Carta de lectores
30 Septiembre 2018

Facturas electrónicas

Debo confesar que me cuesta mantener la debida cordura al escribir en momentos en que me siento  harto de la forma compulsiva con que las empresas multinacionales, las tarjetas y los bancos han optado por obligarnos a imprimir las facturas de nuestros resúmenes, bajo el pretexto de utilizar las ventajas de la cibernética. Resulta frustrante que sin previo aviso las empresas cancelen las contraseñas que nos permiten ingresar a los resúmenes y conocer nuestros saldos. Para colmo, cuando uno cambia las contraseñas, muchas veces resulta imposible acceder a la cuenta, porque de una u otra manera resulta que el sistema no reconoce la nueva contraseña. Es obvio consignar que todo el gasto de acceder a Internet y la  tinta para la impresora corren  por cuenta de quienes somos víctimas del sistema. Nunca estuve ciegamente obnubilado por las supuestas ventajas de la cibernética. Siempre fui consciente de que toda la ciencia tiene dos caras, como las monedas. Creo que como nunca, ahora se hace evidente la sentencia bíblica del “Árbol de la Vida del Bien y del Mal”. Estoy seguro de que estas complicaciones que soportamos, son sólo el comienzo de otras peores que nos esperan a juzgar por la creciente y delirante alienación que se observa en muchos dirigentes de empresas que detentan el poder financiero, científico y  tecnológico. Hemos visto que se anuncian  autos sin choferes, helicópteros y  aviones sin pilotos. No me extrañaría que haya personas  y soldados con chips insertados que hagan posible que nuestros deseos y nuestras conductas puedan ser manejadas según las conveniencias del Nuevo Orden Mundial. Ante semejante desatino, solo me queda el consuelo de que por suerte, será muy difícil  que deba asistir a  esa locura creciente en que esta inmensa la humanidad, y que parece no tener límites.

Humberto Hugo D’Andrea

 “Acquaforte”

Roberto Selles relató el origen del precioso tango “Acquaforte” contado por su autor, el cantante Juan Carlos Marambio Catán, sobre música de Horacio Pettorossi. Marambio Catán estaba en Italia al regreso de una gira realizada por El Cairo y se encontró con Pettorossi, guitarrista de Gardel. “Para festejar esa circunstancia fuimos al cabaret Exelsior de Milán. Pettorossi me comentó que se le había ocurrido una linda melodía y la empezó a tararear. Me agradó y nos pusimos de acuerdo que yo haría la letra. Como hacía rato había observado la poca atención que nos daban las mujeres que atendían al público, se me ocurrió que ello se debía a que estábamos viejos o por lo menos avejentados y me puse a desarrollar un tema que es la descripción del cuadro que esa noche presenciamos en el cabaret. El acontecimiento tuvo lugar en 1931. La circunstancia de que en la Italia de Mussolini una letra dijera: ‘Un viejo verde que gasta su dinero / emborrachando a Lulú con su champán / hoy le negó el aumento a un pobre obrero / que le pidió un pedazo más de pan’ fue censurada, porque era una canción ‘anarquista’. Un cura tangófilo, amigo de Pettorossi, gestionó su aprobación, la que nos fue concedida bajo la condición de que el título llevara la aclaración: ‘Tango argentino’, porque decían que lo que se describía en esa letra no ocurría en Italia. El tango fue traducido al italiano y al francés y en la Argentina fue grabado por Gardel y por Magaldi”. Finaliza Marambio Catán diciendo que sus años por entonces no eran muchos pese a aquello de ‘cuarenta años de vida me encadenan, / blanca la testa, viejo el corazón’ ya que él solo tenía 36.

Luis Salvador Gallucci

Maltrato animal

Se ha cometido un aberrante acto de crueldad por parte de la Policía con los perros que se refugiaban en la Jefatura de Tucumán. Las proteccionistas fueron esterilizando a estos animales para evitar su reproducción. Testigos presenciaron que a una perra asustada, que se resistía, le golpearon su cabeza contra la pared, produciéndole la muerte. De los demás perros no sabemos adónde los llevaron o si los envenenaron. La Ley Nacional 14.346 es por el maltrato animal, por la misma ley que la justicia invoca estamos en condiciones de afirmar que este brutal procedimiento incurre en un total y repudiable maltrato. Esta forma la esperamos para los delincuentes, no para animales indefensos.

Martina Lucena

El séptimo iracundo

Acudí al recital de Los Tekis en el Teatro Mercedes Sosa, un espectáculo formidable de los músicos norteños. Entre los responsables de la iluminación del show figuraba el nombre del ingeniero Gastón Mosenkys, nada menos que el hijo del recordado Carlos Mosenkys, quién artísticamente se llamaba Cacho Valdéz (fallecido en 1975) y quién fuera tildado cómo el séptimo Iracundo, aquel emblemático grupo musical uruguayo nacido en Paysandú en los 60. Valdéz fue manager y co-autor junto a Eduardo Franco, del clásico tema: “Puerto Montt” considerado el himno de Los Iracundos y que el 16 de octubre cumple los 50 años de su grabación en los estudios de la RCA Víctor de Argentina. Vaya un saludo especial para Gastón y un reconocimiento en la memoria de su padre muy querido por la gran familia de sus fans.

