Sánchez complicó a los otros acusados

Sánchez complicó a los otros acusados

El ex jefe de Policía responsabilizó a Di Lella y a Brito por las irregularidades que se habría cometido en el hallazgo del cuerpo

NI SE MIRARON. Sánchez, ex jefe de Policía, se cruza con Alberto Lebbos antes de ingresar a la sala de audiencia. la gaceta / foto de jorge olmos sgrosso NI SE MIRARON. Sánchez, ex jefe de Policía, se cruza con Alberto Lebbos antes de ingresar a la sala de audiencia. la gaceta / foto de jorge olmos sgrosso
15 Febrero 2018

Un debate oral es como un juego de ajedrez. Cada parte elije una estrategia para evitar perder una partida que, en este caso, tiene que ver con tratar de desvirtuar las acusaciones en contra de un imputado. Y ese fue el juego que puso en práctica el ex jefe de Policía Hugo Sánchez, uno de los seis imputados de encubrimiento en el crimen de Paulina Lebbos al tratar de desvirtuar todos los cargos en su contra.

El ex titular de la fuerza descartó que haya tenido algún tipo de connivencia con Eduardo Di Lella (ex secretario de Seguridad) y el ex comisario Héctor Brito (ex jefe de la Unidad Regional Norte) porque tenía una mala relación con ellos. “Con Brito existía una especie de enemistad porque él nunca suportó que yo y Barrera hayamos ocupado los máximos cargos por tener menor rango que él. Con Di Lella, al principio, nuestra relación era fría porque se había nombrado a Barrera como subjefe y no al hombre que él pretendía para ese cargo. Con el tiempo esas diferencias se zanjaron”, indicó.

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Al hablar sobre lo ocurrido el 11 de marzo, día en el que hallaron el cuerpo de la joven, complicó a Di Lella. “Cuando llegué al lugar, el por ese entonces subcomisario (Enrique) García me adelantó que el ex secretario de Seguridad había dispuesto el encintado de la zona para que nadie ingresara al lugar y que hasta ya se había comunicado con los responsables de Policía Vial para que hiciera cargo de contralar el tráfico. No di ninguna orden al respecto”, señaló.

El ex titular de la fuerza también confirmó que su segundo, Barrera, fue el último en llegar a ese lugar y que tampoco tuvo intervención en el tema. “Luego el fiscal (Alejandro) Noguera pidió que se tomara una serie de medidas luego de que se decidiera suspender las tareas de pericias por falta de luz. Él solicitó tres cosas fundamentales: que se cercara la zona para impedir el ingreso de desconocidos a terceros, que se preservara de alguna manera el cuerpo por la lluvia y que se señalizara bien la zona para evitar accidentes. Esas órdenes se las transmití a Brito, que debería haberlas cumplido”, explicó.

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Desmentidas

Sánchez, durante su larga declaración, también desmintió varios puntos de la acusación en su contra. Negó por ejemplo que el 26 de febrero, día en el que desapareció Paulina, mantuvo una reunión en la casa de Di Lella en Raco. “No fue así. Estuvimos en un encuentro social que se desarrolló en el Club de Veraneantes invitado por el ex secretario. Pero se trató de un encuentro protocolar al que asistí con mi esposa y mi hija”, indicó.

También negó haber amenazado o coaccionado a los hermanos Sergio y Marcelo Goitea para que dijeran que el cuerpo de la estudiante había sido encontrado por la fuerza y no por ellos. “Recibí un llamado de la Jefatura donde se me informó que personal de la comisaría de Raco, después de haber recibido un dato, realizó un rastrillaje y encontraron un cuerpo. Al llegar al lugar, García me confirmó esa versión, pero después lo terminaron condenando por el papel que tuvo”, explicó.

El ex jefe de Policía también aclaró que él no tuvo nada que ver con el ascenso de García. “Esa es una decisión del ministro López Herrera porque es una función que le corresponde únicamente a él. García recibió una sanción por su proceder, pero también fue mantenido en su cargo y ascendido por decisión del funcionario, que hasta firmó un decreto. Sí formé una junta clasificadora para que realizara una evaluación”, indicó.

Ese cuerpo, según confirmó Sanchez, estuvo integrado por los comisarios Heberto Cortés, Néstor Juárez, Jorge Racedo (que llegó a ser jefe de Policía) y José Díaz, actual titular de la fuerza.

Confirmó que después de haber renunciado a su cargo, fue contratado por el Gobierno para realizar dos tareas. La primera consistió en realizar un trabajo de investigación para la Dirección Provincial de Vialidad que buscaba determinar el daño que causaban los camiones de carga en las rutas provinciales. Después se le pidió que realizara un informe sobre la situación del Instituto Roca, misión que quedó inconclusa por la detención del comisario Barrera. “Esto fue una práctica común en el anterior gobierno e imitada por este”, concluyó.

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