“Por la crisis social, el trabajo que dan los narcos está legitimado en los barrios”

“Por la crisis social, el trabajo que dan los narcos está legitimado en los barrios”

BARRIO 11 DE MARZO. Agentes de la Digedrop y la Policía Federal arrestaron a tres mujeres, y secuestraron marihuana y cocaína. BARRIO 11 DE MARZO. Agentes de la Digedrop y la Policía Federal arrestaron a tres mujeres, y secuestraron marihuana y cocaína. FOTO ARCHIVO/ LA GACETA.
24 Septiembre 2018

“Lo más grave es que por la pobreza que hay en los barrios, el trabajo que ofrecen los transas ya está legitimado entre sus habitantes”, explicó Emilio Mustafá, psicólogo social que realiza tareas de asistencia en el Gran San Miguel de Tucumán. “Esto ocurre por la ausencia del Estado. Es la consecuencia de un proceso que viene desde hace varios años, especialmente con la irrupción del paco”, agregó en su análisis.

En los vecindarios por los que camina encuentra casos iguales o peores que los de Norma. “Hay personas que estuvieron luchando contra las adicciones de sus hijos y que hoy están comercializando drogas. Les hablamos y les preguntamos por qué están haciendo eso. Les decimos ‘¿pero no te acordás de cómo trabajamos para que tu hijo dejara el paco? ¿O te olvidaste de las marchas en las que participaste?’. Y siempre obtenemos las mismas respuestas: ‘tengo que alimentar a mis otros hijos’ ”, explicó.

“La crisis social –apuntó Mustafá- está destruyendo los vínculos comunitarios. Son tan grandes los niveles de pobreza que se viven que se impone ‘me salvo y salvo a los míos como puedo’. Antes eso no sucedía porque lográbamos la unión vecinal para conseguir el bien común. Se agudizaron los enfrentamientos. Antes las madres que trabajaban codo a codo, ahora se transformaron en enemigas porque venden drogas”, añadió.

El psicólogo dijo que los transas ocupan los lugares que el Estado dejó vacíos. “No sólo dando trabajo a la gente, sino también ayudándolos cuando necesitan comprar remedio, no les alcanza para pagar la luz o para enterrar a un ser querido”, opinó. “Aquí no hacen falta tareas de prevención, sino de atención. ¿Qué podemos prevenir si ya hay chicos que están consumiendo desde los 10 años? Acá lo que se necesita es que trabajemos todos juntos para hacerles ver que hay futuro, que hay una vida diferente”, señaló.

Mustafá puso como ejemplo la experiencia que están llevando adelante con el departamento de Extensión Universitaria de San Pablo T. “Realizamos talleres de producción donde los chicos se dan cuenta de qué es lo que pueden hacer. Ya hicieron cursos de chacinados, de programación y estamos iniciando uno de producción textil”, reseñó el especialista.

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