Cartas de lectores

Peligro en Amador Lucero 84

En Amador Lucero 84, un enorme árbol del domicilio vecino al mío tiene sus frágiles ramas apoyando sobre el tendido de los cables de electricidad. Cada vez que sucede una tormenta, estas ramas se quiebran y se caen. Es un gran riesgo, ya que es lugar de tránsito permanente de escolares a toda hora del día, por la proximidad de establecimientos educativos. ¿Quién se hará responsable si ocurre un accidente o una desgracia aún más grave: Espacios Verdes de la Municipalidad o EDET? Ojalá que tomen cartas en el asunto, sea quien sea al que le corresponda la responsabilidad, antes que haya que lamentar víctimas.

Liliana Celia Muller
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Cuidemos los árboles

Quiero a los árboles. Me gustan las plantas; por eso, las que tengo en mi jardín (un limonero y plantas de jardín) las riego y estoy pendiente de cualquier ácaro, hormiga, etcétera, que puedan dañarlas. Ellas hermosean, aromatizan mi fondo y me dan sus frutos -el limonero-, que comparto con todos mis vecinos y amigos. Pero he aquí que en la vereda frente a mi casa existe un árbol que está dañando no sólo mi vereda, sino los cimientos de mi casa con sus raíces, al igual que el árbol de mis vecinos. Amén de ello, debo añadir que el árbol presenta, sin lugar a dudas, alguna enfermedad dada las características del tronco. Y sigo: a lo largo de la vereda de 9 de Julio al 500, sector Oeste, existen dos árboles más que tienen más de 100 años. Si así como leen ¡100 años! Yo tengo 75 y ellos ya existían cuando nací. Sus raíces han levantado las veredas haciendo imposible circular por ellas sin que corramos peligro de caernos y quebrarnos. Esto es afecta a cualquier transeúnte y más aún a aquellos que circulan en sillas de rueda, o utilizan un trípode o un bastón, etcétera, y por qué no los que andamos sin necesidad de estos auxiliares, pero ya no tenemos el equilibrio y la agilidad de los jóvenes. ¿Quiénes se harían responsables de estos accidentes? Invito al presidente de la Sociedad Amigos del Árbol a transitar por esta arteria y ver si no es necesaria la extracción de estos ejemplares, y que por supuesto sean reemplazados por otros. ¿Qué tal colocar naranjos que dan sombra, fragancia y fruto sin dañar veredas y casas? Quiero hacer notar que he recurrido a la Municipalidad de San Miguel de Tucumán, para que extraigan el árbol que daña mi propiedad, sin resultado alguno, así que los conminé a que lo hicieran. Hasta hoy no tengo respuesta alguna, por ello siento que estoy desamparada y por lo tanto actuaré por mi cuenta.

Juana M. Farías
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El accidente de Sergio Denis

Lo que le sucedió al cantante Sergio Denis no fue un accidente, y todo lo que lo dañe tienen responsabilidad penal. Los responsables ante la Justicia son el director del Teatro Mercedes Sosa, el secretario de Cultura de la provincia y cualquier otro funcionario y/o empleado que desarrolle funciones en el teatro. No cumplieron con la Ley de Seguridad e Higiene Laboral, que prevé cuáles son las medidas de precaución que deben adoptarse para que no suceda lo que le pasó al cantante. Ergo, cometieron negligencia, impericia y falta de idoneidad gravísimas, ya que se habían producido caídas anteriores. Tampoco cumplieron con los permisos municipales de Catastro Edificación y Defensa Civil. Si ocurriera lo que todos no queremos que ocurra, deberían (esos responsables) ser juzgados penalmente. El Gobernador ya les debería haber pedido la renuncia para que no cometa el delito de encubrimiento y falta a los deberes de funcionario público, que también está previsto en el Código Penal vigente.

Julio César González
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El cambio climático ya está

Se termina el verano, pero aun así las últimas tormentas siguen causando zozobra en la ciudad. Las fuertes lluvias que precipitan en el pie del cerro (deforestado en gran parte para construir countries), se abren camino cuesta abajo a gran velocidad, y últimamente también, cargadas de barro y de sedimentos. Se suma a esto la pequeña dimensión de los canales (pluviales) existentes. Es necesario, de una buena vez por todas, aceptar que las lluvias cada vez serán peores producto del cambio climático y que no estamos tomando las medidas necesarias para evitar que se produzcan mayores daños, como caídas de puentes, familias inundadas y zonas anegadas. La problemática ambiental que vive Tucumán es realmente seria y no está teniendo el tratamiento que requiere. El Jardín de la República está enfermo.

Sebastián Aguilar
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Problema con los colectivos

Comenzaron las clases y muchos ciudadanos siguen esperando la adjudicación de la licitación de la Línea Urbana de Colectivos N° 11. Su servicio es deficiente; varias unidades son obsoletas, con más de 10 años de antigüedad y con asientos deteriorados, falta de higiene, de cortinas y de aire acondicionado para los días calurosos. De su frecuencia ni qué hablar: a veces tienen demoras de hasta 45 minutos, con colas en las paradas con hasta más de 15 personas entre madres con niños en sus brazos, escolares, adultos, personas mayores y hasta algún discapacitado. Después de la larga espera se llegan a superponer hasta cuatro unidades juntas; es un desastre, y algunas hasta llegan con carteles de “refuerzo”. ¿Refuerzo de qué? Circulan con las unidades vacías porque sólo llegan hasta la avenida Avellaneda, para seguir por Santiago del Estero. Sí, ¡la gente necesita que refuercen los servicios en los barrios Obispo Piedrabuena, Villa 9 de Julio y El Colmenar! Pero debo destacar que es bueno el trato que recibimos de los choferes. Señores del Gobierno: preocúpense por el pueblo que les da dado el voto para que legislen a favor de la comunidad.

Artemia C. Gómez
Blas Parera 425

San Miguel de Tucumán

Alegres perspectivas

Incontenible alegría me produjeron las declaraciones del presidente Macri, cuando aseguró que dentro de 10 años tendremos inflación de un dígito, es decir que el conocido flagelo podrá estar entre el 1% y el 9%, ya que todo el espectro es de un dígito. Por otra parte, me sorprendió enterarme de que continua vigente el privilegio que tienen los legisladores del Congreso para vender los pasajes que no utilizan. Esto significa un monto extra, que para algunos adelantados puede estar cerca de los $ 100.000. Este importe, sumado a las jugosas dietas, hace que algunos legisladores perciban mensualmente unos $ 300.000. Es evidente que las Cámaras se han preocupado seriamente para que sus miembros puedan superar la línea de pobreza de la remuneración mensual de una familia tipo, la cual, según algunas estadísticas, rondaría los $ 20.000. No veo que estos privilegios, que constituyen la principal preocupación de la llamada “clase política”, tengan coherencia alguna con la crítica situación del país. Visto que este comportamiento irresponsable, que se repite interminablemente desde hace muchos años, sigo preguntándome -para superar mi ignorancia-, cuál es la utilidad de la llamada actividad política, convertida en un deporte no muy diferente al fútbol. Los jugadores-políticos conforman una pléyade de aspirantes a cargos públicos, a quienes los llamados politólogos, ampulosamente, acostumbran a calificar según su “muñeca política” y la astucia con que se manejan dentro de un partido, para lograr postularse con posibilidades de arribar a buen puerto. Esto quiere decir que si gana, podrá ubicarse en alguno de los niveles del gobierno que le permitirán gozar de los consabidos privilegios.

Humberto Hugo D’Andrea
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