Asignaturas pendientes con San Pedro de Colalao

Es un lugar privilegiado no solo por su paisaje. Pocos pueblos cuentan con dos ríos, petroglifos, zoológico, quesos, quesillos, dulces, la humita, un teatro, una reserva fitozoológica y una gruta religiosa. San Pedro de Colalao está ubicado a 93 kilómetros de San Miguel de Tucumán, hacia el norte, se llega por la ruta nacional N° 9 y se empalma con la provincial N° 311. Alguien con una vena poética bautizó a la villa veraniega como Sucursal del Cielo, y es un lugar de encuentro de muchas familias y jóvenes.

Estas bondades se ven a menudo opacadas por quejas de pobladores o de veraneantes que ponen en evidencia la falta de progreso en muchos aspectos. Hay reclamos que tienen que ver con la deficiencia de los servicios, el deplorable estado de las calles y los caminos, su escasa o a veces nula iluminación, que pone en situación de riesgo al transeúnte en la nocturnidad de ser arrollado, por ejemplo, por un cuatriciclo, la basura y la falta de contenedores. La terminal de ómnibus, ubicada a dos cuadras de la plaza Leocadio Paz, sigue siendo impresentable.

En nuestra Sección Cartas de ayer, un lector señaló que cuando llega la temporada turística se maquilla el sector céntrico, pero se ha trabajado en la prestación óptima de los servicios públicos de la villa que ha experimentado en los últimos años un gran crecimiento urbano. “Por ello se hace imperiosa su recategorización y equipamiento (no puede ser una comuna de cuarta), tarea que les compete a los legisladores del Este conjuntamente con el Ministerio del Interior. Lo curioso de esto es que son incontables los políticos, ex funcionarios, gremialistas, profesionales y hasta empresarios que cuentan con residencia temporaria en el lugar, a quienes por lo visto poco y nada les preocupa esta sempiterna cuestión”, escribió. Indicó que la población sampedrina se compone de un 30% de residentes estables y un 70% de temporarios que sufren esta falta de preocupación y de respuestas por parte de las autoridades responsables. Añadió: “cuesta creer que esta comuna no disponga de un parque automotor propio (maquina motoniveladora, camión volquete, pala cargadora, desmalezadora mecánica, etc.) y las palas y machetes se mandaron a guardar. Tanto es así, que cada vez que tiene que realizar este tipo de trabajos, recurre a la buena voluntad de maquinarias prestadas o alquiladas a otras reparticiones públicas”, señaló don Ysmael Díaz.

Si bien en varios aspectos, la villa turística, fundada en 1858, ha progresado, muchas de las virtudes no son explotadas, como el teatro “Enrique Pinti” que podría tener una intensa actividad musical y teatral, particularmente durante el verano, cuando se produce la mayor afluencia de visitantes. La plaza Leocadio Paz, que data de 1898, no puede permanecer sin luz como sucedió la noche del sábado pasado sigue siendo el lugar de encuentro; la instalación del gas natural significaría un progreso importante.

“El turismo es clave como fuente de trabajo y de ingreso. Tucumán de a poco va ganando un lugar muy importante como un actor central en eventos, en congresos, en reuniones”, le dijo a nuestro diario el gobernador. La Sucursal del Cielo aguarda que se haga realidad su apelativo y se convierta en uno de los motores de la industria sin chimeneas provincial. La tierra de don Agapo Gamboa, donde está enterrado Osvaldo Costello, notable músico taficeño, merece un mejor destino. “San Pedro de Colalao, pedazo de Tucumán, te canto esta chacarera, nunca te voy a olvidar”, dice El Colorao Herrera.