"En cinco años vamos a estar hablando con las máquinas"

"En cinco años vamos a estar hablando con las máquinas"

Inteligencia artificial. Un término con el que hay que ir familiarizándose, porque en pocos años será omnipresente. Así describe el tucumano Ismael Chaile la Inteligencia Artificial, una tecnología emergente a la que él se dedica de lleno en Barcelona. ¿Qué falta para que se masifique su uso?

EN LA CASA. Los asistentes saltaron del celular al living, con equipos como Apple HomePod y Google Home. EN LA CASA. Los asistentes saltaron del celular al living, con equipos como Apple HomePod y Google Home.
14 Agosto 2018

“Ok Google. Quiero ir al cine”. “Oye Siri, cómo está el clima?”. A esta altura, la mayoría de los mortales hemos experimentado una conversación con algún asistente virtual, principalmente los de Google y Apple, que son Google Assistant y Siri, respectivamente. Lo hacemos para cosas simples, como pedirles que hagan un llamado a alguien de la lista de contactos o que suban el volumen de la música. ¿Pero cuánto tiempo falta para que todo lo que hoy hacemos con nuestros celulares y computadoras, lo podamos hacer 100% con la voz, casi sin mirar las pantallas?

Imaginate un mundo como el de la película Her (“Ella”), donde haya un sistema operativo omnipresente en nuestra vida cotidiana, que se encargue de llevarnos la agenda, de avisarnos cuando haya que buscar los chicos del colegio, que te recuerde odiosamente que la heladera está vacía. Esa película estrenada en 2013 inquieta principalmente por lo posible de un escenario en el que las relaciones entre las personas hayan pasado a un segundo plano.

La inteligencia de las cosas

¿Cuánto falta para ese escenario? “De tres a cinco años”, dice Ismael Chaile, después de entrecruzar algunas variables en su cabeza. Pero advierte también que en tecnología es muy difícil hacer vaticinios, porque lo que se imagina como futuro puede llegar en un mes.

Chaile es tucumano, ingeniero en Electrónica egresado de la UNT y realizó un doctorado en tecnología, en el que se especializó en inteligencia artificial. Con ese término, inteligencia artificial, tendremos que familiarizarnos cada día un poquito más, porque está y estará más aún en cada una de nuestras actividades.

El error es asociar “inteligencia artificial” con robots, con grandes dispositivos, con un futuro de ciencia ficción. Lo cierto es que trasunta tecnologías mucho más cotidianas y próximas, aunque no por eso menos complejas.

Simplificando, el término inteligencia artificial se aplica a las máquinas que imitan las funciones “cognitivas” que los humanos asocian con otras mentes humanas, como escuchar, responder -además de ejecutar acciones-, aunque la capacidad fundamental es la de “aprender”: las máquinas inteligentes progresivamente adquieren conocimientos (desde la manera de hablar del usuario hasta las órdenes frecuentes) que mejoran su capacidad. Hasta el momento, dice Chaile, son consideradas tecnologías emergentes, pero dejarán de serlo sin previo aviso para convertirse en masivas.

Utilidad

El campo de acción de este tucumano radicado en Barcelona son los asistentes virtuales. Siri, Google Assistant y Cortana son los tres exponentes más grandes. Desde su empresa, Aineth, desarrollan estos tipos de tecnologías y “chats bots”, esos chats automatizados para consultas frecuentes que tienen algunas páginas web.

“Nosotros estamos apostando fuerte al asistente de Google, porque la empresa muestra una mayor apertura que las otras y fomenta la creación de aplicaciones que se integren a su sistema. Simplifica el camino y también apoya la formación de desarrolladores, así que estamos yendo principalmente por ahí”, explica.

A Tucumán vino trayendo nuevos aires. Dictó un workshop titulado “Desarrollo de apps en el Asistente de Google”, que es lo que hace en su emprendimiento. En términos generales: mejorar la plataforma general de Google Assistant con contenidos específicos de empresas que quieran que sus clientes interactúen con ellas a través del asistente de voz.

Por ejemplo: el usuario podría buscar contenidos puntuales en la página de LA GACETA a través de su voz, pidiéndole que enliste todas las películas que habrá en los cines tucumanos entre las 19 y las 23 de determinado día. Es una búsqueda demasiado específica que la plataforma general de Google Assistant difícilmente consiga, al menos en un primer intento.

“De a poco las empresas ven estos sistemas como una plataforma interesante para vender sus productos y vincularse con los clientes. Las proyecciones son que en algunos años sea tan imprescindible como estar hoy en las redes sociales”, analiza el experto.

Lenguaje

Para que eso pase, a la inteligencia artificial le falta pavimentar el camino. La base, lo estructural, ya más o menos está. “El futuro de esto depende por un lado de que los equipos de marketing de las empresas le encuentren una real utilidad a fin de seducir a los clientes para que lo usen. Desde el aspecto técnico también falta: que los asistentes nos comprendan en el primer intento, que se adapten a nuestros regionalismos en el habla. Ahí sí, podremos empezar a hablar de masividad”, destacó.

Y hay algo que inquieta, sobre todo al hablar del lenguaje: ¿qué pasará dentro de esos cinco años con nuestra manera de hablar? ¿Y si terminamos nosotros modificando nuestra lengua para que las máquinas nos entiendan? “Es un interrogante abierto, y sin duda uno de los debates. Pero de que se viene, se viene”, finalizó.

En cinco años vamos a estar hablando con las máquinas


› Ismael Chaile
Ismael Chaile es tucumano. Se recibió de ingeniero electrónico en la Facultad de Ciencias Exactas de la UNT y partió a España a hacer su doctorado en la Universidad Autónoma de Barcelona. Fundó y dirige la empresa Aineth.

En cinco años vamos a estar hablando con las máquinas


> Dónde vemos la inteligencia artificial
1. Los asistentes personales, que progresivamente “aprenden” sobre nuestros modos de hablar y pedir las cosas, así como nuestras preferencias, y son capaces de anticiparse a lo que necesitamos o querríamos.
2. La ciencia de los datos. Esa gran bola de información que hemos llamado “Big Data”, una constelación suspendida en la nube donde se almacena cada cosa que hacemos, pensamos, y decimos. Pero la inteligencia no está en la capacidad de almacenar, sino de interconectar esos datos para encontrar soluciones eficientes y predecir comportamientos.
3. La visión artificial. Acá se podría enlistar, entre otras cosas, los vehículos autónomos, que se conducen por sí mismos. Es necesario que “vean” e indentifiquen posibles obstáculos, distancias, etcétera. En este campo hay debates candentes y todavía no resueltos: si un auto autónomo choca a un peatón, por un error en el sistema, ¿de quién es la responsabilidad?

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> Inquietante
La película “Her” planteó el escenario

Un hombre común, en una época más presente que futura. Como todos sus coetáneos, pasa buena parte de su día hablando con su sistema operativo, que lo ayuda con sus tareas cotidianas. Pero la máquina aprende todo de él, hasta que terminan entablando una inquietante historia amorosa. Protagonizada por Joaquin Phoenix (foto), la película “Her” anticipó un escenario cada vez más cercano.


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