“Tucumán no está preparado para recibir al turista”

“Tucumán no está preparado para recibir al turista”

La doctora Nilda Elizondo dictó un taller en la provincia. “Debe volver a ser el Jardín de la República”, enfatizó.

EN PLENA CAPACITACIÓN. El problema central es la contaminación por la basura, advirtió Nilda Elizondo.  EN PLENA CAPACITACIÓN. El problema central es la contaminación por la basura, advirtió Nilda Elizondo.
12 Abril 2018

Los desechos que generan las gigantes empresas turísticas y el peligro que causan a la fauna marina; el desabastecimiento de los recursos naturales, como el derroche de agua constante; la desatención a la supervivencia de las futuras generaciones y el desarrollo de un turismo sustentable son algunos temas que atrajeron a la doctora Nilda Cecilia Elizondo a dedicarse hace más de 30 años a la gestión ambiental. La licenciada en Ciencias Ambientales aseguró a LA GACETA: “Tucumán no está preparado para recibir al turista”.

Nació en Argentina, pero reside en México desde hace 18 años, y llegó a Tucumán para dictar un taller sobre turismo sustentable en el Centro de Estudios de la Universidad San Pablo-T. Uno de los objetivos que planteó fue administrar correctamente los recursos, haciendo énfasis en el turismo.

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- ¿Qué falencias pudo encontrar en esta provincia?

- Tucumán tiene que volver a ser “El Jardín de la República” y debe preocuparse, por ejemplo, por ser una ciudad más limpia. Lo dice la gente, el turista, el taxista, el vecino. Aquí el problema central es la contaminación por la basura, algo de lo que todos somos responsables. Desde el que tira el papelito del chicle hasta el que deposita una botella de gaseosa en cualquier parte. Generalmente toda Latinoamérica sufre de este problema. La contaminación atmosférica es otro punto a tener en cuenta. Los turistas que eligen, por ejemplo, subir a San Javier no pueden apreciar ampliamente el paisaje por la cantidad de polución concentrada en el aire de la ciudad de San Miguel. Debemos buscar la manera de generar menos contaminación.

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- ¿Tucumán está preparado para el turista?

- Definitivamente no. Las empresas tucumanas no se ponen en la piel del turista. El otro día llegué hambrienta a un restaurante con ganas de cenar una picada. Eran las 19 y me contestaron que la cocina no se abriría hasta las 21. Algo que me descolocó bastante. Un visitante de otro país, que cena a la tarde o que quiere ir de compras a la siesta, no tiene opciones en este lugar. No hay concepción de que el turista va a invertir en la provincia. Sin dudas es una ciudad turística, pero no está preparada. Habrá que capacitar, aún más, áreas como la gastronómica y la hotelera; y fortalecer las capacidades y el modo en que se atiende al turista, algo muy importante. Un inglés, que no sabe nada de español, no encuentra ningún cartel escrito en su idioma; no hay nadie que le enseñe, nadie que lo acompañe o ayude.

- ¿Por qué elegís esta temática en gestión ambiental?

- Es un área interesante para concientizar que los temas ambientales no deben ser un “temita más”, sino algo transversal en todos los sentidos. Los jóvenes que estudian turismo tienen que formarse siendo conscientes de las problemáticas que nos rodean, como los residuos que, también, afectarán a generaciones futuras. Las crisis ambientales, los alimentos transgénicos, el turismo sexual, entre otras cuestiones, siguen presentes en nuestra sociedad y en las de todo el mundo. Debemos saber que los gigantes destinos turísticos, tarde o temprano, se terminan acabando junto con sus recursos, contaminando ecosistemas y obligando al turista a emigrar hacia nuevos destinos de moda.

- ¿A qué se refiere cuando se habla de turismo sustentable?

- Todo lo que emana de la naturaleza son los recursos que alimentan la vida humana y, entre esos recursos, está el turismo. Pero, cuando hablamos de turismo sustentable no debemos caer en el error de pensar que es sólo aquel que está presente en un área verde, ya que podemos encontrarlo hasta en un hotel del centro de una ciudad sumamente poblada. Esta expresión alude, ni más ni menos, a la posibilidad que tienen los turistas de utilizar -y reutilizar- los recursos de la naturaleza de manera tal que las generaciones futuras puedan también disfrutarlas. Como ejemplo, podemos mencionar el interés de grandes hoteles por la concientización sobre la preservación y el cuidado de los recursos naturales, donde a veces se prohíbe el derroche de agua.

- El turismo, en general, promete experiencias maravillosas para el visitante, pero ¿tiene también algún impacto negativo?

- En muchos lugares existen la corrupción, la negligencia y la ceguera, y la industria turística no es la excepción. Es importante que la industria sea consciente y tenga ética. Siempre muestro un video sobre la cantidad de basura que tira un crucero al mar. Esta es una problemática bastante preocupante para todos (o tendría que serlo). En el Caribe tenemos un problema muy grande con respecto a los desechos de los turistas que vacacionan en las playas, y el tema de los cruceros es fatal. Los visitantes no son conscientes. El tema de la basura pasa por la ética de cada empresa turística. Hay algunas que sí reciclan basura, pero son muy pocas en comparación con los desperdicios existentes. Sin dudas, la basura es el impacto negativo clave del turismo, con el que hay que trabajar para el bien de todos.

› Nilda Cecilia Elizondo
Nació en Argentina. Reside en México desde 2000. Lleva casi 30 años trabajando en actividades de conservación, como integrante de ONG, en funciones de Gobierno y en centros de Investigación. Desde 2012 integra la Secretaria Científica de la Asociación Mexicana de Jardines Botánicos.

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