Toque tucumano en las medallas

Toque tucumano en las medallas

El voley, el remo y la lucha olímpica sumaron preseas en los Juegos Odesur. Los tres deportes, aunque no contaron con representantes de la provincia, tuvieron un vínculo con Tucumán: Alejandro Grossi, técnico de la Selección Argentina masculina que ganó el oro, dirige a Monteros Voley; el doble medallista en remo Cristian Rosso, como el equipo de lucha olímpica que ganó seis medallas, entrenaron en Tafí del Valle. Las conquistas se gestaron en “El Jardín de la República” y dieron a luz en Cochabamba.

Un oro con aire de La Angostura Un oro con aire de La Angostura
22 Junio 2018

REMO

Un ojo con aire de La Langostura

La delegación argentina sumó rápidamente en el primer día una medalla de oro. Llegó desde el agua con el remo (doble par de remos cortos). “No hubiese sido lo mismo si no iba a Tafí del Valle”, le reconoció Cristian Rosso a LG Deportiva. El marplatense fue uno de los dos remeros que guió el bote argentino velozmente en línea recta hasta la victoria junto a Agustín Díaz. “Las tres semanas de entrenamiento me ayudaron muchísimo en Bolivia”, destacó Rosso.

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Las bondades que ofreció la villa veraniega situada a más de 2.000 metros fueron tan especiales la primera vez que entrenó allí en 2015, que sintió su beneficio durante toda la temporada. Eso, y que los Odesur se hicieron en una ciudad con una altura sobre el nivel del mar similar, hizo que el remero pidiera un permiso especial para entrenar junto a la selección Junior que se preparaba para los próximos Juegos Olímpicos de la Juventud. Rosso, con la autorización del entrenador del equipo Martín Cambareri, pudo grabar sensaciones -como él describió- sobre el bote que después reprodujo en Cochabamba. ¡Y de qué manera! Junto a Díaz, su hermano Braian y Ariel Suárez, ganaron otra medalla de oro (cuatro pares de remos cortos). “Si fuese por mí iría todos los años a entrenar. Es necesario, aunque no vayas a competir en la altura. La mayoría de los países europeos entrenan dos veces por año en la altura y eso les sirve de base para toda la temporada”, explicó el doble medallista.

Más allá de la ventaja de la altura, el espejo de agua de La Angostura tiene las características apropiadas. “Lo más importante es la calidad del dique: 3.000 metros de longitud para poder remar, hay muy poco o nada de viento, su altura hace el entrenamiento más duro, pero a la vez más beneficioso cuando volvés al nivel del mar. Además, tiene unos caminos increíbles para entrenar en bicicleta (ver “La naturaleza y el ánimo se combinan para los deportes”) que para nosotros es como un complemento”, detalló el atleta. En este punto, Rosso hizo un alto para destacar casi como un microambiente que lograron generar. “Hay un hotel con acceso directo por la ruta hasta el dique, eso no es un dato menor, ya que nos movíamos ahí, con la bicicleta usándola como entrada en calor y como recuperación al regreso”, destacó.

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VOLEY

En Monteros Voley o en la Selección, Grossi busca lo mismo: jugar bien

Luego de poner a Monteros Voley en los playoff de la Liga Argentina de Voley en su primera temporada en la elite, Alejandro Grossi, el técnico del equipo monterizo, apenas tuvo tiempo de cambiarse el buzo. Pasó del “Naranja” al “Celeste y blanco” para dirigir una selección alternativa a la mayor, que pronto dejará Julio Velasco. El equipo estaba destinado para llegar lo más lejos posible en los Juegos Odesur y lo logró al conquistar la medalla de oro derrotando en la final a Chile en cinco sets. Antes sólo sumó victorias en el grupo único de competencia en los Odesur. Para Grossi, todo va y vuelve en el deporte. Las experiencias de un equipo de Liga sirven para la Selección y viceversa.

- ¿Cambia mucho el trabajo que hace en Monteros Voley al que hace en la selección?

- No cambia en cuanto a la búsqueda para que el equipo juegue bien. Lo que cambia es que en la selección está la posibilidad de elegir entre muchísimos jugadores y todos están a disposición del entrenador. En un equipo de Liga, uno arma el que puede, difícilmente el que uno quiere. Y también cambia que en la selección uno entrena para una competencia específica, o a lo sumo dos. En el de Liga, uno lo entrena para que juegue todos los fines de semana.

- En estos dos casos... ¿qué se puede decir? ¿Monteros Voley tiene el estilo de la selección o la selección el de Monteros Voley?

