27 Febrero 2019
“Vamos a destruir ese muro de impunidad y van a caer todos presos”, expresó Alberto Lebbos. Como todos los martes, la convocatoria lo encontró frente a Casa de Gobierno, exigiendo justicia por los casos que siguen sin resolverse. “Ellos creían que no iban a poder destruir ese murallón, pero jamás estuve solo. Con la lucha todo se puede y ahí están, presos”, dijo.
Luego de que el lunes dictaran sentencia para los seis imputados en la causa Paulina Lebbos, la joven que fue secuestrada y asesinada el 26 de febrero de 2006, su padre salió a la calle para recordarla en el aniversario número 13 de su muerte. “Lo que son las casualidades: el juicio comenzó el mismo día que cumple años la hija de Paulina y terminó un 25 de febrero. Todo es muy simbólico -relató-. Hace 13 años que venimos a la plaza y me sigue conmoviendo la historia de la gente. Esto me parte el alma”.
El papá de la joven contó que después de la muerte de su hija fue encontrando en el camino gente maravillosa y que la unión es importante. “Las personas se paran y se animan a contar lo que les pasó. Es muy sanador. Se descargan”, continuó.
En medio de carteles que decían “Senador Alperovich diga el nombre del asesino de Paulina Lebbos”, y remeras con las fotografías de sus familiares que son víctimas de la impunidad, cientos de personas se concentraron ayer a las 19 en plaza Independencia. Las unió el reclamo de justicia. Desde las 19.30 empezaron a subir al escenario para compartir su testimonio y “darse fuerza”, como dijo Lebbos.
“Alberto es el ejemplo a seguir, es una lucha que no silencia. A él le tocaron todos los impunes de Alperovich y sus secuaces, y a mí De Vido. Este es un 26 de febrero diferente”, destacó María Luján Rey, madre de Lucas Menghini Rey, joven que perdió la vida en la tragedia de Once de 2012.
Lo que viene
Después de conocerse el fallo en el juicio por el crimen de Paulina, Lebbos dijo que la lucha continúa y que ahora comienza una nueva etapa de la investigación, en la que aparecen numerosos protagonistas. “La pena por el delito por falso testimonio es de 10 años y el de encubrimiento seis años; o sea que los que mintieron pueden estar encerrados más que los encubridores. Y hay muchos...”, agregó.
“Coincido con lo que dijo uno de mis abogados, Emilio Mrad. El asesino nos lleva 13 años de ventaja. Ese murallón que pretendían armar lleno de impunidad de a poco se está empezando a caer. Gran parte se cayó la noche de la sentencia -enfatizó Lebbos-. A medida que se desintegre ese muro construido por el clan Alperovich-Rojkés, la verdad empezará a surgir”.
“En este juicio, que llevó años para que se pueda dar, se descubrió que todo lo que yo había presentado en abril de 2006 sobre encubrimiento era verdad. Nos dijeron que nosotros mentíamos, que era todo una difamación”, dijo. “Trece años pasaron. Ahora se abrió una puerta en donde se pudo ver a protagonistas que estaban escondidos”, remarcó. “Manzur tiene que prestar atención a esto”, añadió.
Por su parte, Matías Bagnato, sobreviviente de la “Masacre de Flores” e integrante del Observatorio de Víctimas de la Impunidad, remarcó que para él Lebbos es un emblema de Tucumán y que las marchas sirven para visibilizar la problemática de la víctima. “Antes la víctima luchaba sola, ahora estamos todos unidos. El juicio por Paulina fue histórico”, indicó.
“Este es un momento para celebrar. Cuesta mucho llegar a una etapa de juicio, el hecho de que hayan sido condenados los imputados por la muerte de Paulina es motivo de festejo por lo que se consiguió”, recalcó Luján Rey.
Lebbos agradeció a quienes cada semana lo acompañan en su lucha, y pidió que no bajen los brazos. “Todo llega. Hay que continuar la lucha, sé que es doloroso pero se puede. Esta provincia tarde o temprano tiene que cambiar”, exclamó. “Alperovich es un cobarde que se esconde y pronto estará sentado en Tribunales. Les aseguro que no esperaremos 13 años”, advirtió.
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