La ONU reconoció severos retrocesos en la lucha contra el VIH

Era un secreto a voces, pero ayer las Naciones Unidas lo confirmaron: el director de Onusida, Michel Sidibé, reconoció que los objetivos en la lucha contra el sida están amenazados. “Encendemos la luz de alarma”, dijo (según informa DPA) y aseguró que regiones enteras experimentaron retrocesos y que aumentó el número de nuevas infecciones de VIH en 50 países del mundo. El nuestro es uno de ellos.

“En nuestro país se producen 6.500 diagnósticos nuevos por año”, confirmó a LA GACETA Miguel Pedrola, el santafesino que es director científico para Latinoamérica y el Caribe de AIDS Healthcare Foundation (AHF), considerada la más importante del mundo en la lucha contra el VIH/sida. Y destacó que la Argentina es uno de los países de la región con mayor número de diagnósticos positivos. No es un dato menor, si se recuerda que al menos el 30% de las personas que viven con VIH no conoce su estado serológico.

“Además, en más de 10 años no hemos podido bajar las 1.500 muertes por VIH anuales, lo que equivale a una cada cinco horas -añadió Pedrola-. Todo esto es resultado de la falta de acceso al diagnóstico temprano”.

Estamos fallando

“Es preocupante porque sabemos cómo prevenirlo, lo cual quiere decir que estamos fallando en la prevención”, reconoció por su parte Leandro Cahn, nuevo director de Fundación Huésped en una reciente entrevista con “Clarín”. Pero no sólo por eso es preocupante. Explicó que desde hace años se sabe que una persona con VIH en tratamiento y con carga viral indetectable (lo que significa mínima cantidad de virus en sangre) es altamente improbable que transmita el virus. “En un país como Argentina, que tiene garantizada la terapia antiviral, si los diferentes subsistemas de salud detectaran el virus a tiempo y no se perdiera el contacto con los pacientes, no deberían aparecer nuevos casos”, describió, e insistió en la necesidad de reforzar la prevención y de pensar nuevas estrategias. “La mayoría de las herramientas para bajar los nuevos casos están disponibles”, reconoció.

Los objetivos, lejanos

La OMS lanza la alerta, pero a Pedrola no lo sorprende. “Era previsible cuando se sabe que los países cada vez invierten menos en VIH. Sucedió en la Argentina: hoy el país destina casi el 90% del presupuesto del programa al tratamiento. Casi no hay dinero destinado a prevención. Y el proyecto de nueva ley de VIH duerme en el Congreso”, lamentó e insistió en la importancia (y la urgencia) del testeo y de la prevención.

“Está demostrado que el testeo tiene que llegar a las personas; que no se puede esperar que las personas lleguen a los hospitales. Las barreras en el sistema de salud son muchas. Hay que ser proactivos. Lo que hacemos en AHF es apoyar ONG locales, nuestros aliados”, resaltó Pedrola. En estos últimos tres años hicieron entre todos más de 110.000 tests, bajo la consigna de que sean en espacios públicos, abiertos y de ser posibles, multitudinarios.

“Buscamos a la gente, y los datos nos permiten concluir que la prevalencia en Argentina no es del 0,3 o 0,4% (cifras oficiales) sino que llega al 1%”, dijo como resumen del panorama nacional.

Salir a buscar el modelo de testeo rápido

Para acabar con la epidemia, como pretende Onusida, es preciso que la población conozca su estado serológico (si vive o no con VIH). Y si da positivo, que acceda velozmente al tratamiento, en busca de lograr tener -y mantener- su carga viral indetectable. “Si se espera que la gente llegue a hacerse el test, las cifras epidemiológicas van a seguir siendo bajas respecto de la realidad. Pero, lo peor es que, de quienes reciban el diagnóstico, el 30% lo va a seguir teniendo tarde, y eso lo tenemos que cambiar”, advirtió Pedrola. El test es gratis, confidencial, muy sencillo (se hace con una gota de sangre tomada de un dedo) y voluntario. Más información, 381604-8077 (Identidad Asociación Civil).