Cartas de lectores

Gracias, Matías Devicenzi

La emotiva historia del enfermero que adoptó un bebé abandonado en el hospital es, para mí, ¡la mejor nota periodística que he leído en mucho tiempo! Reconforta y devuelve la confianza en la humanidad de las personas. Felicitaciones por tu enorme generosidad, Matías Devicenzi, que Dios los llene de bendiciones a vos y a Santino. Tu gesto merece que te otorguen la estabilidad laboral. Felicitaciones a Lucía Lozano y a LA GACETA por difundir estos ejemplos de vida. Que esta historia nos ayude a reflexionar que siempre existen alternativas superadoras al aborto, y que cualquier criatura siempre tiene un lugar de amor en este mundo.

Santiago José Paz-Brühl
[email protected]

Los cuidacoches

Es terrible lo que tenemos que vivir los vecinos del microcentro, con estos personajes que se dicen dueños de las cuadras y usan chalecos refractarios, que cobran lo que se les antoja por “cuidar” nuestros coches y/o camionetas, y quienes muchas veces no son muy educados a la hora de reclamar y hasta exigir su pago. Me pregunto, ¿qué hace el gobierno municipal para regular esta actividad? Viendo por internet el año pasado, en el programa de TV “Panorama Tucumano” de LA GACETA Play, de fecha 21/6/18, se entrevistó al señor Enrique Romero, responsable de Tránsito, quien manifestó que ¡se estaba elaborando un plan para regularizar esta actividad! Pasó un año y la cosa sigue igual o peor. ¿Qué esperan las autoridades? ¿Hicieron un relevamiento con datos de las personas y las calles que “cuidan”? ¿Hay un lugar adonde recurrir en caso de ser víctimas de estos “cuidacoches”? Unos a otros se pasan la pelota y nosotros seguimos a la deriva. Estamos en un año electoral y como ciudadana espero que se tomen medidas urgentes.

Silvia Romero  
[email protected]

Planes sociales y pelea electoral

Las declaraciones de un comisionado comunal viralizadas tras una discusión que mantuvo, tal cual consigna LA GACETA en su columna del domingo 17, revelan, junto a la prepotencia del poder de turno, el irracional desconcepto de propiedad del citado funcionario sobre la cosa pública y, si algún calificativo cabe es el de una extrema desvergüenza, lo que revela del arco dirigencial político -habrá excepciones, por cierto- el más acabado y decepcionante ejemplo de su decadencia. Sobre el particular, afirmo y sostengo que siendo la política una ciencia al servicio de la sociedad por encima de todo partidismo y su circunstancial interés de un resultado favorable en la contienda, aún cuando las chanzas descalificaciones e ironías que de ella surjan, no obstante no estar escritas, sean factor de toda especulación electoral. Pero lo protagonizado por este funcionario -un profesional médico- excede el sentido común, pues tamaño despropósito plagado de incoherencias como: “no saber qué responder”, “el miedo por un reclamo”, y la consabida “situación de estrés”, resulta cuando menos, absolutamente inaceptable y carente de justificación alguna. Por su no queda claro, nadie en el correcto desempeño de su cargo debe coaccionar a un subalterno al punto de humillarlo, sancionándolo o quitándole beneficios que le corresponden, solo por pensar distinto o trabajar para otro espacio político, como si ello fuera “patrimonio privado”, u “orden superior de sus patrones gobernantes”. ¡Nada más arbitrario y deplorable! Asimismo, sostengo, y corríjanme en lo que pudiera errar: los planes sociales, aquí y en cualquier parte del mundo, fueron instituidos no como chequera intimidante de los funcionarios, sino como un instrumento de alto valor social para ayudar al que lo necesite. Vaya, por caso, desde estas líneas, mi solidaridad para aquellos que, por necesidad de contar con un plan social, se ven sometidos a la omnímoda voluntad de los poderosos.

