El vecino del adolescente baleado en un ojo afirma que disparó al aire

El vecino del adolescente baleado en un ojo afirma que disparó al aire

La víctima permanece internada en el hospital Padilla.

HORAS DE ANGUSTIA. María Eva Montes esperaba ayer por la tarde noticias sobre el estado de salud de su nieto.  HORAS DE ANGUSTIA. María Eva Montes esperaba ayer por la tarde noticias sobre el estado de salud de su nieto.
13 Febrero 2018

“Le pido perdón doña María, se me cae la cara de vergüenza, no puedo ni mirarla a los ojos. Fue una bala perdida, no fue queriendo. Yo me voy a hacer cargo”, le dijo Facundo Vega, de 28 años a María Eva Montes, a quien se le llenaron los ojos de lágrimas al oírlo.

Vega está acusado de haberle disparado al nieto de la mujer, Daniel Alberto Orellana, de 17 años, en la madrugada del sábado pasado. Como consecuencia del impacto, el adolescente perdió su ojo izquierdo y permanece internado en el hospital Padilla.

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Ayer por la tarde, LA GACETA se entrevistó con la mujer en su casa de López Mañan al 1.700, en el barrio 11 de Marzo, donde reside junto a sus hijas y sus nietos. En la casa de al lado reside el agresor junto a sus padres y hermanos. Ambas familias son amigas desde hace años.

Cara a cara

Montes aceptó dialogar con Vega y su familia. El encuentro se concretó en el mismo lugar donde se registró el violento incidente. “Es gente muy buena, pero el chico tiene problemas con las drogas. El arma no es de ellos, se la habrían dado otras personas al chico, para que la guardara”, contó Montes.

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“Sé que no fue a propósito, pero tiene que pagar por lo que hizo. Me siento muy mal por todo esto, porque somos vecinos y nunca tuvimos problemas”, confió Ramón Jesús Vega, padre de “Fisura”, como es conocido su hijo en el barrio.

Tiros en la madrugada

A las 2 del sábado, Orellana se encontraba en la vereda de su casa junto a un grupo de amigos. “Mi nieto estaba junto a varios muchachos, cuando salió de su casa este muchacho haciendo tiros. Todos salieron corriendo, hasta que vieron que Danielito tenía el rostro ensangrentado”, explicó la abuela de la víctima.

El muchacho fue trasladado por un vecino en un vehículo particular hasta el Padilla. En la guardia del centro médico le realizaron las primeras curaciones, pero no pudieron salvarle el ojo. Los profesionales aguardan su evolución para operarlo. “El daño es irrecuperable. Todavía no pudieron sacarle el proyectil, porque la zona está muy inflamada”, indicó Montes. Ayer, el adolescente fue trasladada desde Terapia hasta la Sala nueve, donde fue ubicado en la cama 10. En los próximos días, podría ser sometido a una intervención quirúrgica. Luego, le colocarían un implante.

“Disparé al aire”

“Lo que recuerdo es que salí de mi casa y disparé al aire. La bala dio en las chapas o en la pared y entonces bajó y le pegó a Daniel. Yo no tuve esa intención”, le dijo Vega a este medio. Su padre aclaró que presentó al muchacho en los Tribunales de Sarmiento al 400, pero tuvieron que regresar a casa porque les dijeron que por el momento no había una orden de detención en su contra.

“Aquí me voy a quedar esperando que me vengan a buscar. Estoy a disposición de la Justicia”, concluyó Vega, quien no quiso que la escena fuera retratada.

La víctima dejó sus estudios, pero ayudaba a sus padres vendiendo frutas en el microcentro. Es el cuarto de cinco hermanos. La denuncia policial fue realizada por su madre, Carmen Montes, en la comisaría 13ª. La causa fue caratulada como “lesiones graves”. Quedó en manos de la fiscala Adriana Reinoso Cuello.

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