“Hasta mañana; espero leer tu nota”

“Hasta mañana; espero leer tu nota”

Lluvia, enfermedades, vacaciones, recambio por las vacaciones. Un cóctel que resiente el trabajo. Paralelamente: vacaciones terminadas, presidente haciendo política, gobernador retomando la conducción de la provincia, decisiones inconclusas, agendas pendientes. En el mundo: el Brexit preanuncia cambios...

Era la hora de armar la edición papel. La guía era el sitio digital. De pronto: la confirmación de la entrevista con el gobernador. Ese tipo de hechos tranquiliza a los editores cuando las páginas están en blanco. Es difícil que la tapa esquive estos desafíos. Algo saldrá de esa entrevista, aún cuando el gobernador evite definiciones. Finalmente, terminó en la portada.

La rutina de la redacción hace previsible hasta las tapas. Hasta que alguien rompe la lógica: “hasta mañana, espero leer tu nota, suerte”, le dice al despedirse una joven periodista a su colega que está terminando una crónica de la sección Mundo. Una frase tan simple y tan rica que la rutina suele olvidar. Sin egoísmo y llena de entusiasmo. La juventud, la pasión por el periodismo y por la sorpresa, ayudan a renovar el entusiasmo por este oficio y por la lectura.

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