10 Octubre 2018
MUJERES AL VOLANTE. El plantel femenino podrá competir profesionalmente en un gran premio. FOTO TOMADA DE MOTORBIT.
El año que viene se estrenará una nueva competencia automovilística sólo para mujeres que busca convertirse en un trampolín hacia la Fórmula 1, anunciaron hoy los organizadores de las W-Series.
El evento, que otorgará 1,5 millones de dólares en premios, empezará en los primeros meses de 2019 y tendrá seis carreras en Europa, aunque en el futuro se espera que se expanda a Estados Unidos y Australia.
"Desde las W-Series creemos firmemente que las mujeres y los hombres que pilotan pueden competir entre sí en igualdad de condiciones si se les dan las mismas oportunidades", señaló el ex piloto de Fórmula 1 David Coulthard.
"Por el momento, sin embargo, las mujeres que conducen en carreras tienden a alcanzar un 'techo de cristal' al nivel de la GP3 o la Fórmula 3, a menudo como resultado de la falta de fondos en vez de falta de talento".
Los organizadores esperan crear "un hábitat automovilístico competitivo y constructivo" que proporcione las habilidades necesarias para poder competir en la Fórmula 1.
Las pilotos no necesitarán patrocinadores para competir, pero tendrán que superar una selección que será llevada a cabo por un jurado. Habrá entre 18 y 20 mujeres que pilotarán un Tattus T-318, un bólido de la Fórmula 3, informó la agencia Dpa.
"Ahora mismo hay muy pocas mujeres compitiendo en pruebas de automovilismo individudales", indicó la directora ejecutiva de las W-Series, Catherine Bond Muir. Y agregó: "la nueva competición incrementará ese número muy significativamente en 2019, lo que desatará el potencial de muchas pilotos".
Además de Coulthard, también están involucrados en el proyecto Adrian Newey, diseñador de Red Bull, y el ex mánager de McLaren Dave Ryan.
El motor es un deporte reservado de momento a los hombres: sólo dos mujeres, las italianas Maria Teresa de Filippis y "Lella" Lombardi, llegaron a competir en un Gran Premio de Fórmula 1.
En total fueron cinco las pilotos que formaron parte de una escudería en la máxima competición del motor. La italiana Giovanna Amati fue la última que logró un volante, en 1992, pero no llegó a correr ningún Gran Premio.
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