Cartas de lectores

EDAD DE IMPUTABILIDAD I

El autor de una carta escrita el lunes se horrorizaba porque un lector de LA GACETA del domingo estimó que la edad de imputabilidad de los menores debe reducirse a los 12 años, porque a esa edad los niños ya saben distinguir entre el bien y el mal. Pero, debo decirle al autor horrorizado que existen países con mucha mayor vida e historia que el nuestro, en los cuales la edad de imputabilidad es establecida desde los 10 a los 18 años. Por ejemplo, Francia fija esa edad en 13 años; Holanda en 12; Inglaterra en 10; Alemania en 14, etc. Pero, y como es de esperar en países civilizados del primer mundo, los Tribunales de Menores deben demostrar que en el momento de la comisión del delito el “niño” tenía capacidad para discernir y era consciente de que estaba actuando mal. En el caso de los “jóvenes” de 16 a 18 años, esos mismos Tribunales parten de la presunción de que tienen capacidad de discernimiento y que comprenden la criminalidad de sus actos por lo que, en esos casos, es la defensa de los menores la que tiene que demostrar lo contrario. A aquellos países no les va tan mal en este aspecto, y le aseguro que no hacen distinción entre niños/jóvenes educados o no, blancos o “negros de miércoles”, ni “planeros”. Tampoco estimo que los regímenes de esos países sean “inquisidores del Siglo XIII”, ni mucho menos “ultraconservadores del paleolítico”. Simplemente cuidan a sus ciudadanos de bien es decir, a los buenos padres o madres de familia, trabajadores, honestos, pagadores de impuestos, etc. No debemos refugiarnos sólo en los “Derechos Humanos”; también hay que considerar seriamente los “Deberes Humanos”. Cuál es la solución? La educación, por supuesto. Una vez que se produzca una verdadera política de educación en nuestro país, comenzaremos a transitar el camino de la erradicación de, entre otros muchos males, la delincuencia adolescente y juvenil. Los frutos de tal política educativa la veríamos recién en 20 o 30 años. Mientras tanto, el Estado debe velar por la seguridad de sus ciudadanos de bien. El Gobierno nacional intenta, tímidamente, paliar esta situación bajando la edad a los 15 años, intentando dejar atrás los más de 70 años de populismo y dictaduras que nos dejaron entrampados en esta situación.

Jorge Vides Almonacid

Edad de imputabilidad II

El lector Jorge María Miranda ha calificado de “tentativa de repuesta” e “inmerecedor de réplica” a mi comentario sobre su carta en la que apoya la pretensión de reducir la edad a los fines de la imputabilidad de los delitos. Dice que, no obstante, lo responde por “razones de cortesía”. Se lo agradezco, pero no puedo dejar de apuntarle que se equivoca cuando afirma que mi texto carece de precisión; antes bien, establecí con toda claridad que consideraba bastante absurdo el fundamento de la mera comprensión de la diferencia entre lo bueno y lo malo para bajar la vara. Recordemos que yendo mucho más allá del proyecto de Cambiemos que lleva el límite a los 15 años, el lector Miranda no establecía piso alguno, mencionando la edad de 12 a título meramente ilustrativo. La “comprensión de criminalidad del acto” como fundamento del castigo sostenido en la edad arcaica del Derecho Penal, se ha metamorfoseado salutíferamente por otro de nítidos perfiles humanistas como lo es el de no separar al niño y al adolescente del seno del hogar a una edad temprana. Así lo establece el áspero comunicado del Grupo de Curas en la Opción por los Pobres, que agrega que los aires de violencia, represión y punición que soplan en la región (’bolsonarización’) son los que animan a este tipo de iniciativas, fundamentos que me parecen son compartidos por la lúcida carta de otro lector, el Sr. Guardia Bosñak, que deja valiosas enseñanzas para Miranda y coreutas que han evidenciado complacencia con su posición. Para aquél la pauperización que el sistema genera y del que deriva la delincuencia juvenil, resulta intrascendente para explicar y esclarecer la cuestión y la solución radicaría en la ley del garrote de multiplicar penas y cárceles, línea en la que se inscriben también los cierres de escuelas y universidades, el desfinanciamiento de programas sociales y el intento de militarizar la sociedad, proponiendo las armas como remedio a los males sociales. Es evidente que ese fuerte ventarrón consiguió despeinar a mi circunstancial adversario, llevándolo a volver una mirada añorante en dirección a la Dictadura de 1976. Pero como cortesía con cortesía se paga, me veo obligado a hacerle ver que los derechos humanos nada tienen que ver con los derechos difusos con los que los confunde, porque estos son aquellos que afectan a un grupo indeterminado de personas sin agresión directa a persona definida, no obstante lo cual el Derecho asigna a cualquier miembro del grupo acciones para prevenir o hacer cesar el daño temido o provocado por la conducta antijurídica. A menos que el término “difuso” haya sido empleado en otro sentido, mucho más peligroso, y que trae otra vez a la mente la sangrienta dictadura, pues llevaría a exculpar los asesinatos, desapariciones y torturas perpetrados entonces. Al fin y al cabo, el derecho a la integridad física y a la vida misma entrarían en la categoría de difusos e imprecisos, susceptibles por lo tanto de una excusable confusión interpretativa.

