Del Potro se enfrenta a Nadal por un lugar en la final del último Grand Slam del año

Del Potro se enfrenta a Nadal por un lugar en la final del último Grand Slam del año

NOTABLE NIVEL. Juan Martín del Potro brilló en sus últimas tres victorias. reuters NOTABLE NIVEL. Juan Martín del Potro brilló en sus últimas tres victorias. reuters
07 Septiembre 2018

Nada que sorprenda; las horas previas a un gran acontecimiento deportivo tienen una carga muy intensa. Está en el aire, se ve en las miradas, se nota en la piel. Hasta se percibe en la garganta, que traga pesado.

La electricidad de la semifinal del US Open que Juan Martín del Potro jugará contra Rafael Nadal en horas de la tarde se percibe con facilidad y se extiende a casi todos los corazones que laten al ritmo del deporte argentino.

El partido, sin dudas, desborda su envase tenístico. Su dimensión se apoya en la estatura histórica del rival: Nadal aún corre a buen ritmo por convertirse en el tenista más exitoso de todos los tiempos. Eso, por un lado. Por el otro, aparece un aspecto más visceral: el N° 1 del mundo llega al público, convoca, rompe la pantalla televisiva, contagia, genera. Y, en cierta forma, también asusta.

Frente a esa máquina de competir bautizada “Rafa” estará Del Potro. El tandilense luce maduro, confiado, pleno. Más allá del puesto 3 del ranking, el mejor de su carrera, y el acceso a semifinal de Grand Slam por sexta vez, parece “a punto” en todos los aspectos que hacen a un tenista. Cuerpo y mente han coincidido con gran armonía en este 2018 en el que Juan Martín se ha transformado en un sabio tenístico. Lee bien los momentos de un partido, decide bien en función de esa lectura, ejecuta bien tras tomar esas decisiones. Sus golpes principales, saque y drive, son letales para quien se ponga del otro lado. En Nueva York ha vuelto a golpear el revés sin inconvenientes. Su físico es confiable en formato a cinco sets. Y su cabeza es de elite competitiva, gestiona bien la tensión y hasta disfruta de los momentos calientes. Así, gana mucho más de lo que pierde, y lo ha hecho con marcada facilidad en las rondas previas. Así, también, ha derramado en Flushing Meadows la sensación de que tiene una chance bastante más importante que otras veces.

Hace algunos días, escribimos aquí que Del Potro está jugando como si fuera el dueño de sus partidos. Es real, no hay dudas de eso. Como tampoco se duda de que Nadal va a discutir esa propiedad. “Rafa” puede mandar o no y puede accionar o reaccionar de acuerdo a cómo se presente el escenario. En cualquier módulo, su tenis tiene una prioridad innegociable: solucionar los problemas que le presente el rival. Lo hace casi siempre, lo intentará también en la semifinal de hoy. El historial entre ambos muestra aristas de clásico. Nadal 11, Del Potro 5. Juan Martín ha conseguido lo que pocos, ganarle el 30% de los partidos, aunque los números en Grand Slam son inquietantes: 5-1 para el español, incluidos 3 triunfos en los últimos 4 grandes. La única del tandilense, camino al título de 2009 en este mismo torneo.

La presentación está hecha. Semifinal de US Open. Frente a frente el 1 y el 3 del mundo. Uno de ellos es argentino. En paralelo con los nervios y la adrenalina que nos genere, no olvidemos disfrutar de esto que nos toca, independientemente de cómo la realidad termine escribiendo la historia.

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