Una sucesión de “milagros” salvó a la nena que recibió el riñón de su mamá

Sofía Denise Córdoba, la nena de 11 años que recibió un riñón de su mamá, se recupera rápidamente. Las funciones renales muestran signos alentadores, contó su tía Sarahí Carrazco. El dato fue corroborado por el titular del Cucai Tucumán, Aldo Bunader, quien se mostró esperanzado con que regrese pronto a Tucumán.

En opinión de los médicos del hospital Garrahan (Buenos Aires) la recuperación que experimenta la niña es asombrosa y en pocas semanas ya podría ser dada de alta. El trasplante de riñón que recibió de su madre, Verónica Noelia Carrazco, quien falleció en un accidente tránsito, obra milagros si se tiene en cuenta que hace días su estado de salud era crítico. Sufría un síndrome poliglandular autoinmune con candidiasis y distrofia ectodérmica. En los últimos meses el cuadro se complicó con una insuficiencia renal crónica terminal.

Su vida pendía de un hilo hasta que recibió el riñón de su madre que falleció el viernes a la noche cuando la moto en la que viajaba chocó contra una camioneta en una esquina del microcentro de Concepción. “Verónica ya tenía decidido donar el órgano que necesitaba su hija para seguir viviendo. Y el trasplante se lo iba a practicar en febrero pasado. Pero enfermó de la vesícula y se tuvo que postergar la operación. La tragedia precipitó esa cirugía”, contó Celia Carrazco, tía de la donante fallecida.

Angustia

Tras la muerte de Verónica, su hermana Sarahí fue la encargada de firmar la autorización para la ablación. Pero lo hizo con la incertidumbre de no saber si los riñones de su hermana iban o no a ser destinados a Sofía Denise. La niña figuraba tercera en la lista de espera del Instituto Coordinador de Ablación e Implante (Incucai). Y en el caso de una persona fallecida, es el organismo el que dispone el destino de cada órgano.

“Fue un momento de mucha angustia y desesperación. Por un lado estaba el dolor que sentía por la pérdida de mi hermana y por el otro, la incertidumbre de no saber si el riñón de ella iba a beneficiar a su hija, tal como ella deseaba. A la donación la tenía que firmar porque nacía la esperanza de un milagro”, contó Sarahí. Y ese milagro ocurrió, porque el órgano de Verónica no resultó compatible con los pacientes que estaban antes que ella en la lista de espera. Entonces quedó para Sofía Denise.

Lo sucedido con esta nena generó una duda: ¿por qué la nena recibió el órgano de su mamá si no estaba en lista de espera? “En caso de un donante vivo, uno puede dirigir la donación siempre y cuando haya compatibilidad. Cuando uno fallece, la donación ya no puede ser dirigida y entra en una distribución nacional: el órgano va hacia quien tiene más riesgo, compatibilidad, etcétera. En este caso se dio que la compatibilidad era del 97% y que los dos primeros receptores no pudieron por distintas causas recibir ese riñón”, explicó Bunader en el programa “Las 12 en 30”, de LA GACETA. El abogado Marcos Aníbal Rougés considera que el caso de Sofía, aunque excepcional, impulsa a hacer una revisión legal de la norma. “Se plantea un vacío legal que se vincula con la necesidad de que se respete la voluntad primera de la donante y la filiación. Habría que ver cómo se puede regular esa facultad del Organismo Nacional y hacerla más justa en estos casos”, concluyó el letrado.