La vandalización del patrimonio urbano

La vandalización del patrimonio urbano

Es el espíritu de destrucción que no respeta cosa alguna, sagrada ni profana; también la práctica consistente en destruir bienes ubicados en la vía pública. Estas acciones destructivas contra el patrimonio urbano son propias de inadaptados sociales, quienes se valen generalmente de la escasa o nula vigilancia, generalmente durante la nocturnidad, para causar daño. El grado de vandalismo es el reflejo de la educación y la cultura de una comunidad. En San Miguel de Tucumán, estas expresiones de la barbarie suelen ser moneda corriente. Las columnas de alumbrado público, las paradas de ómnibus, las esculturas, los bancos y los juegos de las plazas, los cestos de basura, parecen ser los blancos predilectos de los inadaptados.

En el último fin de semana, se registraron destrozos en más de 15 plazas de nuestra capital, según el reporte municipal, así como en las pistas de salud de los parques 9 de Julio y Avellaneda. Fueron víctimas de los inadaptados bancos de cemento de la platabanda de la avenida Adolfo de la Vega, cuya revalorización se había inaugurado hace un mes. En la calle Amador Lucero, entre Crisóstomo Álvarez y avenida Mate de Luna, un joven subió su camioneta a la platabanda, atropelló un banco. Como no logró derribarlo, otro joven que sería parte del mismo grupo, lo hizo con sus manos, y luego celebró el hecho. La reprobable acción quedó registrada a través de un video que sus amigos subieron a las redes sociales y que provocaron la indignación de la gente.

Acompañado de sus padres, el joven se presentó en la Dirección de Tránsito. El titular de esa repartición, dijo que el muchacho pidió disculpas, pero aclaró que no había sido él quien destruyó y volteó el banco, “cosa que se puede observar claramente en el video”. Informó que hay otro video en el que se ve a otro joven arrancando el banco con sus manos.

Los vándalos no descansan. En septiembre pasado, bancos de la plaza Alberdi que fue remozada durante un encuentro de Arte Público y Muralismo, fue atacada, y un individuo fue filmado mientras arrojaba basura en ese paseo público.

Esta falta de respeto por la cosa pública no solo es característica de los vándalos. Ayer, la Municipalidad labró 184 actas de infracción a los automovilistas que usaron el espacio verde del parque 9 de Julio como un enorme estacionamiento. Lo llamativo es que estas personas sancionadas estaban participando del III Foro Climático Internacional ClimActivo 2018, organizado por los ministerios de Salud, Educación y Producción de la provincia, que tiene lugar en uno de los hoteles de la avenida Soldati.

En otras ocasiones hemos señalado que la mayor parte de los tucumanos carece de identidad o de un sentido de pertenencia, y no asumen que los bienes sociales son de todos y, en consecuencia, debemos cuidarlos. La falta de urbanidad es alarmante. No se trata solo de reparar en forma permanente lo destruido -lo cual es una obligación del Estado- sino de profundizar la educación cívica. Tal vez la sanción económica a los transgresores debería ir acompañada de la realización obligatoria de trabajos comunitarios en la vía pública. Estas expresiones destructivas son reflejo de una sociedad cada vez más intolerante, inculta, enferma. Seguramente, a mayor educación, menos vandalismo, y una ciudad mejor cuidada.

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