Cartas de lectores
08 Octubre 2018

Tarifazos (I)

En nuestro país no hubo ninguna “crisis energética” entre 2003 y 2015. La crisis energética debió ser fabricada a los efectos de reconvertir la energía en una mercancía, a fin de beneficiar a un puñado de familias y corporaciones. El macrismo está proyectando la mayor estafa energética de la que tenga memoria la historia. A casi dos años de asumir el gobierno de Mauricio Macri, con políticas de ajuste, desindustrialización y pobreza, con incrementos absurdos e injustos, sobre todo injustificado de las tarifas, el macrismo es el autor de la “crisis energética”. Hoy, nos desayunamos que el Gobierno autorizó a las empresas de gas a cobrar un importe extra en sus facturas, para compensar el impacto de la devaluación en sus balances. El gas acaba de subir otro 35% y la semana pasada se anunció un recorte en los subsidios de la tarifa social. El gobierno de Macri dispuso que las distribuidoras de gas podrán cobrar a los usuarios un importe “extra”, en 24 cuotas mensuales, para compensar el impacto de la “marcada variación del tipo de cambio”. Serían unos $ 10.000 millones, que pasarán del bolsillo de los usuarios al de las empresas. El “tarifazo en marcha” encarecerá el servicio del gas a los usuarios, lo que se suma al incremento de entre un 30% y un 35% aplicado desde el 1 de octubre, lo confirmó el secretario de Energía de la Nación, Javier Iguacel, a fin de “compensar” a las empresas gasíferas, según la resolución de la Secretaría de Gobierno de Energía, publicada este viernes en el Boletín Oficial. Será retroactivo a abril, las 24 cuotas contemplarán un interés en base “a la tasa activa cartera general diversa del Banco de la Nación terminarán de pagarse recién en el año 2020. Las diferencias diarias acumuladas y actualizadas al 31 de diciembre de 2018 “serán distribuidas por las prestadoras del servicio de distribución a cada usuario, tomando en consideración los volúmenes consumidos por éstos durante el período abril-septiembre de 2018”. Es decir, que los usuarios que más hayan consumido durante la temporada invernal, deberán pagar más. Luego de asumir Macri, en diciembre del año 2015, en un mensaje a la ciudadanía afirmó: “Vamos a volver a exportar gas y el país se va a llenar de fábricas”. Nada más falso y, por desgracia, lo peor es que una proporción de la sociedad se lo haya creído. El tarifazo es irrazonable, injusto, ilegal, inconstitucional, en pocas palabras es una estafa.

Julio Argentino Gómez

Tarifazos (II)

Aprovechando este espacio cedido gentilmente por el diario LA GACETA, me dirijo al ministro de Economía de la Nación, y a todo su equipo, para decirle ¡basta de tarifazos!, o ¿ustedes creen que el bolsillo de los asalariados es semejante al de un pantalón de un payaso? Soy de la opinión que si han fracasado en la gestión, que se vayan y que no sigan haciendo daño a los que no tienen o no les alcanza el dinero.

