En 10 días la Municipalidad capitalina empezará a hacer controles de narcolemia

En 10 días la Municipalidad capitalina empezará a hacer controles de narcolemia

Un estudio realizado en el Hospital Padilla indica que dos de cada 10 pacientes que ingresan en urgencias han consumido drogas

OPERATIVO DE ALCOHOLEMIA. A este control que ya se viene haciendo desde hace unos años se sumará el de la verificación del consumo de drogas. la gaceta / foto de florencia zurita (archivo) OPERATIVO DE ALCOHOLEMIA. A este control que ya se viene haciendo desde hace unos años se sumará el de la verificación del consumo de drogas. la gaceta / foto de florencia zurita (archivo)
10 Febrero 2018

Los controles de alcoholemia cero lograron que muchas personas piensen dos veces antes de salir en su auto y tomar alcohol. Pero, según los expertos, sumaron otro peligro: sabiendo que no pueden beber porque no pasarán las pruebas, muchos conductores cambian el alcohol por el consumo de drogas ilegales. Para enfrentar esto y ante el incremento del uso de estupefacientes en general, la Municipalidad capitalina anunció recientemente que desde el 20 de este mes comenzará a realizar operativos de narcolemia.

¿Cómo es el control? ¿Ayudará a la seguridad vial? ¿Qué pasa si estoy tomando medicamentos por una enfermedad? ¿Qué efectos tienen sobre la conducción las distintas drogas? ¿Me pueden secuestrar el vehículo e inhabilitar para manejar? ¿Si estoy mascando hoja de coca daré positivo el test? Estas y otras preguntas surgieron a raíz del anuncio oficial del test de narcolemia.

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Es control es así: se toma una muestra de saliva con un aparato sobre la lengua, que en unos pocos minutos determina si se encontró cocaína, marihuana, opiáceos, anfetaminas o benzodiacepinas (tranquilizantes).

Si el test dio positivo, ante la presencia de un médico, se labrará un acta de contravención y se secuestrará el vehículo. Un juez de faltas después decidirá la sanción, remarcó el subsecretario de Tránsito y Transporte de la Municipalidad capitalina, Enrique Romero.

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Opiniones

La conducción bajo efecto de estupefacientes compromete sensiblemente la seguridad vial, expresaron los médicos expertos en toxicología Alfredo Córdoba y Gustavo Marangoni. Según dijeron, aunque no haya estadísticas específicas, cada vez más personas conducen bajo los efectos de las drogas. Y eso después se ve en las salas de urgencia de los hospitales.

Un estudio realizado en el Hospital Padilla -en el marco de la investigación nacional “El uso indebido de drogas y la consulta de emergencia”- reveló que dos de cada 10 pacientes que ingresan en el servicio de urgencias han consumido sustancias psicoactivas.

La investigación, desarrollada por la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar), da estos datos sobre Tucumán: la mayoría de las consultas en las que aparecen las drogas son por accidentes de tránsito (45%). El alcohol se registra en el 80% de los casos, luego se observa el consumo de marihuana (19,5 %) los ansiolíticos, sedantes y tranquilizantes (12 % ), la cocaína (9 %) y la pasta base con el (6%).

Córdoba y Marangoni celebraron que se incorporen los narcotest, y advirtieron que podrían ser polémicos si no se toman algunos recaudos. Principalmente que haya médicos en los procedimientos para que puedan revisar a las personas que dan positivo en las pruebas. “Un profesional debe estudiar cómo están las pupilas del conductor, el tono muscular y la conducta”, resaltó Córdoba.

También habría que hablar con los infractores, preguntarles si consumen esporádicamente o si tienen algún tipo de adicción. “Se podría agregar un análisis para hacer un diagnóstico completo que permita saber si la persona necesita ayuda. Y de ahí ver: la Municipalidad podrá secuestrar el vehículo, pero otra autoridad, un juez, podrá evaluar mejor la situación y pedir un apoyo terapéutico. Así estaremos tratando la problemática a fondo, además de prevenir el riesgo de accidentes en la vía pública”, dijo Córdoba.

