Detectan fuertes ataques de patógenos

Detectan fuertes ataques de patógenos

Roberto Palomo diferencia 
la situación en los cultivos 
por las diferentes fechas de siembra. Más valor agregado.

PALOMO. Opinó que el área con maíz creció por las exportaciones. PALOMO. Opinó que el área con maíz creció por las exportaciones.
22 Junio 2019

El agricultor tucumano Roberto Palomo, radicado en el este tucumano (departamento Burruyacu), analizó para LA GACETA Rural el presente del cultivo de maíz en esa zona productiva, limítrofe con Santiago del Estero. El dialogo comenzó con las siembras tempranas realizadas en diciembre 2018, y culminó con el atraso que tiene la trilla actual por la excesiva humedad que presenta el cultivo en las zonas productivas. Aquí presentamos los principales conceptos que surgió de ese diálogo:

Desarrollo del cultivo: Los maíces viene bien. Espero que disminuya la humedad que tiene el cultivo para comenzar a trillar. El martes a la noche tuvimos una helada liviana; esperamos que eso ayude a que se sequen los maíces. El clima está muy húmedo, por lo que todos los cultivos están retrasados. Deberíamos tener un clima más seco a esta altura del año. Pero, por suerte, los cultivos de invierno vienen bien, con buena humedad en el suelo.

Enfermedades: Existen dos situaciones: a) Los maíces sembrados en diciembre -un gran volumen- aprovecharon la humedad que había en octubre y noviembre. Estos sufrieron el ingreso de patógenos a la espiga; es que estaban maduros, fisiológicamente, al momento de aumentar la humedad; sufrieron ataque de “fusarium”, por ejemplo. b) Luego están los maíces sembrados después de Reyes, que recibieron buena humedad. Éstos tienen un mejor estado sanitario, porque para las lluvias de abril y mayo pasado no estaban maduros y tuvieron un menor impacto de las enfermedades. En algunos casos se llegó a detectar “gorgojos” en las espigas. En mi caso, sembré después del 6 de enero, por lo que vengo con buena sanidad, así que debo esperar un poco más para trillar. Para ambos casos a) y b) existe el riesgo de que haya vientos fuertes y hasta incendios, por lo que recién estaremos tranquilos cuando levantemos ese maíz.

Superficie sembrada: Es cierto que creció el área cubierta con maíz, y esto fue motorizado por la apertura de las exportaciones. Entonces, el maíz tiene una mejor redistribución con la soja; el productor trata de hacer un año soja y otro año maíz; o sino, cada tres años, uno con soja y dos con maíz. Y esto es posible porque la ecuación económica así lo permite, porque las rentabilidades son parecidas. Además, cuando más maíz se hace, al año siguiente se obtienen mejores rindes de soja. Y todo esto se ve favorecido por la política económica nacional.

Mercado internacional: Como en Estados Unidos está más húmedo y hay menos superficie sembrada, están mejorando los precios a futuro en los mercados. Veremos cuando salgo el próximo informe del USDA (Departamento de Agricultura de EEUU), para saber cuántas hectáreas quedaron sin sembrar con soja y maíz en ese país.

Aporte de valor agregado: Es cierto que aumentó la superficie con maíz en la Argentina y en Tucumán, pero también creció el consumo animal. Pero ese exceso de maíz va al puerto de Rosario en su mayor parte. En Córdoba, por ejemplo, hacen mucho bioetanol con maíz; mientras que en Tucumán la caña de azúcar es prioridad con el biocombustible. Por lo que en nuestra provincia se vuelca parte de esos maíces a la forrajería y a consumo de cerdos y aves.

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