La salida de médicos cubanos puede causar un apagón sanitario en Brasil

La salida de médicos cubanos puede causar un apagón sanitario en Brasil

Retiran a los profesionales del programa de cooperación por amenazas de Bolsonaro.

PROFESIONALES DE LA SALUD. El plan “Más Médicos” se aplica en Brasil. reuters PROFESIONALES DE LA SALUD. El plan “Más Médicos” se aplica en Brasil. reuters
17 Noviembre 2018

BRASILIA, Brasil.- La salida de los más de 8.000 médicos cubanos de Brasil a raíz de lo que Cuba llamó “amenazas” del presidente electo, Jair Bolsonaro, causará un “apagón” de atención sanitaria en 28 millones de personas, alertó esta semana la Confederación Nacional de Municipios.

Un primer contingente de 215 médicos cubanos partió de Brasil luego de que el gobierno cubano decidiera finalizar el acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para participar del programa “Más Médicos”, que había instalado en 2013 la entonces presidenta Dilma Rousseff.

El gobierno de Cuba atribuyó la decisión a las amenazas del ultraderechista Bolsonaro contra su país y las advertencias de que quiere expulsar a los médicos cubanos.

La Confederación Nacional de Municipios -incluidos intendentes favorables a Bolsonaro-, advirtió que la salida de los profesionales cubanos afectará a cerca de 28 millones de personas que se atienden actualmente por el programa “Más Médicos”.

“Entre los 1.575 municipios que tienen solamente médicos cubanos del programa, 80% poseen menos de 20.000 habitantes. La salida de estos médicos sin la garantía de reemplazo puede dejar sin atención médica a 28 millones de personas”, dice la confederación de alcaldes.

Servicio público

“Más Médicos” es un programa iniciado en 2013 por el cual médicos extranjeros y brasileños recibidos en el exterior fueron convocados a trabajar en regiones inhóspitas o de alta conflictividad, donde los profesionales locales se negaban a trabajar.

Bolsonaro acusó a Cuba de estar “esclavizando” a sus médicos porque el fisco cubano se quedaba con el 70% del salario, mientras que el gobierno de Cuba sostiene que eso forma parte de una misión humanitaria en acuerdo con la OPS y con Brasil.

De los 16.000 extranjeros trabajando en “Más Médicos”, la mitad son cubanos.

El canciller brasileño, Aloysio Nunes Ferreira, intregrante del gobierno que entregará el mando el 12 de enero a Bolsonaro, dijo que el Ministerio de Salud está preparando una convocatoria para reemplazar a los cubanos en puestos de salud en favelas, selva amazónica, tierras indígenas y en el semi-árido nordestino.

El gobierno de Michel Temer anunció ayer que empezará a seleccionar en las próximas dos semanas a médicos locales para reemplazar a los más de 8.000 cubanos que dejarán el programa de cooperación “Más Médicos”.

“La selección de profesionales brasileños en la primera llamada de una convocatoria pública será realizada en noviembre”, señaló el Ministerio de Salud brasileño en un comunicado.

La comparecencia de los médicos en los municipios ocurrirá “inmediatamente tras la selección”, agregó el texto.

Las plazas en concurso son 8.322, se informó.

Las autoridades brasileñas tenían agendada una reunión con representantes de la OPS para tratar el tema antes de que se convierta en un problema más grave.

El conflicto que condujo a la retirada de los cubanos tiene también un trasfondo ideológico y se vincula con la oposición de Bolsonaro a todo lo que venga de Cuba o tenga algúna conexión con el socialismo o el comunismo.

A su vez, Cuba acusó a Bolsonaro de haberse referido de forma “despectiva y amenazante” a sus médicos y lo responsabiliza por pretender cambiar las condiciones del acuerdo para firmar contratos individuales.

“Condicionamos la continuidad del programa ‘Más Médicos’ a la aplicación de tests de capacidad, el (pago del) salario integral a los profesionales cubanos, hoy destinados mayoritariamente a la dictadura, y a la libertad para traer a las familias”, escribió Bolsonaro en Twitter.

El anuncio sobre la inminente salida de los cubanos generó un debate público en Brasil.

Organizaciones locales alertaron sobre la pérdida de atención sanitaria en regiones pobres, mientras que políticos y asociaciones médicas saludaron el cambio para evitar lo que califican como “trabajo esclavo”.

Según cifras oficiales, el programa ha garantizado desde el comienzo cobertura para unos 63 millones de brasileños. (DPA)

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