“Antes cargaba 100 vinilos, ahora basta con dos ‘pendrives’”

“Antes cargaba 100 vinilos, ahora basta con dos ‘pendrives’”

Según el dj Juan Laureano Alonso, la tecnología permite la vigencia de la vieja escuela, esa que creció con las bandejas y no se despega de ellas.

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01 Enero 2019

Por Emiliano Romano

Los logros tecnológicos de los últimos tiempos han sido insuperables. En el campo de la música, que es donde mejor afloran los sentimientos, los cambios son extraordinarios. Lo digital con lo analógico se complementan de una manera exquisita para avanzar juntos en el desarrollo del arte de los sonidos. Juan Laureano Alonso es dj y lo pone en estos términos: “antes debía transportar 100 vinilos a la discoteca. Hoy llevamos dos ‘pendrives’ en el bolsillo. Antes necesitábamos todo un estudio, sintetizadores y ‘sampleras’ para poder producir un tema. Con un simple software, una computadora y unos buenos auriculares, hoy estamos haciendo canciones en casa”.

El gran avance técnico, según Alonso, radica en la posibilidad de expandir los límites conocidos de la música y de jugar con los sonidos. “No estamos hablando sólo de mezclar dos canciones. Cuando yo comencé, por ejemplo, sólo podía reproducir un disco compacto con MP3. Esas compacteras evolucionaron y ya directamente la información va en un ‘pendrive’. Hoy en día, insisto, con un ‘pendrive’ de 16 gigabytes estás tocando toda una noche”.

Al borde de la extinción

A Alonso le gustan los “fierros” viejos. Muestra, orgulloso, una bandeja salida de fábrica de 1979 que cuida con devoción. “Es más vieja que yo. Le digo ‘mi nena’”, sonríe. Hay djs todavía más enamorados de estas máquinas, que no tocan otra cosa que no sea vinilo. Eso sí, usan dispositivos especiales que les evitan el fastidio de tener que cargar el material en un acoplado. Esas ventajas modernas permiten que “la vieja escuela” siga vigente.

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El dj tucumano precisa que ya hay bandejas con puerto USB incorporado, que se conectan directamente a la computadora. “La bandeja no se va a terminar de perder nunca. Sí hubo una pausa cuando nació el disco compacto: parecía que había muerto el vinilo, pero hoy el vinilo está a la orden del día. Ojo que hay países donde nunca desapareció, pero en otros casi se extingue”, compara Alonso.

El vinilo enciende pasiones. “Los fanáticos exceden el oficio del dj. Me refiero a esa gente que se sienta a tomar un buen trago o un café, y escucha un disco de punta a punta. Yo estoy en un grupo llamado ‘Vinilos Tucumán’ y ya organizamos dos ferias. Jóvenes y mayores participan de esta cultura que no se perdió. Como dije, hubo un intervalo, pero el vinilo está ahí pisando con mucha fuerza”, relata.

La tecnología pone la posibilidad de ser dj al alcance de la mano. Alonso dice que cada vez más chicos de ambos sexos se suman a su gremio. Sin embargo, el pinchadiscos observa que las máquinas no resuelven todo. Precisa: “el dj que empieza con su computadora se pierde un montón de pasos y caminos porque no cultiva el oído que le permite armar las mezclas. Si bien la tecnología ayuda y mucho, y facilita las cosas, hay una parte humana que es indispensable: para pasar música primero hay que ser melómano”.

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