- Son equipos entrenados por mí, entonces, seguramente hay una influencia de mi manera de pensar y trabajar. Después tiene mucho que ver el estilo de los jugadores. Uno se tiene que terminar adaptando al equipo, a las características de los jugadores y, por supuesto, con la impronta del entrenador. Lo que yo pretendo es que el equipo juegue bien, con ideas claras de cómo hacerlo.

- ¿La medalla de oro era lo que se buscaba?

- Había dos objetivos que iban de la mano: uno desarrollar jugadores con proyección de selección mayor, por eso fuimos con algunos juveniles, algunos sub-23 y pocos mayores y llegar a la final, después, tratar de ganar el oro. No iba a ser fácil: Chile fue con la selección mayor y Venezuela también, y Colombia con un mix entre sub-23 y mayores.

- ¿Los complicó la altura?

- La altura sí se sintió. La recuperación se hace más lenta, más difícil. Desde lo deportivo, desde lo técnico se hacía muy difícil el saque en salto porque la pelota viaja mucho y no cae. De hecho, casi todos los equipos terminaron sacando flotado y no en alto. Afectó a todos por igual.

LUCHA

La altura no fue rival en el tapiz

“Sin la preparación en Tafí del Valle no hubiésemos durado ni 30” arriba del colchón”, sentenció Agustín Destribats. El cordobés se colgó la medalla de plata en lucha olímpica estilo libre hasta 65 kilos, en el “Coliseo José Villazón” de Cochabamba. Destribats y el equipo argentino hicieron la aclimatación a la altura en Tucumán para durar muchos segundos más, lo que les permitió aportar seis medallas a la delegación “albiceleste”. Le anticipaba Gabriel Medile a LG Deportiva horas antes de abandonar la provincia, que sus dirigidos habían realizado una puesta a punto óptima como para que suceda lo que sucedió. Los 21 días en Tafí del Valle se diagramaron con actividades al aire libre y también con el roce propio de competencia. Para ello un salón del hotel donde se hospedaron fue acondicionado especialmente para colocar el tapiz de lucha de 12x12. “La verdad que me sentí muy diferente cuando peleé”, reconoció Destribats que en la final cayó ante el venezolano Anthony José Montero Chirinos, campeón Panamericano.

“Me sentía muy preparado, física y mentalmente, para ganar la medalla de oro, pero no se pudo. Fue una competencia muy difícil, más para mí que es mi primer año oficial en mayores”, remarcó el luchador.

El grupo que subió a Tafí del Valle estaba formado por 10 atletas, que en su mayoría no conocía el lugar. La experiencia y el entorno de la villa, coincidieron todos, son ideales para el entrenamiento de alto rendimiento. “Hablamos con el entrenador y con el grupo sobre que, sea o no en altura la competencia para la que entrenamos, sería muy bueno poder prepararnos en Tafí del Valle. Los rivales también hicieron algún tipo de adaptación. Si está pensado un centro de alto rendimiento en altura, sería estupendo. Por lo menos en mi deporte, lo necesitamos”, celebró Destribats.

La naturaleza y el ánima se combinan para los deportes

En marzo, el estadounidense Payson McElveen llegó a Tafí del Valle para competir en el Raid Tucumán Marathon Series. La carrera de mountain bike de más de 61 kilómetros quedó en poder del biker campeón de la modalidad en su país. “Fue único. Me hizo acordar mucho a Mongolia. Las altas montañas con amplias planicies verdes y todos los cruces de ríos fueron en algún punto bastante parecidos”, elogió McElveen que vino por la gestión de la Comisión de Deportes de la Legislatura.

“El terreno y el ambiente serían excelentes para un centro de entrenamiento. Si se invirtiera en la construcción de caminos específicos para mountain bike, me encantaría volver y entrenar”, opinó. McElveen también percibió el potencial que tiene la zona de baja montaña, como Yerba Buena. Otro biker de clase internacional también la conoce y cada vez que vuelve al país la visita.

“Las características de la provincia son muy claras: la topografía es ideal para nuestro deporte y, sobre todo, porque está a pocos kilómetros del centro. Practicar tramos técnicos en sendas es una gran ventaja lo hace diferente a otros lugares que pueden tenerlo, pero más a trasmano”, analizó Catriel Soto. Radicado en Toledo, España, donde representa al MMR Factory Racing Team, el entrerriano valora otro aspecto.

“Hace dos años, la semana previa a los Juegos de Río de Janeiro, estaba en Catamarca y aproveché para pasar. Es una provincia en la que se respira mountain bike y eso se transmite a todos. Fue la mejor decisión porque me llevé el corazón lleno de energía”, reconoció Soto.

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