Yerba Buena y sus problemas de urbanización

Yerba Buena y sus problemas de urbanización

11 Enero 2019

En la década de 1960, la poblaban fincas, imponentes árboles, suntuosa vegetación, una tranquilidad demorada en coros de pájaros. En pocos lustros, sufrió un cambio vertiginoso en pos del modernismo. A diferencia de otras ciudades que crecieron desordenadamente alrededor de su fuente de trabajo, como los ingenios azucareros o el ferrocarril, ella lo hizo a la vera de una avenida. En pocos lustros, la Ciudad Jardín se pobló inesperadamente de bares, restaurantes, centros comerciales, countries, pero también de numerosos barrios. A la avenida Aconquija, su columna vertebral, le salió una pujante competidora, la Perón. El jardín se fue urbanizando y en los últimos años, sin una planificación adecuada que contemplara los nuevos tiempos.

Un arquitecto y urbanista, uno de los mentores del Código de Ordenamiento Urbano de Yerba Buena, promulgado en 1994 y que aún se encuentra vigente, se refería a este desbarajuste en una entrevista, realizada por nuestro diario en septiembre pasado. Sostenía que la ciudad debía ser inteligible. “Que un búlgaro, por ejemplo, sepa cómo transitarla por primera vez. Hoy es caótica. Nadie puede caminar hacia ningún lado. No hay veredas. Las calles están rotas. Y la basura se encuentra tirada. Eso indica que sus habitantes tienen un problema de educación. Las ciudades no se hacen solas. Las hacen quiénes las habitan”, manifestó.

Se refirió a la necesidad de actualizar el Código de Planeamiento, que tiene ya más de dos décadas. “Es necesario aggiornarlo, una ciudad está siempre en construcción. Es dinámica. Las ordenanzas también deben serlo... A mi entender faltan plazas en vez de parques. Debería exigírseles a los emprendedores que cedan terrenos para plazas públicas. Tampoco veo un lote factible de ser convertido en un parque; estamos apretados. Tal vez podría proyectarse uno en la unidad ambiental siete, entre la avenida Perón y San José”, dijo.

Yerba Buena se ha transformado en una urbe vehicular, el tránsito es voluminoso. Una mujer que recorre a diario varias cuadras de la Fermín Cariola contó hace poco que antes, esa calle era más tranquila y no había problemas. Pero con el pavimento, se convirtió en una opción de la avenida Aconquija y su tránsito era intenso. Le preocupaba que las personas mayores no poseyeran la agilidad de los jóvenes y, justamente, esa falta de reflejos agravaba el riesgo que sean atropellados.

Las personas que poseen limitaciones físicas deben sortear varios obstáculos. “Viajo en colectivo. Bajo en la avenida Aconquija y camino cuatro cuadras por la calle. Son 400 metros, pero no hay ni 50 de veredas... Yerba Buena era un pueblo, ahora es una gran ciudad, pero sin veredas. Es como una adolescente, a la que le falta desarrollarse. Si quiero ir a algún shopping, por ejemplo, lo pienso tres veces”, dijo un joven licenciado en Filosofía.

En julio de 2010, un funcionario de Obras Públicas de Yerba Buena afirmó que la superficie total ejecutada con veredas era del 40% -el resto, un 60% era de tierra y pasto- y que planeaban construir 10.000 metros cuadrados más.

Sería importante si las autoridades le prestaran una mayor atención a estos y otros problemas, que sin planificación adecuada corren el riesgo de desmadrarse y convertir definitivamente a Yerba Buena en una ciudad cualquiera, sin estilo. Si no se riega y se cuida con esmero el jardín, en algún momento, sus flores se terminarán marchitando.

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