07 Abril 2018
CUIDAR EL CULTIVO. Los cañaverales de Tucumán, como el de la imagen, al igual que sus similares del resto del mundo, pueden sufrir importantes pérdidas productivas por el impacto de la enfermedad en los tallos de las cañas.
El laboratorio de Fitopatología de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) de Tucumán brinda como servicio, a los productores cañeros de la región, la detección del “raquitismo de la caña soca (RSD)” en muestras de sus lotes semilleros.
El “raquitismo” (RSD) es una de las principales enfermedades de la caña de azúcar. Actualmente se encuentra ampliamente distribuida en todas las áreas cañeras del mundo, por lo que los cañaverales de Tucumán no están exentos de sufrir esta patología.
Según lo expresado por la licenciada Constanza Joya, de la Sección Fitopatología de la Eeaoc, hablando en términos económicos, esta enfermedad puede causar severas pérdidas. Aclaró también que, si bien las plantas son infectadas internamente (la bacteria coloniza los tallos), no se producen síntomas externos visibles característicos de la enfermedad, por lo que resulta de fundamental importancia realizar el análisis para conocer el estado sanitario de los lotes cañeros.
La investigadora explicó que las plantas afectadas sufren un retraso en el crecimiento, los tallos se vuelven más cortos y delgados, y el número por planta tiende a disminuir. Aunque estos síntomas no son uniformes para todas las plantas afectadas, éstas finalmente toman una apariencia raquítica.
También remarcó que no todas las plantas que presentan los síntomas descriptos anteriormente se pueden considerar afectadas por el “raquitismo”, por cuanto las deficiencias nutricionales y las sequías también pueden producir síntomas similares (disminución del crecimiento). Las principales fuentes de transmisión de la enfermedad son el uso de caña semilla enferma en las nuevas plantaciones y la utilización de elementos de corte infectados durante el manejo del cultivo.
Es por ello que “se recomienda a los productores, como principales prácticas, realizar chequeos sanitarios de rutina para conocer el estado de la semilla con la que se va a plantar y reforzar la desinfección de los implementos utilizados para las labores del cañaveral”, especificó la experta.
“El laboratorio de la Sección Fitopatología de la Eeaoc recibe muestras para controlar la sanidad de la semilla, todos los días hábiles en el horario de 8 a 16, en avenida William Cross 3.150, Las Talitas, sede de nuestra institución”, subrayó la profesional.
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