Las inferiores tuvieron clásicos emocionantes

Las inferiores tuvieron clásicos emocionantes

Atlético y San Martín no solo jugaron ayer seis clásicos por el torneo oficial de inferiores de AFA. Se trató de una muestra gratis para el público acerca de cómo serán los enfrentamientos de Primera en un futuro cercano.

ESPERANZA. En estas diviones cada alegría es un paso más a un sueño. la gaceta / foto de Analía Jaramillo ESPERANZA. En estas diviones cada alegría es un paso más a un sueño. la gaceta / foto de Analía Jaramillo
23 Junio 2019

Un clásico es el primer partido que se planifica al arrancar el torneo, aunque este sea en la última fecha. En el Complejo José Salmoiraghi, solo había una cosa en común, pero con distintos colores: el sueño de jugadores y familiares: llegar a la primera.

La camiseta del “Santo” roja y blanca en plenitud, sin sponsors, la del “Decano” con sus bastones celestes brillaba con fuerza. Allí jugaron la Cuarta, Quinta y Sexta. Atlético cosechó dos triunfos y San Martín rescató un empate.

Los gritos de aliento emanaban de los vestuarios dando los primeros ingredientes emotivos del clásico. Las tribunas tenían pocas camisetas de fútbol. Allí abundaban los mates y de a poco, con el ritmo de cada partido, abundaría también la pasión de un partido de Primera.

Se jugó fuerte, pero con honor. Los capitanes imponían orden y respeto: “Pedile disculpas y vení”, “calláte y jugá”, “no hables con el árbitro”, fueron algunas de las órdenes que lanzaban capitanes a compañeros.

El partido más tensionante fue sin dudas el empate de la Quinta (1-1). El dominio “decano” se desvaneció y se hizo de ida y vuelta, el rodaje de algunos jugadores de Atlético que jugaron la Superliga marcó diferencias.

Pero el clásico es eso, un clásico y se vive con intensidad. Tanto hinchas como jugadores coincidieron en la tensión, ansiedad y las expectativas previas.

José Molina, familiar del jugador Fabricio Navarro dijo: “Estamos con toda la familia para acompañarlo, trajimos a los chicos para que se entusiasmen también”. Gonzalo Espinoza jugó para la cuarta del “Santo” y apoyó a su primo de Quinta, Ramiro Correa: “Estamos con mi papá y mi tío, es un clásico, pero el clima es agradable y no tuvimos problemas aquí”. La familia Gijena, de Trancas, dijo presente junto al 10 decano, Andrés: “Siempre estamos aquí con él, sabemos de sus condiciones y disfrutamos verlo jugar, nuestro sueño es que llegue a Primera” confesó su hermano Diego.

Kevin Isa, que surgió en la Quinta también dijo presente. “Esta es mi categoría y vine a ver a mis compañeros, el manager no me dejó jugar porque el lunes arranco con la Primera”, contó.

Las figuras

En el “Decano” Kevin Nickler hizo una diferencia: es un volante de buen juego, transporta bien la pelota, recupera y da pases precisos: “Siempre queremos ganar los clásicos, anoche no pude dormir. Hoy mi familia no pudo venir pero siempre me acompañan”. El héroe “Santo” fue Rubén Argañaraz, el arquero tuvo buenas atajadas y la más importante, el penal del final, salvando el 1-1: “Anoche me imaginaba atajando todo, un clásico es un partido diferente, único y es parte de mi sueño de llegar a Primera”. Sus hermanas y su papá Diego estaban emocionados con lágrimas en sus ojos: “Somos felices viéndolo y estamos orgullosos de ‘Cucú’”.

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