“Está muy bien que se insista en controlar el alcohol, pero no podemos dejar de lado las otras sustancias. Sabemos que se está consumiendo cada vez más cannabis y psicofármacos con fines recreativos”, destaca Marangoni. Y a las cifras se remite: el último estudio de la Sedronar (2017) muestra que en siete años, se duplicó el consumo de drogas ilegales. La sustancia más usada es la marihuana: cada vez más jóvenes la creen inocua. Nuestra provincia sobresale con este triste dato: es el lugar donde más energizantes toman los adolescentes.

Dudas frecuentes

¿Qué pasará con los que están haciendo tratamiento psiquiátrico con psicofármacos y sean detectados por el narcotest? ¿Estarán exceptuados de la sanción quienes lleven una prescripción médica? “No. La Ley Nacional de Tránsito 24.449, a la que el municipio de San Miguel está adherido, expresa con claridad que: está prohibido en la vía pública conducir con impedimentos físicos o psíquicos, sin licencia especial correspondiente, habiendo consumido estupefacientes o medicamentos que disminuyan la aptitud para conducir”, detalló Romero.

“Los laboratorios fabricantes de psicofármacos indican en el envase la prohibición de conducir. Y existe una obligación legal también para los médicos de advertir a los pacientes cuando un medicamento tiene incidencia negativa en la idoneidad para conducir vehículos”, remarcó. Coincidió con él el toxicólogo Córdoba. Y añadió: “el médico debería aclararle que no es recomendable manejar porque las pastillas alteran los reflejos y ejercen una influencia negativa para conducir”.

Marangoni, por su parte, opina: “aquellos pacientes que llevan mucho tiempo tomando tranquilizantes crean un tipo de tolerancia; a ellos no les afecta tanto. Igual siempre depende de la dosis y de la persona, así que lo ideal es que no manejen”.

Otra duda tiene que ver con la hoja de coca. ¿Es probable que alguien que esté coqueando dé positivo en narcolemia? “Sí. Los análisis son muy sensibles y pueden dar positivo. También depende de la cantidad que haya consumido. El tema es que hay una ley que permite el coqueo al manejar, así que esta situación se podrá resolver con un posterior análisis o con un médico en el lugar que revise al conductor”, sugiere Córdoba.

Bajó el número de infractores

El primer año de aplicación de la Ley de Alcohol Cero estuvo lleno de sorpresas. La cantidad de infracciones bajó a la mitad. En 2016, por ejemplo, hubo en promedio 81 multados semanalmente por alcoholemia positiva, mientras que al año siguiente esa cifra bajó a 38. Esto significa que las infracciones disminuyeron un 53%, según datos oficiales. Esto, según las autoridades, sucede porque los conductores ya no especulan cuánto pueden tomar. Saben que si van a salir en auto y beben, aunque sea un trago, se exponen a una multa que puede superar los $ 20.000.

Hace falta reglamentar una ley

“Hoy no hay estadística concreta sobre la incidencia de las drogas en accidentes viales. Sin embargo, hay comprobación científica de los impedimentos para controlar situaciones de manejo que distintos tipos de drogas pueden generar en los automovilistas. Por esta razón, es grave que El Gobierno provincial no haya reglamentado la Ley Droga Cero, como sí sucede con el alcohol”, expresó el subdirector de Tránsito municipal, Enrique Romero. “Con estos controles, no perseguimos a quien consume una droga por el hecho que sea legal o ilegal. Sólo se busca que quienes no estén en condiciones de conducir no lo hagan. Esto va más allá de si la droga se consumió en un acto privado o si está recetada por un médico. Es idéntico al alcohol: no es una contravención tomar alcohol, sino conducir luego de haber bebido”, argumentó.

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