15 Septiembre 2018
EN CONCIERTO. El primero a la izquierda es Rolando Goldman, director de la original orquesta de cuerdas.
HOY
• A las 22, en el Teatro San Martín (avenida Sarmiento 601). Entradas 2 x 1 con Club LA GACETA.
Suena un charango y parece que brotara el sonido de los Andes. Hace tiempo que Rolando Goldman se ha apropiado -en más de un sentido- del cálido instrumento de las cuerdas dobles, y lo ha llevado a explorar tanto vidalas, bailecitos, huaynos y carnavalitos como gatos cuyanos, tangos y ritmos litoraleños.
Goldman llega al 58° Septiembre Musical esta noche, en el Teatro San Martín. Esta vez trae a su peculiar Orquesta Argentina de Charangos (OACH), seguramente un hito en la historia del instrumento.
Goldman creó la OACH en 2012 para revalorizar el legado cultural, con elementos de la tradición y ampliando el horizonte de la música popular con obras de Eduardo Falú, “Cuchi” Leguizamón, Jaime Dávalos, Astor Piazzolla, Rolando Valladares y Ricardo Vilca, entre otros. La integran Goldman, Julián Galileo Goldman, Matías Klausen y Ximena Antonio (charangos primeros); Diego Glaser, Marilina Witko, y Nicolás Lemos (charangos segundos); Santiago Paniagua y Laura Beltramini (maulinchos); Damián Verdún, Gonzalo La Ferrera, Javier Moreira y Juan Ignacio Rivero (ronrocos en Mi), Aldana Bello, Daniel Navarro y Eliseo Alvarez Prado (ronrocos en La).
“La OACH surge como una manera más de aportar a la historia del instrumento, en un formato del que hasta ahora no hay experiencias. Tenemos un trabajo con arreglos concebidos para la orquesta, e incluso obras escritas especialmente. En más de seis años que llevamos trabajando hemos tenido muy buena recepción en diferentes espacios donde hemos tocado, así como con el disco que grabamos, ‘ConCuerdas’. Parte de ese disco ofreceremos en el concierto”, afirma a LA GACETA.
El músico propone que la esencia aparezca a través del timbre del charango. “Pero en cuanto a los géneros que abordamos hay un espectro que va más allá de la música andina: hay desde cumbia colombiana hasta tango”, explica, y señala la importancia de interactuar con colegas allí donde se presentan. “Invitamos al Mono Villafañe: vamos a hacer algunos temas con él en voz y bombo”, anuncia, contento de compartir escenario con el cantor tucumano. “Estamos distribuidos en cinco voces con diferentes registros de charango: del que se conoce masivamente hay dos voces, y hay uno más pequeño, con registro más agudo, que se llama maulincho. Hay dos más graves que el charango: ronroco en Mi y ronroco en La”, expresa.
Compara con la división de cuerdas una orquesta sinfónica de estilo europeo, pero define: “la OACH es una orquesta de cámara que hace música de raíz folclórica, integrada por charanguistas profesionales”.
Algunos de ellos son sus exalumnos de la Cátedra de Charango, de la cual es titular, en la carrera que creó ya hace unos años Juan Falú en el Conservatorio Manuel de Falla.
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