Padres desesperados por sus hijas adolescentes

ESTRENOS DE CINE

Tres padres que se conocieron en el jardín de infantes de sus hijas se vuelven a encontrar doce años después, cuando sus descendientes llegan a la adolescencia. A través de un software que permite espiar mensajes de texto, los progenitores interpretan los emojis que se envían entre ellas y deducen que las chicas han hecho un pacto: perder la virginidad durante el baile de graduación.

Aterrados y sin pensarlo mucho, e incluso con la desaprobación de sus cónyuges, de inmediato comienzan una misión en la que intentarán evitar que su plan prospere.

Mientras ellas gritan eufóricas entre música y alcohol, los adultos las persiguen hasta infiltrarse en las fiestas en las que ellas están, causando mucha, pero mucha pena ajena.

“No me las toquen” es la ópera prima de Kay Cannon, una artista intérprete o ejecutante, guionista, productora y tres veces nominada al Emmy. Tiene antecedentes en los guiones y en la producción para “30 Rock” y “New Girl”; escribió los guiones de las películas “Pitch Perfect”, de enorme éxito, y creó la serie de Netflix “Girlboss”.

“Las adolescentes fueron en un punto indistinguibles”, declaró la directora a The Washington Post. Cannon los convirtió en personajes distintos, uno de los cuales incluso cuestiona su sexualidad. Además, los principales progenitores que participan en esta loca misión para detener a sus hijas originalmente eran todos papás, pero ahora uno es madre.

El resultado final es una mirada moderna al crecimiento y la crianza de los hijos, en el contexto de una comedia sexual obscena, con una buena cantidad de desnudos y comedia física. Los padres son interpretados por Leslie Mann, Ike Barinholtz y John Cena, y los adolescentes son Kathryn Newton, Gideon Adlon y Geraldine Viswanathan.