Jacinto Barrionuevo

Peronismo colaborador

A la media noche del día 22 de noviembre de 2015, la opinión de una parte de la sociedad argentina, era unánime: “el peronismo ya no existe”. Sin embargo, transcurrieron tan sólo unos meses, cuando este grupo de incompetentes asumió los destinos del país, salieron sigilosamente a buscar el apoyo de los que ya no existían, y para lograrlo, utilizaron las más variadas artimañas. Primero, eligieron un cuasi peronista, lo llevaron de paseo a la reunión del G-20 en Davos, y lo presentaron como el futuro conductor del peronismo en el país. Posteriormente, y con el incondicional apoyo de los medios que blindaron y siguen ocultando la crisis en que nos encontramos inmersos, inventaron la calificación de peronistas racionales, colaboracionistas, etcétera, que más adelante serían los que, con su voto en el Congreso y el apoyo de algunos gobernadores, hicieron posible el más espectacular de los desfalcos financieros, y de los otros que nos pusieron de rodillas, en especial ante organismos de crédito como el FMI. Todo esto sin olvidar que había que mantener viva la llama de la desunión del peronismo, para impedir que existiera oposición a los planes nefastos que ya tenían organizados. El primer manotazo a los jubilados lo dieron en nombre de la justicia social y ocultando las verdaderas intenciones de fondo, que eran blanquear los capitales en negro que tenían en el exterior, y cuyos titulares son los mismos funcionarios, sus familiares, amigos, etcétera. Para conseguir sus objetivos se valieron de la figura de la Reparación Histórica, que supuestamente compensaría lo que los jubilados perdieron durante años, y también del peronismo racional o colaboracionista, sin perder de vista que en ese grupo hay políticos apretados por causas judiciales, y también gobernadores que endeudaron irresponsablemente a sus provincias en dólares, y que por salvar su libertad y sus intereses están servidos en bandeja a la UTE de Cambiemos. Ya con todo el circo armado, les dieron el segundo golpe a los jubilados quitándoles más de $ 100.000 millones de sus ingresos, para poder pagar una pequeña parte de los intereses de la deuda. Estos peronistas racionales y colaboracionistas, con seguridad, serán los que por medio de los diputados y senadores de sus provincias, votarán en favor del Gobierno el Presupuesto Nacional 2019, y nos terminarán de entregar a las fauces de los lobos del FMI. Aprovecho esta oportunidad para recordarles a los que con un celular en una mano, y una mascota en la otra votaron a Mauricio Macri, con la esperanza de pasar de la clase baja a la clase alta, que se equivocaron porque el mismo Presidente los mandó al subsuelo de la escala social. Para finalizar, creo que todos los intentos de mantener la división del peronismo, se terminarán cuando el partido de Perón vaya a una gran interna partidaria, sin exclusiones, pero con la grandeza de no sacar los pies del plato cuando se conozcan los resultados.

José Emilio Gómez

No es bueno

Como el malogrado pastor Martin Luther King, cuando el 28 de agosto de 1963 acuñó la expresión “yo tengo un sueño”, el 3 de octubre de este año, el ministro de Justicia de la Nación acotó la frase “no es bueno”, la misma que debiera repetirse y explicarse en todas las aulas. No es bueno que los ex presidentes reciban sentencia para quedar presos, como tampoco lo es que los presidentes y los gobernantes y políticos roben al pueblo, condenándolo a vivir en la miseria económica, sanitaria, alimenticia y mental. No es bueno que dispongan de los impuestos para solventar sus propias campañas políticas, colocando gigantografías con sus fotografías y nombres, llegando a establecer el delito de la estafa política, con el engaño de postularse para un cargo y renunciar al mismo para favorecer a otra persona. No es bueno que los jueces se olviden de la ética. incumpliendo la sentencia que ellos mismos suscribieron o hagan pasar el tiempo, como el sonado caso de prescripción del contrabando de armas, que provocó la muerte de muchas personas y la destrucción de un pueblo de la provincia de Córdoba. No es bueno que haya discriminación generalizada de los ciudadanos, de tal manera que el poder económico, social y político impida que los argentinos sean iguales ante la ley. De ahí que el 61% de los ciudadanos en las cárceles federales, no tengan sentencia firme pese a que sus delitos son inmensamente menores que los perpetrados por la ex mandataria y, al mismo tiempo, goce de la protección de los fueros. No es bueno que los funcionarios públicos, en ejercicio, se ufanen de ser candidatos a cargos políticos, ganando sueldo y gollerías (excesos) propias de sus función utilizando, incluso, materiales, herramientas y vehículos oficiales, cuando por ética debieran renunciar antes que sus nombres se divulguen. No es bueno que las personas ocupen calles y hagan huelgas autodenominándose “clase trabajadora”, dedicándose a destrozar la infraestructura del Estado, como también a transgredir el derecho de los demás. No es bueno que, en cumplimiento del art. 38 de la Constitución, se contribuya al sostenimiento de partidos políticos, cuando la Cámara Nacional Electoral, creada por Decreto en 1987, no haya definido qué es un partido político, ni controle la estadística de afiliados, el origen y destino de sus fondos y su patrimonio. De las 25 organizaciones reconocidas en Tucumán, sólo 17 figuran como partido; las restantes tienen otras denominaciones que no figuran en las cartas magnas de la Nación y la provincia, no obstante los dineros del pueblo alimentan las arcas de esos grupos.

Fernando Sotomayor

J. B. Alberdi 139
San Miguel de Tucumán

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