Hay que cuidar el suelo como soporte productivo

Hay que cuidar el suelo como soporte productivo

El suelo es el soporte de toda vida que se da en nuestro planeta y debe ser cuidado para las generaciones venideras, para procurar alimento y vida en todo sentido de la palabra. Con el calentamiento global, que es la elevación de las temperaturas debido a las emisiones de gases de efecto invernadero, se provoca mucha inestabilidad ambiental.

 > EDITORIAL

A raíz de los graves problemas climáticos que se vienen dando en el planeta por el calentamiento global, entre los principales perjudicados no solo está el hombre, que sufre las consecuencias que él muchas veces provoca, sino también el suelo y toda la naturaleza. El suelo es el soporte de toda vida que se da en la Tierra y debe ser cuidado para las generaciones venideras, para procurar alimento y, definitivamente, vida en todo sentido de la palabra.

Con el calentamiento global, que es la elevación de las temperaturas debido a las emisiones de gases de efectos invernadero, se provoca inestabilidad ambiental con fenómenos climáticos que perjudican al suelo. En el caso de Argentina, se dieron aumentos de lluvias en el Centro y Norte del país, incremento de la duración y frecuencia de sequías en el Centro y Norte de la Argentina, y de la duración y frecuencia de sequías en el Oeste y el Sur, que muchas veces son fenómenos que rotan e región en región, provocando desastres en los cultivos y en las diferentes economías donde se presentan estos problemas. Éstos son algunos de los efectos que ya se están haciendo sentir en la Argentina y en el mundo, y que podrían repetirse con intensidad creciente en los próximos años o décadas, si no se logra morigerar los efectos perjudiciales de las acciones antrópicas que perjudican el ambiente y al suelo.

Con respeto al suelo, la Unión Internacional de las Ciencias del Suelo (IISS) elaboró una resolución, en 2002, proponiendo declarar el 5 de diciembre Día Mundial del Suelo, con el fin de resaltar su importancia como un componente crítico del sistema natural y su contribución vital al bienestar de la humanidad.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estableció el Día Mundial del Suelo, como una plataforma para incrementar la sensibilización a nivel mundial. Así, la Conferencia de la FAO, en junio de 2013, apoyó de forma unánime la celebración en esa fecha y pidió que se adoptara oficialmente durante el 68° período de sesiones de la Asamblea General. En diciembre de ese año, este órgano de la ONU declaró, mediante una resolución, el 5 de Diciembre como “Día Mundial del Suelo”, además de 2015 como Año Internacional de los Suelos.

Desde 2012, la FAO y la Alianza Mundial por el Suelo han organizado eventos para recordar este importante día, que es celebrado en todo el mundo durante la semana pasado. Es por ello que debemos tener siempre en cuenta que mientras no hagamos nada para evitar más desequilibrios en el ambiente y en los suelos, los efectos negativos seguirán dándose año tras año.

Tomando de ejemplo nuestro país, desde hace ya varios años que los desequilibrios climáticos vienen generando sequías e inundaciones de manera reiterada en el calendario y en diversas zonas del país.

En nuestra provincia, las lluvias de fines de octubre y comienzo de noviembre pasado, sumadas a las sorprendentes bajas temperaturas que se dieron en lo que va de diciembre, nos deben alertar de que el clima nos quiere decir algo.

Por ello, es importante señalar que el sector agropecuario regional y nacional tienen desafíos diversos y numerosos para poder seguir mejorando la forma de producir, ya que los aportes dados desde hace tiempo atrás -donde apareció la siembra directa, menor uso y mejores agroquímicos, menor uso de agua y la utilización de mejores semillas genéticamente modificadas para su mejor adaptación en cada región-, no son suficientes y hacer muchas veces un inadecuado manejo de estas herramientas terminansiendo perjudicial. Es importante que en el NOA se sostengan e impulse un mayor uso de las rotaciones con el cultivo de maíz para mejorar el sistema productivo, pero bajo las actuales condiciones de producción y comercialización de este cultivo es, hoy, prohibitivo para los productores de la región, sin importar su escala productiva.

Es para ello necesario la toma de decisiones políticas que fomenten su cultivo, ya que la siembra de granos en esta región, a raíz de sus condiciones agroclimáticas y geográficas debe ser considerada con economía regional, y que la producción de este cereal estival tenga incentivos que impulsen al hombre de campo a producirlo.

A esto debe sumarse un mayor fomento a mejorar la conservación de las cuencas de altura, a evitar el desmonte en zonas de altura y de pendiente, donde el bosque o los montes son esponjas que absorben el agua de lluvia y evitan las escorrentías. En definitiva, buscar la forma de conservar el suelo y evitar problemas medioambientales sólo se logra con generar conciencia en toda la sociedad y cumplir con las reglamentaciones vigentes en la conservación ambiental.

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