Enrique Imperio
[email protected]

Inseguridad

Otra vez el colmo de la inseguridad. Digo otra vez porque los lectores soñamos con que desaparezca o al menos disminuyan los delitos y podamos circular y dormir tranquilos. Mientras tanto, el Gobierno invirtió un millón de pesos el 1/3 para “su acto político de campaña” cuando concurrió a la Legislatura en cumplimiento de su obligación constitucional, con la presencia de decenas de policías uniformados de custodia. Días atrás leíamos que en una comisaría de la capital improvisaron con tela metálica una valla de contención para evitar fugas de 40 detenidos, pero se les escapó uno; ataques de motochorros a tiros y puntazos, ataques y robo a turistas europeos. También leemos: “Desvalijan 25 oficinas en un lugar céntrico, entre ellas el consulado de España”; “Por el hacinamiento de presos quitaron el inodoro para poder dormir en el baño del calabozo en la comisaría de Alderetes”; “La capacidad de comisarías es de 380 pero hay más de 1.000 alojados”; a lo que el jefe de Policía respondió: “Con menos detenidos haríamos más prevención y la crisis carcelaria es un tema que nos preocupa y nos ocupa”. Interpreto que está reclamando construir una o dos cárceles más. En una de mis reiteradas cartas de este tema, el 23/11/17 decía que Tucumán necesita no menos de 50.000 policías, no menos de 40 nuevas comisarías y cinco o seis cárceles nuevas porque el sistema de “la colcha corta” es el responsable de la alarmante oleada de robos, homicidios y todos los otros delitos del Código Penal.

Ángel Ricardo Salguero

[email protected]

San Pablo

En reiteradas ocasiones, y por los distintos medios, reclamamos por la indiferencia del comisionado rural de San Pablo, ante el abandono total en que está sumida esta localidad. Hoy nos vemos en la obligación de pedir con desesperación “ayuda” a las autoridades provinciales que correspondiera. En el barrio San Jorge estamos atravesando una situación de suma gravedad: la calle principal es totalmente intransitable, al igual que los distintos pasajes, que ante una emergencia puede llegar a ser un daño irreparable. Ahora bien, hasta se llegó al extremo de no tener una sola luminaria en funcionamiento en los pasajes, por ejemplo el Cruz Alta (de más de 200 metros), convirtiendo esto en un espacio con inseguridad permanente -malezas, yuyales, etcétera-, que hacen de esto un caos total. Asimismo, y también con motivo de la torrencial lluvia del lunes pasado, el canal que desagua desde La Rinconada y pasa por el fondo del barrio, pegado a las viviendas, al no ser dragado desde la ultima gestión (hace ya casi cuatro años) desbordó afectando seriamente a los vecinos. Reitero: esto ya deja de ser un reclamo por el abandono, pero sí es un angustiante pedido de ayuda a las autoridades.

Silvia María Siccar
[email protected]

Los sueldos de la clase política

Esta carta no es para protestar ni reclamar. Sólo quiero dirigirme a toda la clase política, incluyendo al señor Gobernador y el señor Presidente que, ante la grave situación económica y social que estamos atravesando y que no se recuerda en nuestra historia, la pobreza está causando estragos, que impactan directamente en el grupo familiar y que ustedes, al asumir sus cargos, juraron trabajar por un país mejor. Estamos cada vez peor, a tal grado de desprestigio que ninguna empresa quiere radicarse en nuestro país, por no ofrecer las garantías que se requieren en estos casos. Hemos sido gobernados 12 años por estos personajes que llevaron a que el país sea ignorado por sus propios vecinos, como consecuencia de la corrupción, la inseguridad, la impunidad y la inflación. Les pido en mi nombre, y en el de todo el pueblo, que se rebajen sus abultados sueldos. Lo que pido no va afectar su cómoda y placentera vida familiar; seguirán disfrutando de la fortuna acumulada durante su gestión. Estoy seguro de que algún político leerá mi carta y tenderá su mano a quien lo necesite. Soñar no cuesta nada. Ojalá que se haga realidad.

Juan Carlos Monasterio
Pasaje Luis Beltrán 1.452

San Miguel de Tucumán

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios