Cartas de lectores
Cartas de lectores

Propina y limosna

La idea de la diputada de Cambiemos, Elisa Carrió es totalmente repudiable. En sus dichos se dirigió a la clase media de la sociedad, con la sugerencia de que “otorguen propina y hagan la changa”; sostuvo que casi 4 millones de argentinos subsisten mediante esta metodología. ¿De verdad cree Elisa Carrió que con una propina se pueden pagar los impuestos? ¿De verdad cree Carrió que una propina alcanza los valores de la canasta básica alimentaria? Debería la diputada proponerle al Gobierno de la Nación y al presidente, Mauricio Macri, que les haga una changa a los trabajadores equiparando el salario a los porcentajes de inflación. Pero lo peor de su vaga y vulgar idea es que muchos argentinos, debido a las medidas extremas de ajuste que se viven, esperan limosnas parar poder alimentarse. Muchos de los mendigos son niños y mujeres que viven en situación de calle, excluidos del sistema y sin posibilidad alguna de acceder a un trabajo formal. Que no confunda propina con limosna. No todos los argentinos trabajadores gozamos de los ítems que disfruta un parlamentario nacional, al que le pagan la comida o puede cambiar un pasaje por dinero en efectivo. Mientras en el interior del país la indigencia crece, algunos privilegiados, como ella, abren la boca para decir semejantes barbaridades y cobran sueldos de $ 100.000.

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Williams Fanlo
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Legalización del aborto (I)

Me impresionó un título de la página 5 del suplemento Tucumanos de LA GACETA. Era el comentario de una saga, con excesiva “violencia sin consecuencias” (sic). Decía “Cuando matar se convirtió en legal”. Resulta doloroso y preocupante que ese sería el título adecuado, en primera página, si se aprobara y promulgara la Ley del Aborto, con media sanción en Diputados, pues no sería sin consecuencias. Algunos relativizan el momento de la “hominización” del embrión. Aun admitiendo que eso es discutible, si para un asesino se aplica el principio “in dubio por reo”, ¿no merece mejor trato un ser inocente, que lo único que pide es desarrollarse y nacer? Nadie, en su sano juicio, puede pretender que matar es materia opinable. La pena de muerte fue abolida hasta para el criminal más abyecto, a pesar de lo cual muchos de nuestros representantes pretenden convertirla en legal sólo para los más indefensos, sacrificando inocentes y con graves consecuencias para las madres.

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Horacio Saleme
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Legalización del aborto (II)

A partir de la expresión de Aristóteles según la cual “los seres humanos no nacemos para nosotros mismos”, quisiera referirme a una parte de estas luchas feministas, que han encontrado en la maternidad una cuestión de postergación y frustración personal. Parafraseando al pensador griego, no nacemos para nosotros mismos, lo saben los científicos abnegados, los trabajadores de la salud, que ganan menos de lo que su trabajo implica pero que se postergan por un bien superior. Lo sabemos quienes fuimos madres de hijos pequeños, que se hicieron grandes y que hoy descubrimos que aquellas horas de entrega en las que solamente fuimos madres, hoy hacen que la vida se legitime por esa entrega ilimitada. Lo sabemos los docentes que entregamos en las aulas lo que tal vez vuelva en afectos. Me considero una defensora de los derechos de las mujeres, pero creo que uno de los derechos más genuinos es el derecho a pasarte un día entero jugando a ser “un sujeto que no tiene derechos”, sólo porque un niño con fiebre te sonríe desde una cuna. Perder tiempos a veces es ganarlos, entregar no significa perder porque, a menudo, entregar quiere decir acrecentar. La vida no nos pertenece como condición de un individualismo solitario y hedonista, que grita libertad pero acciona sometimientos. No perdamos la dimensión de maternidad, porque una sociedad sin una madre que se levante de noche a acomodar las sábanas del niño con frío, es una sociedad congelada de egoísmos crudos e incomprensibles. Perder la dimensión de maternidad es perder humanidad.

Graciela Jatib
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Legalización del aborto (III)

En referencia a la carta titulada “Aborto” y redactada por el lector Francisco García Santillán, quisiera agregar un aspecto importante. En dicha carta se detalla con precisión y minuciosidad la engañosa terminología presentada por el proyecto de ley donde se busca desnaturalizar la relación madre-hijo, se pretende dar facultades para la eliminación de un niño pocos días u horas antes de nacer, y se busca penalizar con sanciones (llegando hasta la prisión) a aquellos médicos e instituciones que decidan no practicar dicho acto. Quiero resaltar con “sentido común” y desde una “vivencia personal”, aquello que da fundamento a la existencia de la persona en el vientre materno y derriba por tierra argumentos que lo niegan: Una hermana mía está embarazada y en la quinta semana de gestación, mediante una ecografía, tanto la médica como ella pudieron ver el “corazón”, y unas semanas después los latidos se escuchaban con claridad. Desde el “sentido común”, les pregunto a las personas que niegan la existencia del niño ya en ese momento del embarazo: ¿acaso mi hermana tiene dos corazones? ¿Antes tenía uno, pero ahora tiene dos? ¿Sufre mi hermana una patología extraña que después de la concepción se duplican órganos en su cuerpo? O ella es el primer y único caso donde la ciencia no tiene respuestas a preguntas tan sencillas, o simplemente es una madre que lleva en su vientre una criatura.

Oscar Grimaux
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