Lebbos: "no ha investigado lo que tenía que investigar"

Lebbos: "no ha investigado lo que tenía que investigar"

El padre de Paulina se careó con el investigador contratado por el Gobierno.

LEBBOS Y ESCOBAR. La reunión en la casa de Alperovich, el tema. la gaceta / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO LEBBOS Y ESCOBAR. La reunión en la casa de Alperovich, el tema. la gaceta / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
18 Septiembre 2018
LEBBOS Y ESCOBAR. La reunión en la casa de Alperovich, el tema. la gaceta / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO LEBBOS Y ESCOBAR. La reunión en la casa de Alperovich, el tema. la gaceta / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO

Alberto Lebbos y el ex comisario Marcial Escobar, uno de los tres investigadores contratados en 2006 por la administración de José Alperovich para hallar al autor del homicidio de Paulina Lebbos, se vieron las caras ayer en la sala de juicio oral. Este fue uno de los tres careos autorizados por el Tribunal, a pedido de las partes, con el fin de confrontar distintas declaraciones de testigos.

En particular, el padre de la víctima y el oficial retirado marcaron sus posiciones acerca de las personas que habrían participado en la polémica reunión en la casa del ex gobernador, el 19 de abril de 2006. Esa reunión había marcado la salida del entonces fiscal de la causa, Alejandro Noguera.

Alberto Lebbos: -Sostengo lo que he manifestado: llegué a la casa de Alperovich a instancias de Javier Noguera (actual intendente de Tafí Viejo), y vi sentado contra una pared a ustedes tres (por Escobar, Alfredo Gerardo Jiménez y Luis Santana, los investigadores). A mi frente, observé a (ex secretario de Seguridad, Eduardo) Di Lella y a la par, a Alejandro Noguera. Al lado, a Javier Noguera y a Pirincho (Edmundo Jiménez, actual ministro Público Fiscal). Entró Alperovich con (Juan Alberto) Kaleñuk y le pregunté al fiscal qué hacía ahí. Le di la carpeta y me retiré.

Marcial Escobar: -En el momento en el que yo estaba, no fue así. Yo apelo que diga la verdad, porque toda mentira necesita muchas ‘mentiritas’. Usted no está diciendo la verdad. Alfredo Jiménez no estuvo en ese lugar. Santana estaba ahí porque se lo pedí. Di Lella tampoco estuvo. Y e doctor Edmundo Jiménez tampoco, porque yo lo conozco, sé de su participación política, es un hombre público; además, tiene un rostro muy particular, así que es difícil que me olvide. Yo no planto pruebas, traté de que mi vida sea correcta. Tengo mis fallas, pero no miento. A la casa de Alperovich fui una sola vez. Reitero que usted no está diciendo la verdad.

AL: -El que está mintiendo es usted, porque no ha investigado lo que tenía que investigar. Sí estaba Di Lella; sí estaba Edmundo Jiménez. Ustedes no han investigado las otras pistas, eso tienen que explicar. Usted está mintiendo.

ME: -Es indudable que su corazón está duro, con sentimientos oscuros que no le permiten ver la verdad. Sólo escucha lo que usted quiere escuchar.

AL: Yo no tengo ninguna cosa oscura.

LEBBOS Y ESCOBAR. La reunión en la casa de Alperovich, el tema. la gaceta / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO LEBBOS Y ESCOBAR. La reunión en la casa de Alperovich, el tema. la gaceta / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO

Los otros careos

Escobar y el ex mnistro de Seguridad Ciudadana, Mario López Herrera, contrastaron luego sus versiones sobre si el ex secretario de Seguridad controlaba o no el trabajo de los tres investigadores. Antes, Escobar había remarcado que no recibía directivas ni influencia de ninguna autoridad política; mientras que López Herrera había expresado que todas las contrataciones administrativas estaban sujetas a control de cumplimiento de tareas. Los dos mantuvieron sus posiciones.

Por último, el remisero Juan Pedro Cruzado (uno de los señalados como posible autor del crimen por la Policía) y Víctor Hugo Frías cruzaron posturas sobre si sabían o no que se ofrecía una recompensa para quien proporcionaba datos sobre Paulina Lebbos. Tampoco hubo coincidencia entre ambos.

