19 Agosto 2018
COLOR Y CALOR DE CARNAVAL. Los Tekis suben al escenario del Atahualpa con su show “Pachacuti”. twitter @LosTekisOficial
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• Hoy, desde las 20.30, en Club Central Córdoba (av. Alem 790).
Casi se puede percibir el calor que hace en la ruta. El ruido de fondo es del motor del ómnibus, y hay un diálogo típico de viaje. “Faltan 40 kilómetros”, dice alguien, mientras otro le contesta tarareando una canción. Es el micro de Los Tekis, que está a punto de llegar a Tartagal, y a pesar de las dificultades con la señal del celular, Mauro Coletti se comunica vía audios de Whatsapp.
Para el cierre del XXIII Festival Atahualpa llegan esta noche Soledad Pastorutti, Los Rojas, Por Siempre Tucu, Taa Huayras y Purij. Pero el territorio de carnavalitos, bailecitos, huaynos y taquiraris, con el sonido único de sikus, zampoñas, quenas y charangos, será habitado por Los Tekis. El grupo jujeño que fue Consagración en Cosquín 95, cuando ya llevaban varios años tocando juntos, enarbola la bandera del carnaval norteño con la autoridad que les otorgan giras, festivales, diversas colaboraciones con otros artistas y 15 discos.
- Los Tekis (“chicos”, en quichua) han crecido. ¿Qué ha cambiado desde las consignas iniciales?
- Creo que lo que más cambió es la cuestión profesional. Uno va creciendo, va teniendo la posibilidad de actuar con otra gente, de ampliar el staff y todo lo que es el show. Nosotros tematizamos los espectáculos en vestuario, pantallas y puesta en escena. Trabajar con efectos y con una estética estudiada es lo que ha cambiado, así como la manera de trabajar: hay mucha más gente involucrada, no sólo los que estamos arriba del escenario. Arriba del micro somos 18, pero hay muchos que no viajan y en total somos casi 30 personas las que trabajamos para Los Tekis.
- ¿Creen que a esta altura han instalado la cultura andina y la alegría del carnaval jujeño en lugares como Tucumán, donde tiene una tradición más acotada?
- Sin duda. Es una consigna que empezamos a poner en práctica desde nuestros comienzos, hace más de 20 años, llevando la bandera del carnaval. Por eso hacemos las peñas en nuestro lugar y nos visita gente de todo el país. Lo que pasó con la Pachamama fue muy fuerte. Nosotros a través de las canciones, de videos y de documentales, proponemos, especialmente en este mes tan importante, el respeto por la Madre Tierra. Siempre celebramos el 1 de agosto, y agradecemos todo y a todos.
- ¿En algún lugar no se enganchó el público con la fiesta que ustedes proponen?
- La verdad es que siempre hemos tenido buena respuesta del público. Sí hay público que se expresa diferente. En el sur, por ejemplo, la gente escucha más, y en el norte la gente es muy eufórica, pero nosotros terminamos con el público de pie, cantando y bailando, en una gran fiesta.
- ¿Qué importancia tiene para ustedes tocar en el Atahualpa?
- Fue el festival que nos abrió las puertas. Es uno de los más importantes del NOA. A partir del Atahualpa nosotros realmente desembarcamos en Tucumán.
- ¿Qué proponen para esta noche? ¿Cómo sigue su agenda?
- Ahora estamos despidiendo “Pachacuti”, el último show, que está montado con una estética de colores fluorescentes. El 20 de octubre, en el Luna Park, presentaremos el nuevo espectáculo, con vestuario e imágenes renovadas, para marcar la evolución de nuestro trabajo.
- ¿Qué les falta hacer en materia musical?
- Siempre hay proyectos. Seguimos experimentando, probando cosas nuevas, investigando y tratando de renovar el sonido. Siempre fieles a fusionar con otros ritmos y con otros estilos. Uno siempre sueña en expandir la carrera; estamos apuntando firme a toda Latinoamérica.
Envueltos en serpentina, esta noche subirán al escenario del Atahualpa Sebastián López en primera voz, quena y charango; Juanjo Pestoni en batería; Mauro Coletti en vientos y coros; Walter Sader en guitarra y Pucho Ponce en bajo.
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