El unipersonal de Lali Espósito

CRÍTICAS DE CINE

ACUSADA | DRAMA/THRILLER - PM16 - 108’

REGULAR

ORIGEN: Argentina/México, 2018. DIRECCIÓN: Gonzalo Tobal. CON: Lali Espósito, Leonardo Sbaraglia, Inés Estévez, Daniel Fanego, Lautaro Rodríguez, Gerardo Romano, Gael García Bernal. GUIÓN: Ulises Porra y Gonzalo Tobal. FOTOGRAFÍA: Fernando Lockett.

“Acusada” obedece a las reglas del clásico cine industrial: está pensada y ejecutada en función de una estrella, en este caso Lali Espósito, cuya figura se multiplica en una campaña de promoción digna de un tanque de Hollywood y reservada para poquísimas producciones argentinas. Hay jugadores poderosos detrás de la película, como el gigante Warner o Telefe, lo que explica su estreno en el Festival de Venecia, una pantalla que le quedó grande desde lo artístico, aunque el objetivo de posicionar a Lali en una alfombra roja europea resultó satisfecho.

Esa marca alcanza también los aspectos formales de “Acusada”, una colección de primeros planos de Lali, a quien Gonzalo Tobal enfoca desde todos los ángulos imaginables en procura de captar alguna gestualidad que la estrella retacea durante cerca de dos horas de película. La Dolores Dreier que encarna Lali es por lo general una esfinge. La clave es aguardar el estallido, la caída de la máscara, la aparición de alguna densidad humana en el personaje que es la razón de ser de “Acusada”. Pero más que dolor, o misterio, o un mundo interior con algún anclaje en la fascinación, Dolores sólo transmite indiferencia. Hasta cuando juega a la Play.

Se cometió un crimen y Dolores aparece sola en el banquillo de los acusados. La muerta es Camila, su mujer amiga, y todos los indicios acorralan a Dolores. La venganza parece haber sido la motivación, por culpa de un video íntimo que hizo circular Camila. El asesinato se produjo al cabo de una fiesta en la que estaba prohibido prender los celulares, aunque unas fotos tan vintage como la Polaroid que las tomó proporcionan un par de señales.

En su segunda experiencia tras las cámaras -luego de la recomendable “Villegas”- Tobal deja de lado el thriller psicológico o el abordaje policial para sumergirse en el melodrama familiar. “Acusada” se desentiende del caso Camila porque sólo le importa pintar el micromundo de Dolores: la tensa relación que mantiene con sus padres, los retazos de amistad que le quedan, el encuentro con Lucas (Lautaro Rodríguez). Todo al compás de los silencios y los impulsos de Lali en la piel de una chica que bordea el abismo con llamativa inexpresividad. Y eso que el juicio es el corazón de la narración y Dolores lo atraviesa como un tour de force pesadillesco.

Leonardo Sbaraglia, Inés Estévez y Daniel Fanego sostienen un elenco prestigioso, con una pincelada de Gael García Bernal. Todos atentos a lo que Dolores hace o deja de hacer porque, a fin de cuentas, “Acusada” responde a una acertada e implacable estrategia de marketing: consolidar a Lali Espósito como una estrella capaz de afirmarse fronteras afuera.

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