Dani la Chepi: “Me crié en una familia tana donde todo era estentóreo”

Dani la Chepi: “Me crié en una familia tana donde todo era estentóreo”

La actriz y cantante trae su espectáculo “Ella” a Tucumán. De personajes que lloraban todo el tiempo en televisión a influencer en las redes.

MUCHAS EN UNA. Dani La Chepi compone distintos personajes femeninos en su show humorístico musical. MUCHAS EN UNA. Dani La Chepi compone distintos personajes femeninos en su show humorístico musical.
14 Abril 2019

ACTÚA HOY

• A las 20 en el teatro Alberdi (Crisóstomo Álvarez y Jujuy).

Se quedó sin trabajo y sin pareja casi al mismo tiempo. Empujada a reinventarse para tener qué darle de comer a su hija Issabella y para construirse una nueva realidad, Daniela Viaggiamari se lanzó a las redes sociales con videos que la transformaron en una de las influencer más importantes del país, con un Martín Fierro Digital y más de 1.5 millón de seguidores que disfrutan de sus caras, sus ocurrencias y su relación maternal. Y dejó atrás su nombre y apellido para ser Dani La Chepi, abreviatura de “Che, pibe”.

Esta noche, la actriz y cantante actuará en el teatro Alberdi con su espectáculo “Ella”, que -aclara- no es de stand up. En la platea estará su hija de cinco años, inseparable y fiel seguidora de sus dislates y heredera de su desbordante comicidad.

Antes de Internet, había deambulado por múltiples trabajos. “¡Qué no hice y con cada personaje! Con el último famoso que canté fue con Cacho Castaña en varios lugares, pero siempre para otros. Yo no sentí presión. Iba, actuaba, me hacía la linda, me pagaban y me iba a casa, más allá de la satisfacción de cantar en la primera fila en el show de Susana Giménez. En las novelas hacía bolos. Cris Morena me llamaba para hacer de la madre muerta de Luisana Lopilato, y todas las escenas eran llorando. Después, en “Rincón de luz”, yo adoptaba un nene y lloraba. Nadie se daba cuenta de que soy una enferma en hacer reír”, le dice a LA GACETA.

Eran tiempos previos a las redes sociales, cuando todo cambió en cuanto a exposición. Pero La Chepi aclara que ella siempre fue igual, como ahora lo es su hija: “ella todo el tiempo quiere hacer reír, a todos; a veces tengo que decirle ‘no tenés que estar actuando todo el tiempo’”. “En la intimidad es como se la ve en los videos. Si viene mi mamá y se pone a llorar trágicamente porque tiene un hijo en España y otro en Chile, Isa la mira de costado, le hace una mueca y ya a la abuela le lanzó una sonrisa. Me crié en una familia tana donde todo era estentóreo”, describe.

En “Ella” hay presencia tucumana. Sobre el escenario la acompaña Federico Pláate en el piano, porque la música es un elemento fundamental del show. “Es una obra de teatro similar a un tenedor libre, donde se puede comer de todo. Empieza con un monólogo; de repente cantás y después bailás. Hay una parte en la que toca él solo y me aguanta para que yo me cambie de un personaje al otro, porque son todos totalmente distintos”.

Se detiene para enumerar sus composiciones. “Una es una gallega que tiene el nombre de mi madre, larguísimo, y es su historia dramatizada y con mucho humor; está la Jessie es una piba del conurbano que habla raro; surge la cheta imbancable medio facha, medio Micky Vainilla, que lee La Nacion. No es un unipersonal porque está Federico en escena, que está agrandado y actúa, y porque hay una historia con personajes y varias canciones compuestas por él, por mí y por la directora, Noralih Gago, y covers como ‘Somebody to love’, de Queen. Me río y de repente paso a una canción, la gente se queda como en el aire. La gente se va feliz y eso es impagable. Me doy cuenta cuando salgo y estoy dos horas haciendo fotos, más de lo que dura el show”, reconoce.

Las plateas llenas donde se presenta son la expresión física de su éxito virtual. “Es un cambio tremendo. Subirte vos sola al escenario y llevar gente, tener la reponsabilidad de hacer reír, de hacer llorar y hacer reflexionar, y que te recomienden... Mis expectativas están llenas. Este es mi segundo show, y es totalmente nuevo, lo que me cuesta un montón”, concluye.

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