Las quejas por la suba de la luz resonaron en el Concejo

La sala de sesión del Concejo Deliberante de Concepción se transformó en la caja de resonancia de los dramas económicos que enfrentan cientos de familias para pagar sus facturas de luz. La reunión, realizada la noche del miércoles, había sido convocada por el edil radical José Calcagni con el fin de debatir entre vecinos, autoridades municipales, concejales y dirigentes de entidades intermedias, la posibilidad de eliminar de las boletas del servicio eléctrico la tasa municipal por alumbrado, barrido y limpieza. Pero al iniciarse el encuentro se desencadenó un rosario de quejas angustiantes de los usuarios. El tema de fondo pasó a ser secundario. El drama primario que expuso lamayoría fue la falta de trabajo y de recursos para alimentarse. El caso más patético fue el de Analía del Pilar Silva, madre de dos niños de 8 y 10 años. “No tengo ni para comer y debo pagar ahora una factura de $ 1.300, cuando antes no pasaba de $ 300. Con mis chicos vivimos de lo que conseguimos del basural. Ustedes tienen que hacer algo por nosotros. Tengo que darles de comer a mis hijos y no quiero que me corten la luz”, planteó llorando a los ediles. De repente irrumpió su hijo Mateo (8 años) para sumarse a los reclamos: “mientras nosotros nos morimos de hambre, ustedes no hacen nada”, se despachó dirigiéndose a los concejales. “Aquí quedó en evidencia que la situación de angustia económica de muchas familias comenzó a estallar ante la imposibilidad de pagar la luz. Es que si no tienen para comer menos para abonar ese servicio”, dijo la edil Mabel Díaz.

Julio Delgado, presidente del Centro de Defensa Comercial del Sud, afirmó que los planteos formulados por los vecinos son “comprensibles” a partir de los exorbitantes montos que tienen que pagar por electricidad cuando son usuarios de humildes condiciones y de baja demanda del servicio. “El Ersept, la Legislatura y los concejales debieran exigir una revisión de todos los casos de las familias que apenas tienen cuatro focos, una heladera y un televisor y pagan hasta $ 6.000. Es inadmisible, más teniendo en cuenta que algunos no tienen ingresos seguros o si lo tienen no pasan los $ 12.000” consideró. “La eliminación de la tasa de alumbrado no es prudente si se considera que con ese ingreso se mantiene un servicio esencial para la seguridad del municipio”, opinó.

Tarifa Social

El edil oficialista Alejandro Molinuevo, por su parte, indicó que es solidario con el drama que enfrentan los vecinos para pagar sus facturas de luz y atender otras de sus necesidades básicas. Pero, al mismo tiempo, advirtió que tanto él como como sus pares deben ser responsables al momento de tomar decisiones que pueden afectar el funcionamiento de un servicio esencial como el alumbrado público. En esencia, marcó su disidencia con el proyecto de Calcagni. Enseguida anunció: “hay un avance importante para que el gobierno de la provincia anuncie, en los próximos días, la implementación de la tarifa social, la que impactará positivamente en la reducción de los costos de la energía eléctrica”. “Debe saberse que los impuestos municipales sobre los cuales estamos analizando alternativas en beneficio de todos, impactan mínimamente en la boleta de luz, un 11% del valor total promedio” apuntó. El peronista Daniel Fúnez, a su vez, propuso la zonificación en el cobro de la tasa de alumbrado, en función del nivel de consumo que exhiba cada zona. “Un vecino de un barrio adyacente no puede pagar lo mismo que otro del microcentro”, observó. La propuesta de Calcagni, de eliminar el cobro de la tasa de alumbrado mediante la factura de luz, no tiene consenso para ser aprobada, aunque permanece aún en la comisión de legislación del cuerpo deliberativo.