Esa puerta que no se abre

Esa puerta que no se abre

Australia fue superior y dejó a Los Pumitas sin la chance de jugar su primera final.

TUCUMANOS. Thomas Gallo avanza con el apoyo de Gonzalo García. Los Pumitas jugarán el sábado por el tercer puesto. prensa uar TUCUMANOS. Thomas Gallo avanza con el apoyo de Gonzalo García. Los Pumitas jugarán el sábado por el tercer puesto. prensa uar
18 Junio 2019

Desde que se hizo cargo de Los Pumitas, el head coach José Pellicena siempre reservó un espacio en sus declaraciones para enfatizar en la idea del éxito como una consecuencia y no como un fin. En ese sentido, el Mundial no es el destino final de cada proceso, sino sólo una parada intermedia dentro de un camino que va mucho más allá, y que apunta a perfeccionar las destrezas de los juveniles con miras a un futuro en los equipos mayores (Pumas, Jaguares, Pumas 7’s y Argentina XV), sin descuidar el aspecto humano y educativo.

No obstante, los objetivos deportivos también son parte del proceso, y aunque Argentina pudo cumplir el de base (estar entre los cuatro mejores del Mundial), se quedó una vez más sin poder abrir una puerta que históricamente le ha resultado infranqueable: la que conduce a la final. Esta vez fue Australia el que se cruzó en el camino, con la ambición acumulada de ocho años sin jugar una semifinal, y la sed de ganar su primer título. Los Junior Wallabies fueron claramente superiores a un equipo argentino muy nervioso e impreciso, y lo reflejaron con un 34-13 que maquilla la inferioridad númerica con la que jugaron todo el segundo tiempo por la expulsión de Michael McDonald al final del primero.

Irónicamente, fue en los últimos 40 minutos cuando Australia pudo estirar la diferencia, que al final de la primera etapa era de apenas cuatro tantos (17-13). Despojados del protagonismo que habían tenido ante Francia, los Pumitas se vieron forzados a defender la mayor parte del tiempo, y el porcentaje de acierto en el tackle estuvo también muy por debajo de lo del viernes.

Desconectado e impreciso en el juego, permeable en la defensa y con el scrum como único aspecto en el que fue superior, el equipo argentino tuvo una luz de esperanza con el try penal y la roja al medio scrum australiano justo antes del descanso. Sin embargo, los Junior Wallabies fueron muy inteligentes para anular la desventaja, cubriendo muy bien los espacios, explotando los que dejó Argentina en defensa, lastimando con el maul y pescando pelotas ante cada descuido (gran tarea de Fraser McReight, casi como un juvenil David Pocock), generando contraataques que la defensa local no pudo contener.

De todas maneras, Los Pumitas aún tienen la oportunidad de igualar el tercer puesto de 2016, cuando el sábado enfrenten a Sudáfrica, derrotado por Francia 20-7. Llevarse el bronce sería una buena recompensa para el esfuerzo de un gran equipo.

La gran sorpresa de la lluviosa jornada fue la derrota de Nueva Zelanda, 8-7 a manos de Gales, que jugará la final por el 5° puesto ante Inglaterra, vencedor de Irlanda por 30-23. Con esa nueva derrota, a lo máximo que pueden aspirar los Baby Blacks es al séptimo puesto, pero para eso deberán vencer a los irlandeses. Por el 9°, jugarán Georgia e Italia.

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