Madres e hijas, unidas por la pasión del hockey

Madres e hijas, unidas por la pasión del hockey

VALERIA Y LUCÍA. “Lo que más me gusta de Lucía cuando la veo jugar es su constancia y su compromiso con el equipo”, dijo Valeria. “Compartir el hockey con mi mamá y con mi tía ‘Gaby’ es lo mejor que me podía pasar en este deporte”, destacó Lucía.  VALERIA Y LUCÍA. “Lo que más me gusta de Lucía cuando la veo jugar es su constancia y su compromiso con el equipo”, dijo Valeria. “Compartir el hockey con mi mamá y con mi tía ‘Gaby’ es lo mejor que me podía pasar en este deporte”, destacó Lucía.

Cada sábado, cuatro madres y cuatro hijas repiten la rutina. Se preparan para ir a la misma cancha, con la misma indumentaria y para enfrentar al mismo rival. Pase lo que pase, sin importar el resultado, volverán felices. Todas integran el plantel superior de hockey del bloque de Universitario Gris. Las hermanas Gabriela (psicóloga-50 años) y Valeria Álvarez (comunicadora social-47 años), Carolina Refojos (43 años) y Melina Rodríguez (docente-43 años) se dan el gusto de jugar con sus hijas y de transmitirles la pasión por el hockey. Otro dato: son madres que formaron una familia con jugadores de rugby, también de la “U”. De esas uniones nacieron Lucía Ousset (21 años-estudiante de nutrición), Tatiana Rodríguez (22 años-fonoaudióloga), Lihué Rojas (19 años-estudiante de periodismo deportivo) y Guadalupe Ahmad (22 años-estudiante de veterinaria). Pero el lazo familiar no termina aquí, porque en el grupo de las jóvenes, “Lilu” Álvarez y Lucía (Ousset) son primas hermanas, lo mismo que Guadalupe (Ahmad) y Tatiana (Rodríguez).

LA UNIÓN HACE LA FUERZA. “Llilu” y “Gaby” (izquierda); “Vale” y Lucía; “Caro” y Tatiana y Melina y Guadalupe. LA UNIÓN HACE LA FUERZA. “Llilu” y “Gaby” (izquierda); “Vale” y Lucía; “Caro” y Tatiana y Melina y Guadalupe.

“Comencé a jugar al hockey en ‘Uni’ a los seis años”, contó Melina Rodríguez (mamá de Guadalupe). “Solamente dejé de jugar cuando me embaracé. A mi marido lo conocí en el club. El hockey me dio muchas herramientas para mi vida. Disciplina, constancia y alegría en muchos momentos. El hockey es mi cable a tierra”, asegura Melina.

Madres e hijas, unidas por la pasión del hockey

Guadalupe, su hija, comenzó a los siete años. “Mis padres me trajeron al club desde que nací. Para mí el hockey significa motivación, compromiso y amor al club. Mi sueño es salir campeona”, agregó.

Carolina Refojos comenzó a jugar en Atlético hasta que un día fichó para Universitario. “El hockey es todo en mi vida. Pasión, las amigas que tengo desde que comencé a jugar. Formamos una familia en este club con mi ex marido. Él jugaba al rugby en ‘Uni’. Además tuve la satisfacción de haber jugado en el mismo equipo con mi hermana Natalia”.

En tanto, su hija Tatiana agregó: “me gusta el hockey por los valores que tiene. Es un cable a tierra, jugar con amigas y con mi mamá ¡por supuesto!”

Madres e hijas, unidas por la pasión del hockey

Un estilo de vida

Valeria Álvarez es otra de las jugadoras que nació prácticamente en “Uni”. “Empecé a jugar a los cinco años. El hockey para mí es un estilo de vida. No puedo vivir sin este deporte. Llevo 42 años practicándolo y si un sábado no juego es un fin de semana vacío para mí”.

Lucía, que estaba a su lado y la escuchaba atentamente agregó: “mi mamá y mi tía (Gabriela) son dos ejemplos para mí en el hockey. Son grandes jugadoras y me encanta las enseñanzas que me dejan. ¿Mi sueño con el hockey? Ya lo cumplí. Jugar con mi mamá y mi tía es lo máximo”.

Madres e hijas, unidas por la pasión del hockey

Gabriela Álvarez es una de las máximas referentes de la “U”, junto con “Vale”, su hermana. Es una jugadora que mantiene casi intacto su talento y habilidad, dos cualidades que aportó durante muchos años a los seleccionados tucumanos. “Si no me equivoco, comencé a los seis años con el hockey. Pasó tanto tiempo que ya no me acuerdo (risas). El hockey es parte de mi vida. Es lo que me mueve y me acerca al placer, a la pasión, a estar con mis hijos y me permitió conocer a mi marido. Tuve la satisfacción también de haber jugado con Noel (su otra hija) en Primera A. Haber ganado un Regional y lograr el ascenso a la Liga fue muy emotivo”.

Madres e hijas, unidas por la pasión del hockey

Ahora le tocó el turno a Lihué (su otra hija) jugar con ella. “Es emocionante compartir el hockey con la familia. Juego con mi mamá y mi tía. Es un deporte hermoso que te brinda muchas amigas. Me encanta”, concluyó “Lilu”.

HAY EQUIPO. Las madres e hijas se divirtieron durante la producción de fotos para LG Deportiva. la gaceta / fotos de Antonio Ferroni HAY EQUIPO. Las madres e hijas se divirtieron durante la producción de fotos para LG Deportiva. la gaceta / fotos de Antonio Ferroni
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