Galería 14 fotos Alfredo Jiménez declaró ante la Sala III en lo Penal, se presentó como parte del equipo que había sido designado por el gobierno de José Alperovich para trabajar de forma paralela a la indagación oficial, a cargo del jefe de la Dirección General de Investigaciones, Julio López. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Los comisarios retirados Alfredo Jiménez, Marcial Escobar y Luis Santana sólo se ocuparon de investigar al remisero Juan Pedro Cruzado como posible autor del crimen de Paulina Lebbos, y dejaron de lado otras líneas, como la vinculación de César Soto, los “hijos del poder” o los barras de Atlético Tucumán (por los Acevedo-González). Así lo reconoció el propio Jiménez, quien explicó que siguieron esa posibilidad sabiendo, además, que el ex jefe de la comisaría de Raco, Enrique García, entre otros policías, estaba imputado por falsificación de instrumento público en una causa relacionada con el homicidio de la joven, en 2006. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
“Nos encaminamos hacia la hipótesis del remisero. Él estuvo hasta el último momento con ella (supuestamente, por Paulina). Pero no supo explicar dónde la había dejado, hasta dónde había llegado con la chica”, dijo el ex investigador. “No dudaba que había llevado a Paulina; dudaba respecto de dónde la había llevado”, expresó, teniendo en cuenta la referencia de la calle Cuba como destino final. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Un oficio firmado por Eduardo Di Lella, entonces secretario de Seguridad de la provincia y actualmente acusado de encubrimiento, dieron forma legal a la reincorporación de Jiménez con un salario de categoría 22, uno de los más altos del escalafón estatal. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Respecto del caso García, Jiménez afirmó: “me involucré con la investigación del homicidio, y no en la otra causa. El caso era por la falsedad y estaba en manos del Jefe de Policía (por Hugo Sánchez, otro de los acusados de encubrimiento). No íbamos a intervenir en funciones de la Policía en actividad”. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Héctor Brito, ex jefe de la Unidad Regional Norte, acusado de encubrimiento agravado en el homicidio de Paulina Lebbos. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
El fiscal Carlos Sale, conversa con el secretario de la Sala III, Marcos López Frías y el abogado defensor de La Provincia, Carlos Parajón Ferullo. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Cruzado se presentó en 2006 como el conductor que habría llevado a la víctima y su amiga Mercado en un remise de color rojo, el 26 de febrero de ese mismo año. Primero, concurrió al Departamento de Informaciones Criminales (D2), junto con su hermano Carlos y un amigo, Vittino Frías. Allí, pudo identificar, entre varios integrantes de la fuerza de seguridad, al jefe de Policía.En el juicio oral, el remisero contó que el hermano y su amigo se encargaron de averiguar dónde debía presentarse para contar que, supuestamente, había hecho un viaje desde la zona del Abasto el 26 de febrero, alrededor de las 6. El remisero recordó que el familiar tenía un cuñado policía, que cumplía funciones en la sede de Patrulla Urbana. Dijo ante el Tribunal que estos últimos habrían hablado sobre dónde debía presentarse: justamente, una opción era la dependencia del D2. LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARÁOZ
El ex policía Marcial Escobar, fue uno de los tres oficiales que habían sido contratados por la administración de Alperovich para colaborar en la investigación judicial, en ese momento, a cargo del fiscal Carlos Albaca. La incorporación de los policías se había oficializado con un decreto de la Secretaría de Seguridad Ciudadana. “Fue una situación inédita, estaba en retiro, olvidado. No pertenecíamos a la estructura del Estado, a ningún sector. Éramos unos olvidados, y teníamos que ser encuadrados en algún lado“. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Alberto Lebbos, padre de Paulina, se retira de la sala de audiencias junto a su abogado Emilio Mrad. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Roberto Luis Gómez, único imputado del crimen de Paulina Lebbos. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
El ex sub jefe de Policía Nicolás Barrera y el ex jefe de Policía Hugo Sanchez, acusados de encubrimiento agravado en el crimen de Paulina Lebbos, conversan durante un cuarto intermedio. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Víctor Hugo Frías, amigo del remisero Juan Pedro Cruzado, testificó ante la Sala III. Frías acompañó en 2006 al remisero cuando éste último se presentó en la dependencia del D2 de la Policía, indicando que había trasladado a Paulina y a la amiga, Virginia Mercado, desde la zona de El Abasto hasta un sector del parque 9 de Julio. Cruzado fue señalado por los investigadores como posible autor de homicidio. LA GACETA / FOTO DE ANALÍA JARAMILLO
Los acusados de encubrimiento agravado en el crimen de Paulina Lebbos, Nicolás Barrera, Eduardo Di Lella y Hugo Sánchez, momentos antes de que se inicie la audiencia. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
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