Festejos sin pirotecnia

Festejos sin pirotecnia

El sufrimiento de los niños con autismo. La concientización de los vecinos para preservar a los chicos, las mascotas y las aves.

Festejos sin pirotecnia
15 Diciembre 2018

A la hora de levantar las copas las familias que tienen chicos con autismo pasan por momentos críticos. Los fuertes estruendos pueden producir llantos, nerviosismo y hasta autolesiones. Es una situación angustiante, porque los chicos entran en crisis.

Para algunos, el festival de luces pueden significar un sufrimiento, donde cada explosión implica un verdadero calvario. Dado que molestan a este grupo de personas de una forma tan intensa podemos eliminar el uso de la pirotecnia y sustituirlo por cualquier otra actividad igual de interesante, pero que no sea estresante para los chicos con autismo. No es aceptable que estas personas que pasar un mal rato para que los demás disfruten.

Cada vez son más las organizaciones de padres con niños autistas que promueven campañas para que en las fiestas de fin de año no se utilicen petardos ni bombas de estruendo a fin de preservar a los niños. Estas iniciativas apunta a optar por formas de celebración que no perjudiquen a otros.

Una persona con autismo puede tener afectado el oído, todos los sonidos les llegan con la misma intensidad y pueden llegar a tener sensación de dolor.

Diego Tarkowski, psicólogo y director del instituto San Martín de Porres, donde se encuentra la Fundación Ayuda al Niño con Autismo (ANIA), explicó lanzaron la campaña “Pirotecnia 0, que las fiestas sean felices para todos”. Se trata de la difusión de mensajes para generar conciencia. “Hay familias que cambian su rutina en estas fechas. Pasan la Navidad solos, encerrados, sin poder compartir con los demás, porque el chico necesita ambientes muy protegidos para evitar el desencadenamiento de esas conductas. Hay que ser un poco más amables y pensar no solo en la diversión de tirar un cohete en la calle”, afirmó.

En la mayoría de los casos, los chicos con autismo tienen hipersensibilidad auditiva. Las bombas de estruendo y los cohetes son extremos y generan dolor o estrés. “Son decibles muy altos -dijo Tarkowski-, que ingresan al sistema nervioso de manera directa. No pueden filtrar y regular esos sonidos y son invasivos. Sumado al a imprevisibilidad del sonido”.

Las fiestas sin pirotecnia no solo es por los personas con autismo. “Hoy en día -resaltó Tarkowski-, sabemos que el impacto negativo también es para los bebés, las mascotas, las aves silvestres. Son mas las contras que los puntos a favor”, remarcó.

La concientización de los vecinos es la clave; la mayoría lo acepta y puede prescindir de esta forma de festejar.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios