19 Febrero 2019
CINCO SEMANAS EN GLOBO.-
Cinco Semanas en Globo
Julio Verne
Editorial Espasa (147 páginas)
Lo elijo porque...
Es el libro que me inició en la lectura y tal vez otro no hubiera sido tan eficaz en ese momento. Es hermoso descubrir que se puede atravesar el África de 1860 en un globo aerostático sin salir de tu habitación. Aún hoy mantengo guardadas en la memoria imágenes como la presencia de esos misteriosos, milenarios y poderosos árboles llamados baobab.
Fragmento del libro “cinco semanas en globo”
-¡El cielo nos abandona!-dijo Kennedy- ¡Vamos a caer! Joe no respondió, no hacía más que mirar a su señor.
-¡No!-dijo él-. Aún podemos desprendernos de más de ciento cincuenta libras.
-¿Dónde están?- preguntó Kennedy, pensando que el doctor se había vuelto loco.
-¡La barquilla!-respondió el doctor- Colguémonos de la red. Las mallas nos sostendrán y llegaremos al río. ¡Pronto! ¡Pronto!”.
Megafón, o la Guerra
Leopoldo Marechal
Editorial Seix Barral (360 páginas)
Lo elijo porque...
Leopoldo Marechal es el Maradona que puede hacer malabares con la palabra aún dormido, en sus novelas nos convida con toda la literatura clásica y las cuestiones fundamentales del hombre. Nunca más volví a leer de la misma forma después de encontrarme con el último párrafo de esta obra. El autor se está por morir y sale de la argumentación y nos dedica un simpático adiós.
Fragmentos de “Megafón, o la guerra”
“Sea como fuere, todo aquí está en movimiento y como en agitaciones de parto. ¡Entonces, dignos compatriotas, recomencemos otra vez! Así lo aconsejaba Heródoto, gran farol de la Historia, que sabía un kilo. ¡Y adiós, que me voy!”.
“La Tristeza no es un gas inodoro como sostienen los químicos… La tristeza huele a jabón de azufre, a rana en su pozo y a helecho que brota en la juntura de dos ladrillos”.
Siesta
Gabriel Gómez Saavedra
Ediciones Último Reino (64 páginas)
Lo elijo porque...
Es un libro precioso. Da la casualidad que Gabriel Gómez Saavedra es un tucumano que habla de la provincia con una prosa poética sin fisuras. Cuando leemos “Siesta” leemos Tucumán con calma. Lo dulce de la caña de azúcar y la lluvia de ceniza negra, aparece un vientito sur que nos pondrá atentos y surgen recuerdos varios que no están en la televisión.
Fragmento del libro “Siesta”
“No intervenir en el estiramiento del bambú; ni en las luces nuevas de los lapachos; ni en la lluvia despertando las chapas. Hay ritmos que rodean sin pertenecernos”.
“Tendido cara abierta hacia la sombra del ficus, el borracho descalza el tiempo y lo duerme en él. Recuerdos y olvidos se tocan y copulan, anulándose en la boca que es ya de las moscas. La camiseta de Atlético, el amanecer que debilitó la garganta y el porrón volcado en su última ternura”.
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