Por Guillermo Monti
03 Agosto 2019
> CRÍTICAS DE CINE
RÁPIDOS Y FURIOSOS: HOBBS & SHAW | ACCIÓN - PM13 - 135’
Regular
Origen: EEUU, 2019. Dirección: David Leitch. Con: Dwayne Johnson, Jason Statham, Vanessa Kirby, Idris Elba, Cliff Curtis, Eiza González, Eddie Marsan, Eliana Sua, Ryan Reynolds. Guión: Chris Morgan y Drew Pearce. Fotografía: Jonathan Sela. Música: Tyler Bates.
Hace rato que “Rápidos y furiosos” perdió la conexión con el mundo real, así que no sorprende la aparición de un villano llamado Brixton (Idris Elba) dotado de fuerza sobrenatural. Contra él lucharán Hobbs (Dwayne Johnson) y Shaw (Jason Statham), que no son tan opuestos como pretenden a lo largo de más de dos horas de metraje. La tercera en discordia es Hattie (Vanessa Kirby): la hermana de Shaw es clave en la historia porque lleva un virus en el cuerpo que podría desatar el fin del mundo. Brixton necesita capturar a Hattie para extraerle el virus. A lo demás es sencillo deducirlo.
La ausencia de Toretto y de Letty -entre otros integrantes del clan- explican la naturaleza de spin-off de la película, aunque en su estructura, su estética y su espíritu es una más de la saga Rápidos y furiosos. Saga que estrenará el noveno capítulo en 2020, lo que habla de su vigencia pero también de la repetición de una fórmula que inexorablemente se agota. Esas costuras se le notan a “Hobbs & Shaw”, en especial cuando David Leitch (“Deadpool 2”, “Atómica”) se ve obligado a apelar a la fantasía para resolver lo que en otras épocas era -por ejemplo- una gran persecución automovilística.
Johnson y Statham hacen de sí mismos, que es lo que el público espera. Están emparejados a la fuerza, porque se detestan, así que se pasan la mayor parte de la película intercambiando insultos y chicanas. Al principio es divertido y chispeante, después el recurso, de tan monótono, deja de llamar la atención.
Los fans de la saga no pueden quejarse si lo que esperan es acción: hay de sobra y, como quedó claro, más allá de lo humano. Leitch está en su elemento cuando Hobbs y Shaw ponen los músculos sobre la mesa. Escriban toda clase de proezas físicas, que él las filma con gusto. La flaqueza viene por el lado de la historia, previsible a más no poder. Empieza bien, a pura adrenalina en el corazón de Londres, para venirse abajo en una etapa rusa y tocar fondo en Samoa. Es que Hobbs vuelve a casa -y Johnson juega con su sangre maorí para eso- y antes de enfrentar a los malos ensaya el haka con su gente. En fin.
> EL ESTRENO PERDIDO
“DOGMAN”
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