Daniel Francisco Leccese

Villa Mariano Moreno - Las Talitas

Día Mundial de la Limpieza

Los ciudadanos ambientalistas que participamos de la plataforma multisectorial “Tucumán Sostenible” celebramos la realización del evento denominado “Día mundial de la limpieza”, organizado por “Vamos a hacerlo argentina”, el 15 de septiembre y animamos a la sociedad a repetir la acción de limpieza cada día, durante todo el año. Nos alegra haber podido conjugar esfuerzos en torno a una acción concreta, positiva y proactiva de limpieza, porque demuestra que en democracia el poder transformador de la realidad lo ejercemos juntos y entre todos. Todos juntos, empresas, gobierno y sociedad civil organizada, podemos superar la actitud negativa de protesta y convertirnos en sujetos activos, que contribuyen a la construcción de un ambiente sano donde la paz es requisito esencial. Agradecemos a todos los que sumaron sus esfuerzos con alegría, para que Tucumán se vea otra vez como el Jardín de la República.

M. Liliana Araoz


n privilegiados

Un Presidente que gana millones con la crisis en su país, donde es insostenible el dólar y la inflación, es porque le favorece un Estado que evidencia ganancias, pero no se lo ve cuando se necesita paliar la carga que los argentinos tenemos los fines de mes con las boletas de luz y de gas, del precio de los alimentos, un combo que afecta los sueldos. Esto significa que la clase política es la privilegiada de estas horas de angustias para muchos. Se evidencia la indiferencia de una clase demagoga, sin escrúpulos que apuesta a la especulacion y a salir ganadores. Me da vergüenza y bronca que argentinos con bajos instintos nos roben.

Carlos Rubén Avila

 Extremos de la vida

Mi abuela, fallecida en 1986 a los 88 años, solía rezar horas enteras en los últimos años de su vida. Recuerdo que siendo yo menor de 20 años, para conversarle de algo, le preguntaba a veces: “Viejita, ¿por qué reza tanto?”. A lo que siempre me respondía: “No sé si existirán Dios y la Virgen, hijo, pero yo les rezo por si acaso”. Su respuesta siempre fue para mí filosófica, porque confluían en ella la duda y la fe, más allá de que predominaba la última en la mayoría de sus acciones. Porque cuando era niño me llevaba a misa, a grupos de oración a los que pertenecía, me contaba de la vida de los santos que conocía, y me incitaba constantemente a rezar. En el otro extremo de la vida, se encuentra actualmente mi nieto, de sólo cuatro años, que asiste al jardín de infantes de un colegio religioso. Hace unos días se le murió la perrita a su abuela paterna y la sepultaron en el fondo de la casa. Luego, mi hija nos contaba que mientras la sepultaban él le preguntó porque la ponían en la tierra, si acaso no era que todos los perros van al cielo. A lo que ella le respondió que es cierto que van al cielo, pero lo que va al cielo es su alma, porque su cuerpo al igual que el nuestro va a la tierra. “Ah -respondió el niño-, sólo Jesús fue con cuerpo y alma al cielo”. Yo quedé asombrado con su respuesta. Pero como los niños nos mantienen en vilo a cada momento con sus cosas, mi hija contó también que cuando mi nieto vio que a la mascota la enterraron en el moisés en el que dormía, realizó el siguiente comentario: “Pobrecita, la ponen en su camita para que crea que está dormida y no sepa que la pondrán adentro de la tierra”.

Ser hincha de San Martín

“El hombre fuerte del ‘Santo’ se refirió a la situación que atraviesa el club que preside” (La Gaceta). Consideró que “no nos hemos ensamblado en esta categoría: ni los dirigentes, ni el cuerpo técnico”. ¿Una autocritica? “La verdad es que el primer año nunca hice el cálculo de que íbamos a subir”. ¿Políticamente incorrecto? “No sabía que era tan duro contratar”. “Tuvimos muchos errores”. “A todo equipo que sube le cuesta, descienden cuatro, cada vez menos equipos quedan”. Rompe, tarde, el silencio. Todo es historia. Patrocinó en los comienzos, con la dirigencia anterior, una transición conflictiva y de enfrentamientos que terminó con la salida de Cagna. ¿Signos inconfundibles de impericia al no recurrir a dirigentes o socios experimentados, sin importar si son de tal o cual agrupación, para resolución de tales dilemas? Se prefirió el flamante círculo cerrado del poder. Esto es fútbol. Ascendimos, en palabras del presidente, sin pensarlo. Tuvo palabras, también, para los muchachos de Atlético: “a ellos los apoyó quince años, ilimitadamente, un gobierno”. “Si bien estamos en la misma categoría, estamos muy lejos de la situación de ellos”. ¿Por qué ese tipo de análisis? ¿Qué se pretende justificar? Hay que fijarse en uno mismo. Los costos y padecimientos, para llegar a primera categoría, fueron tremendos. El “mundo San Martín”, en el último periodo, tuvo una consigna: la lucha continua. Se refirió, por último, a su “metier” el juego. “En el póker son mas parejas las categorías, no tan diferentes como entre Boca y San Martín”. De vuelta el tema “Boca”, por el que parece desvivirse. Reincidente en un tema sensible. Dista de merecer la confianza y respeto de los hinchas. Una condición, elemental, para el próximo presidencial: ser hincha de San Martín. El club no es un “pálpito deportivo” ¿Razones? En las más apremiantes situaciones, todos somos San Martín.

Pedro Pablo Verasaluse


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