Por LA GACETA
16 Octubre 2018
La tranquila -pero no por ello preocupante- serenidad de un feriado se alteró al mediodía. Se asomó a una de las puertas de la Redacción y saludó con la alegría de siempre. Y, todo se paralizó. Viejas anécdotas, nuevas historias y, principalmente, el relato de lo que significaba la nueva vida de jubilado. La tarde comenzó con alegría del encuentro.
Luego del entusiasta reencuentro con “El Pila” se avanzó con una jornada apagada. Ni el triunfo de Los Pumitas cambió mucho la vida de la Redacción. Sí alteró las previsiones que se habían hecho sobre la tapa del diario. Apenas terminó el partido la imagen principal se instaló en la portada. Era la transmisión de buenas ondas ante una jornada que venía de sentir los efectos por el episodio del accidente de un joven que está en coma después de participar en una “previa” a la salida del sábado. También impactaron los allanamientos a un desarmadero que atendía de noche. En tanto, los periodistas concentraron sus tareas para entregar un informe completo sobre el acto peronista de mañana y la continuación de los episodios por la faltante de agua en El Mollar.
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