró en su propio torneo una sección de conquistas de Atlético, ya tradicional en cada una de sus temporadas: los que llegan sobre el final del partido.

Nada está escrito sobre “qué se considera un gol agónico exactamente”. Es decir, desde qué minuto se cuenta como uno de ellos. Sin embargo, está casi mundialmente aceptado que los goles sobre el final son los que llegan después del minuto 85.

El de Bianchi llegó a los 87, en medio de una sensación que está casi siempre en estas circunstancias: la necesidad y la incertidumbre. Atlético, como cualquier equipo que sale a la cancha, quería ganar pero su caso era aún más particular: llevaba cinco derrotas de forma consecutiva.

La incertidumbre siempre aparece cuando a falta de cinco minutos para el final del partido (o menos) todavía no se logró el objetivo. ¿Llegará el gol? Lo cierto es que cuando llega, la explosión es aún mayor que si se tratase de una goleada.

“Lo necesitábamos y mucho”, confesó Bianchi tras el partido. Los tres minutos que restaban para llegar a los 90 más los cinco que adicionó Darío Herrera no fueron suficientes como para revertir el resultado y el “Decano” terminó festejando.

“Teníamos que ganar y no importaba mucho el cómo”, agregó Ricardo Zielinski. Claro, Atlético mejoró respecto de los dos primeros partidos; y además ganar con un gol sobre la hora quizás termina dando más ánimo que una goleada. Más si se confirma que el resto físico del equipo se mantuvo a tope hasta el final del encuentro.

En esta temporada, fue el primer gol de estas características para Atlético pero suele hacer muchos más de uno. En la 2018/19, hizo nueve en total. Pocos pueden olvidarse de los goles de Javier Toledo a Talleres: el 2-3 en Córdoba con dos hombres menos a los 89’, el 2-0 en el Monumental, picando un penal. También quedan cerca en el recuerdo el 2-2 de David Barbona a Racing a los 87’ (quizás el gol que puso los ojos “académicos” en el volante) o el zapatazo de Rodrigo Aliendro a Colón a los 89’ (que seguramente hizo lo propio con el “Peti”) o su cabezazo a Estudiantes en el mismo minuto. También el 2-1 de Leandro Díaz a Newell’s en Rosario o el 3-2 de Luis Rodríguez a Independiente, de penal. Ambos a los 85’.

El de Bianchi pasará también a esta categoría de goles bien recordables y aunque el sufrimiento sea mayor y la necesidad aumente, el mundo Atlético está preparado para más goles sobre el final.

El estado de Lucchetti

El plantel tuvo su propio “feriado” ayer y aprovechó el día libre que le otorgó el cuerpo técnico para descansar, tras el triunfo conseguido ante Godoy Cruz, por 1 a 0 en el Monumental.

Sin embargo, los jugadores volverán hoy a reunirse en el complejo Ojo de Agua para retomar los entrenamientos de cara al partido ante Aldosivi, el lunes próximo desde las 19 y en Mar del Plata.

Los trabajos que hagan la mayoría de los futbolistas que jugaron como titular en el partido quedarán de lado ya que lo central será saber cuál es el grado de la lesión de Cristian Lucchetti en su tibia. A partir de ahí, Ricardo Zielinski sabrá si podrá contar o no con el arquero para el partido ante el “Tiburón”.

A través de unos estudios, Lucchetti también conocerá su situación y se evaluará cuánto demandará su recuperación. En el cuerpo médico son optimistas.

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