La esperanza de los japoneses es argentina

La esperanza de los japoneses es argentina

El piloto salteño Kevin Benavídez se lució en el Dakar 2018 e irá por más en 2019.

La esperanza de los japoneses es argentina
25 Enero 2018

Este año se desarrolló la 40ª edición del Rally Dakar, la novena en territorio sudamericano. Y en la categoría Motos, de las más seguidas, hubo un argentino nacido en Salta, Kevin Benavides, que dio que hablar aunque no haya ganado. 

En la división de las dos ruedas ya pasó el dominio de Cyril Déspres y de Marc Coma arriba de una KTM. Pero la supremacía de la casa austríaca se mantiene. Un dato: la última vez que no ganó una KTM fue en el año 2000. Su rival, Honda, no triunfa desde 1989. En cada edición se lo propone, pero no lo logra. Y, en ese afán, estuvo cerca este año. 

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Son 29 los años que pasaron desde la última vez que Honda se adjudicó el beduino de oro. Y 29 son los años que tiene Benavides. El salteño, esta vez, fue uno de los miembros del equipo oficial de la marca japonesa. La expectativa por lo que pudiera hacer era grande, más aún después de estar ausente en 2017.

Desde que en 1998 Kevin comenzó a escribir su historia en el enduro, con 9 años, mucho pasó en su vida. En Tucumán saben de qué se trata, porque aquí participó de numerosas pruebas de la especialidad. Con los años, se convirtió en el piloto que más veces salió campeón argentino y latinoamericano de enduro. Sus títulos lo conducirían a la línea de largada del Rally Dakar en 2016. Su debut en la competencia no sólo marcó un hito en su historia personal, sino en la del motociclismo nacional. Al ganar la etapa 3 se convirtió en el primer argentino en adjudicarse un parcial en la mítica prueba. Aquel reto lo despidió en la cuarta posición de la clasificación general. Un gran logro, sin dudas. 

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En 2016 compitió como piloto del equipo Honda Sudamérica Rally Team. Y en 2017 pasó a formar parte de la escudería oficial Honda, encabezado por el piloto catalán Joan Barreda Bort y formado por Paulo Goncalves, Michael Metge y Ricky Brabec. Pero ese año Kevin se quedó afuera de la competencia por un duro accidente en el último entrenamiento en Chile, que le provocó múltiples fracturas en su muñeca derecha. 

El piloto de rally cross country, especialista en enduro y rally raid, después de la lesión sufrida en diciembre de 2016, regresó el año pasado a las competencias en el Abu Dhabi Desert Challenge. Abandonó por problemas mecánicos de la moto. Pero avisó que estaba vivo; el camino a la revancha en el Dakar 2018 ya estaba en curso. Terminó 2017 como subcampeón del mundo, campeón latinoamericano y argentino. 

Para el rally más duro del mundo, Benavides se preparó tanto en lo físico como en lo psicológico. La edición N° 40 del Dakar era la segunda de Kevin. ¿Qué habría de suceder con él con todos los antecedentes que traía consigo? Pasó lo que pasó: hizo una carrera cerebral, fue superando etapas y finalmente ocupó la segunda posición, siendo el mejor piloto Honda de la competencia. La máquina del tiempo todavía es cosa de películas; si existiera, ¿quién no quisiera volver a la polémica etapa 10 de este año, entre Salta y Belén, en la que Benavides, que estaba 1°, se extravió junto con otros pilotos (pero ninguno de KTM)? 

El equipo japonés se prepara año a año para quitarle la máxima posición a su rival austríaco. Y en cada edición del Dakar está más cerca. Kevin tiene contrato hasta 2019 con Honda. Sólo el tiempo dirá si él será quien reivindique a la marca. Hay algo muy claro: tiene cómo y con qué hacerlo.

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