Clímaco de la Peña

Basurales

Es tragicómico escuchar la reiterativa propaganda municipal sobre el manejo de la basura responsabilizando a la gente del desastroso estado de higiene del gran San Miguel de Tucumán para no entregar la basura a los carros, etc. Resulta que el sistema actual de contenedores plásticos dispuesto por la municipalidad estos años ha generado por toda la ciudad los basurales “oficiales”, iguales o peor que los “clandestinos”. Simplemente porque no dan abasto, e inducen a la gente a que dejen la basura en cualquier horario y de cualquier forma. Alguien dijo una vez “si quieres hacer un basural, pon un tacho de basura”. El servicio de recolección es pésimo (responsabilidad del municipio), no respetan días ni horas, ahora en enero es peor, justo cuando hace más calor, y es la verdadera razón de este desastre. El problema es que no sabemos qué hacer con la basura. Pero este sistema a las claras no funciona. En Yerba Buena están adoptando el mismo método gracias a lo cual tengo ahora un basural “oficial” en la puerta de mi casa. El olor, el mosquerío, es insoportable. !Gracias totales!

Hugo Sanchis

Alfonsina Storni 1.450

Yerba Buena

Sin rumbo

Mientras anuncian el kilo de pan a $ 100, el récord histórico de inflación, la caída inminente de la industria, los altos porcentajes de pobreza infantil, el presidente, Mauricio Macri, dice: “este es el camino, no hay otro, debemos seguir”. Ni Guillermo Moreno cuando era vocero del kirchnerismo se animó a tanto.

Williams Fanlo

Azcuénaga 980

San Miguel de Tucumán

Ataque terrorista

El 19 de enero se cumplen un aniversario más del brutal ataque a la Unidad Militar de Azul, Buenos Aires. Se adjudica el hecho la organización armada Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). Han pasado 45 años y aún hoy conservo recuerdos muy vívidos. Recuerdo de esa noche los primeros disparos, corridas, confusión, bajar muy rápido las persianas, apagar las luces, tirarnos al piso. Recuerdo aún el tableteo de las ametralladoras, las detonaciones de las granadas, el miedo. Puedo escuchar el ruido de las orugas de los tanques y el motor del helicóptero que bajaba a llevarse los heridos. El miedo, seguía estando. Perdieron la vida el general Camilo Gay y su señora, el soldado Daniel González y varios heridos. A mi papá, coronel Jorge Ibarzábal, lo secuestran durante 10 meses para luego asesinarlo. Con su secuestro no sólo se lo llevaron a él, también se llevaron nuestra niñez, nuestra adolescencia, nuestra juventud. Para valorar la búsqueda de la memoria hay que recordar en qué condiciones lo tenían, me refiero a las condiciones humanas, me refiero a sus derechos humanos, al que asesinaron de tres disparos estando amordazado, con sus ojos vendados, dentro de un armario metálico con 35 kilos de peso. A los derechos humanos de su esposa, de sus hijos, de su familia, mi familia y los derechos humanos del pueblo que él, como militar defendió hasta ofrendar su vida, como lo hicieron muchos otros hoy olvidados.

Silvia Ibarzábal

Vice presidente Asoc. Familiares y Amigos de

Víctimas del terrorismo en Argentina

San Pedro de Colalao

Sistemáticamente, cada vez que comienza la temporada veraniega en San Pedro de Colalao, los residentes temporarios hacen sentir sus quejas por el mal estado de las calles y caminos, falta de desmalezamiento de cunetas, sitios baldíos en estado de abandono, escasos contenedores de basura, falta de alumbrado, estación terminal de colectivos que deja mucho que desear, etc. Tarea y control que le compete a la Comuna del lugar. Organismo que evidencia falta de actualización y jerarquía. Cuando llega la temporada turística maquillan el sector céntrico para lanzar publicitariamente su comienzo, sin prevenir algo tan esencial como son los servicios públicos y el aspecto general de esta atractiva villa que crece urbanísticamente a los cuatro vientos como pocos; hechos que al parecer desconocen los responsables de turno, por lo que la Comuna resulta incompetente para tanta demanda. Por ello se hace imperiosa su recategorización y equipamiento (no puede ser una Comuna de cuarta), tarea que les compete a los señores legisladores del Este conjuntamente con el Ministerio del Interior. Lo curioso de esto es que son incontables los políticos, ex políticos, funcionarios, gremialistas, profesionales y hasta empresarios que cuentan con residencia temporaria en el lugar, a quienes por lo visto poco y nada les preocupa esta sempiterna cuestión. La población sanpedrina se compone de un 30% de residentes estables y un 70% de residentes temporarios que sufren esta falta de preocupación y de respuestas por parte de las autoridades responsables. Cuesta creer que esta Comuna no disponga de un parque automotor propio (maquina motoniveladora, camión volquete, pala cargadora, desmalezadora mecánica, etc.) y las palas y machetes se mandaron a guardar. Tanto es así, que cada vez que tiene que realizar este tipo de trabajos, recurre a la buena voluntad de maquinarias prestadas o alquiladas a otras reparticiones públicas, San Pedro tiene el privilegio de contar a un paso con los ríos Tacanas y Tipas, ambos proveedores de agua, ripio, piedras y arenales, lo cual permitiría, entre otras tareas, poder pavimentar y/o enripiar toda el área comunal y más todavía.

Ysmael Díaz

Mario Bravo 247

Banda del Río Salí

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